En 2020, los Steelers ilusionaron a sus millones de aficionados. Sin embargo, tras un comienzo de 11-0, perdieron cuatro de sus últimos cinco juegos y el sueño del séptimo anillo de Super Bowl se convirtió en una pesadilla al caer en la ronda de Comodines ante sus otrora clientes, los Cleveland Browns, por 48-37.
Fue un fracaso y un duro golpe. Una bofetada para jugadores como el receptor estrella Juju SmithSchuster, quien previo al juego declaró: “Creo que son el mismo equipo de los Browns contra el que juego cada año. Son las caras grises sin nombres. Tienen varios buenos juegos en su equipo, pero al final del día, no lo sé. Los Browns son los Browns”.
Y así, han pasado ya más de 10 años desde la última aparición de Pittsburgh en el Super Bowl (la edición XLV, ante Green Bay) y esta campaña parece ser la última llamada para su quarterback Ben Roethlisberger, quien entrará a su temporada 18 y cuyo contrato se anulará al terminar este año.
El famoso “Big Ben” conoció muy rápido la gloria. En sus primeras cinco campañas, ya había ganado dos Super Bowls y estaba llamado a igualar, con cuatro anillos de campeón, a Terry Bradshaw, el pasador de los legendarios Steelers de la década de los 70.
Sin embargo, en sus siguientes 12 campañas, sólo ha podido llegar una vez más al “Súper Domingo” y lo perdió.
Para este 2021, Roethlisberger ya dejó claro desde la pretemporada que viene a luchar por todo para regresar a la cima.
“Me sentí genial. Mi brazo se siente muy bien, comparado con el año pasado. Se sentía bien, pero no cómo debía sentirse. Ahora mismo es genial”, declaró el quarterback que, en su primer juego de pretemporada ante Detroit, completó ocho de 10 pases para 137 yardas y dos envíos de touchdown.
El año pasado, Roethlisberger terminó con 3,803 yardas por aire, 33 pases de anotación y 10 intercepciones. Sin duda, una gran campaña, y más, si se considera que en 2019 disputó solo dos juegos debido a una lesión.
El dueño del equipo, Art Rooney II declaró sobre su veterano pasador: “Estamos conscientes de que este podría ser el último año de Ben. Esperamos que sea uno grandioso (…) Obviamente, si este es su último año, entonces, el próximo año tomaremos decisiones sobre algún quarterback”.
Pero, ¿Pittsburgh tiene con qué competir por el Super Bowl?
Como su tradición lo dicta, la defensiva ha sido de élite y para esta campaña hicieron malabares para mantenerla, debido al tope salarial. Bud Dupree y Mike Hilton usarán diferentes colores la próxima temporada, mientras que Steven Nelson fue cortado y Avery Williamson también es agente libre.
Sin embargo, le extendieron contrato al ala defensiva Tyson Alualu y al tackle Chris Wormley, quienes seguirán en la “Cortina”, cuyos líderes son el linebacker T.J. Watt, Cameron Heyward, Devin Bush, Joe Haden y Minkah Fitzpatrick.
Es en la ofensiva, en el juego terrestre, donde está el problema. Por ello tomaron en el Draft al corredor Najee Harris, proveniente de Alabama, pero mucho de su éxito dependerá del funcionamiento de una línea liderada por Chukwuma Okorafor y el recién llegado Trai Turner.
La temporada pasada, el ataque de Pittsburgh fue el número 12 de la NFL, aunque promedió 26 puntos por partido.
Pero más allá de los ajustes a la ofensiva y defensiva, el gran reto para los Steelers es sobrevivir a uno de los calendarios más difíciles de la NFL.
Su cierre es mortal, pues se medirán en semanas consecutivas a Tennessee, Kansas City, Cleveland y Baltimore, todos ellos, equipos de Playoffs la campaña pasada.
Sí, los Steelers han demostrado ser una franquicia resistente. No han tenido una temporada perdedora desde 2003, pero esa racha será desafiada. Si con este calendario llegan a la Postemporada, y sanos, sin duda serán contendientes.
En su “último rodeo”, el quarterback Peyton Manning alcanzó la gloria nuevamente en el Super Bowl. Ese sería un gran final para Ben Roethlisberger, quien es junto con Eli Manning, los pasadores más exitosos de la llamada Clase 2004… pero luce muy complicado.
