Los enfrentamientos entre la policía y los revoltosos ocurrió a unos 100 metros de la zona donde una multitud observaba el partido entre Francia y Portugal en una pantalla gigante
Los policías antidisturbios respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua en un violento encontronazo de un par de horas
La final de la Eurocopa fue, sobre todo, una razón para que Francia recuperara la sonrisa, al menos durante unos días.
Desde que en semifinales eliminaran a Alemania, los pitidos, las banderas tricolor y los gritos de ánimo se convirtieron en constante en un país que en el último año tan solo parecía tener preocupaciones.
Sin embargo, Portugal puso fin a esa alegría y las tensiones en los alrededores de la Fan Zone de la Torre Eiffel volvieron a recordar la situación política y violenta del país.
Poco después de las 20:00 horas la situación se tensaba en la parte trasera de la Fan Zone, bajo la estructura de la Torre Eiffel, cuando un centenar de personas trataba de forzar uno de los accesos, que permanecía cerrado.
Los violentos lanzaron botellas vacías contra las autoridades e incendiaron varias motos estacionadas en alrededores.
Los policías antidisturbios respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua en un violento encontronazo de un par de horas de duración, en paralelo al partido, y que inevitablemente trajo a la mente los disturbios sociales que el país ha vivido en los últimos cuatro meses en el marco de las protestas contra la impopular Reforma Laboral, cuyo efecto la Eurocopa había logrado disimular.
Algunos prendieron fuego a basura en la calle, bajo de la torre y hasta motocicletas.
Según la Policía, la Fan Zone habilitada para ver los partidos de la Eurocopa en pantallas gigantes al aire libre había sido cerrada tras alcanzar el número máximo de aforo, 90 mil personas, una hora antes de que comenzara el partido.
