Diego Armando Maradona, el militante de la izquierda y rebelde contra el sistema

Admirador de Ernesto ‘Che’ Guevara, la relación más estrecha de Maradona con políticos fue con Fidel Castro, compañero del ‘Che’ en la Revolución Cubana
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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Fuera de la cancha, a Diego Armando Maradona, fallecido este miércoles a los 60 años, se le criticó por diversos hechos, uno de ellos su afinidad y amistad con políticos de América Latina identificados con la izquierda.

Admirador de Ernesto ‘Che’ Guevara, la relación más estrecha de Maradona con políticos fue con Fidel Castro, compañero del ‘Che’ en la Revolución Cubana.

El grado de admiración de Maradona a Fidel fue tan grande que en diversas ocasiones el astro argentino se refirió al comandante cubano como su segundo padre, por lo que continuamente se les veía juntos en la isla conviviendo entre habanos y anécdotas.

Curiosamente, Maradona partió de este mundo en el día exacto del cuarto aniversario luctuoso de Fidel Castro.

Asimismo, Maradona nunca ocultó su amistad y admiración por Hugo Chávez, con quien convivió y apoyó en diversas ocasiones mientras fue presidente de Venezuela.

Cuando Chávez murió, Maradona continuó su relación con el régimen bolivariano de Nicolás Maduro, aunque ya no tan cercana.

Evo Morales, ex mandatario de Bolivia, se incluye en su lista de amigos. Incluso cuando la FIFA vetó los partidos a más de 3 mil metros de altitud, lo que afectaba a Bolivia, el ‘D10ego’ armó un partido junto a Evo para protestar.

Dentro de su país, Maradona no fue ajeno a la política, pues siempre se manifestó a favor de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, y fue duro crítico de Mauricio Macri, a quien consideraba un ignorante.

Esta afinidad política, y que durante su época de esplendor levantó la voz contra gobernantes y la Guerra de las Malvinas, abonaron para que sus fieles lo consideren más allá de una figura deportiva, en alguien que fue la voz de los oprimidos.

“Maradona significaba mucho más que un tipo que jugaba a la pelota, lo del Mundial del 86 es anecdótico, el Mundial lo iba a ganar porque jugaba bien a la pelota, lo que me enamoró de Maradona no es que haya ganado una Copa del Mundo, sino que haya perdido la final del 90 y todo lo que perdió al enfrentarse contra el poder y ponerse del lado de los más vulnerables, defender sus orígenes y llevar, más allá del dinero y la fama, a Villa Fiorito a sus espaldas”, explicó Walter Rotundo, miembro de la iglesia maradoniana, en entrevista con Reporte Índigo, el pasado 30 de octubre, con motivo del cumpleaños 60 de Maradona.

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