La inseguridad que se vive en México durante la actualidad ha alcanzado al futbol mexicano, pues Morelia es el primer equipo que aceptó que por culpa del crimen organizado en Michoacán no pudieron contratar refuerzos esta temporada, ya que más de la mitad de sus jugadores actuales han sido extorsionados.
Aunque se trataba de mantener como un problema interno, Álvaro Dávila, presidente de Monarcas, reconoció que no se pudo hacer de esa manera, y la noticia llegó a los jugadores que ellos contactaban para reforzar a su plantel, pues los futbolistas preferían advertir a sus compañeros antes de que pasaran un mal momento en el club.
“Es un tema medio delicado. Más de la mitad de nuestros jugadores han recibido llamadas de extorsión, eso se sabe porque se habla entre ellos y es una traba para que nuevos jugadores vengan, pues conocen la situación, sobre todo los extranjeros”, indicó el directivo en conferencia de prensa.
“Teníamos muy avanzadas las negociaciones, sobre todo con un centro delantero que juega en Paraguay y un defensa que venía del futbol europeo”
Pero el problema de las extorsiones hacia sus jugadores sólo es el principio del caos que se vive en el conjunto de Morelia, ya que las constantes manifestaciones de los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y la escasez de gasolina que tiene la entidad es otro tema que frena que los refuerzos lleguen, pues saben que Morelia es una ciudad inestable con sus habitantes y eso ha ocasionado que toda negociación no sea posible.
“También los comentarios que se hacen en el extranjero de la plaza cuando las noticias las filas que hay para cargar gasolina son las que aparecen, los bloqueos que hacen los maestros a las vías del ferrocarril y la inseguridad que hay también afecta en los refuerzos”, expresó Dávila.
El directivo lamentó que no hay empresarios que quieran invertir en el equipo y que el ingreso de taquilla es insuficiente, pues representa apenas el siete por ciento, más otro 28 por ciento de patrocinios.
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