Como mago que saca un conejo del sombrero, Stephen Curry frotó sus tenis y recuperó la magia para el Juego 2 de las finales, anotándose 32 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes.
No se había visto un Stephen como el de las presentes finales, ni siquiera en las dos temporadas anteriores que le dieron el MVP de la temporada pueden igualarse al juego que está teniendo el base.
Curry está 3.5 puntos por encima de lo que hizo en temporada regular, sumando más de 400 puntos en playoffs. El desempeño más cercano que ha tenido el jugador lo encontramos en la campaña del 2014-2015 cuando los Warriors ganaron el anillo, sin embargo Steph no contaba con la ayuda de Durant.
KD llegó desde Oklahoma no para opacar a Curry, como se manejó, sino para conectar su juego, la dupla suma 131 puntos de los 245 que han conseguido los Warriors anotar en la serie final.
Sin embargo las pérdidas de balón volvieron a ser el talón de Aquiles de los Warriors y de Stephen Curry que se le vio desconectado durante el primer periodo del segundo juego, sólo faltó un intercambio de palabras con Kerr para que el base de 29 años cambiara el chip y sacara de la manga jugadas de fantasía, irrespetuosas combinaciones que pusieron inclusive a bailar a un LeBron James que poco pudo hacer ante el embate de Stephen.
El saldo del segundo juego fue un 14-0 para Golden State en playoffs, pero James y Curry son los primeros rivales que consiguen un triple-doble en un mismo partido de finales.
