El proyecto cuenta con el apoyo de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados-Energía del Departamento de Energía de Estados Unidos y buscará perfeccionar el método de extracción. Foto: Pexels

Desarrollan tecnología con CO2 para reducir la cantidad de energía en la industria minera

Investigadores de la Universidad de Texas desarrollan tecnología para reducir la cantidad de energía que se utiliza en la industria minera

La industria de la minera comienza a modernizarse, investigadores de la Universidad de Texas están desarrollando una tecnología que podría reducir la cantidad de energía que se necesita para obtener minerales para transitar a energías limpias, ademas, de capturar gases de efecto invernadero.

El proyecto forma parte del programa ‘Innovaciones mineras para la recuperación de recursos con emisiones negativas’, una nueva iniciativa cuyo objetivo es desarrollar tecnologías para el mercado que aumenten el suministro nacional de elementos críticos necesarios para la transición a una energía baja o libre de carbono.

Transitar a fuentes con bajas emisiones de carbono requerirá, grandes cantidades de litio, níquel, cobalto y otros minerales críticos que existen en bajas concentraciones en la corteza terrestre.

La extracción de estos metales consume mucha energía y produce residuos, lo que puede afectar negativamente al medio ambiente y generar grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2).

El objetivo es reducir la cantidad de energía durante la extracción de los minerales

El innovador proyecto podría convertir esas emisiones en una herramienta utilizando el CO2 para debilitar la roca que contiene los minerales críticos, reduciendo la cantidad de energía necesaria para la extracción.

Otro de los objetivos es reducir significativamente las emisiones producidas durante el proceso de minería al almacenarlas de forma segura en las rocas, incluso, hacer que el sector sea carbono negativa, almacenando más carbono del que se produce, canalizando y almacenando las emisiones de CO2 procedentes de otras operaciones industriales.

Este almacenamiento de CO2 es posible gracias a la forma en que las rocas ultramáficas, que suelen contener minerales críticos que reaccionan con el carbono. El dióxido de carbono reacciona químicamente con la roca para romper mecánicamente su estructura, facilitando la extracción de los minerales y reduciendo el consumo de energía.

Esta reacción también convierte parcialmente la roca en caliza, incorporando el dióxido de carbono a la estructura mineral y almacenándolo permanentemente.

“Los procesos mineros generan mucho CO2 como subproducto”, explica Estibalitz Ukar, investigadora de la Oficina de Geología Económica de la Facultad de Geociencias Jackson de la Universidad de Texas.

“Si se puede capturar lo que se produce en la mina, entonces se puede llegar a una operación de bajas emisiones, lo cual es bueno, pero queremos utilizar las propiedades reductoras de CO2 de las rocas ultramáficas para ayudar a eliminar aún más CO2”.

El proyecto cuenta con el respaldo del Departamento de Energía de EEUU

El destacado proyecto cuenta con un apoyo de 5 millones de dólares de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados-Energía del Departamento de Energía de Estados Unidos, tendrá una duración de tres años y buscará perfeccionar el método de extracción en el laboratorio durante dos años antes de realizar una prueba de campo a gran escala en colaboración con la empresa Canada Nickel Company.

Se tiene previsto que la prueba de campo tenga lugar en uno de los 20 yacimientos recién descubiertos cerca de la frontera entre Estados Unidos y Canadá, el hallazgo constituirán una nueva fuente importante de minerales críticos en Norteamérica.

Si todo resulta favorable, el proyecto también haría económicamente más viables los yacimientos de baja calidad, esto sería un paso importante para aumentar la oferta disponible de minerales críticos de producción nacional.

“La demanda actual es alta, pero en los próximos tres a cinco años se producirá un enorme aumento con la transición a tecnologías de bajas emisiones, como los vehículos eléctricos”, afirmó la investigadora Ukar.