Para enfrentar la crisis hídrica IMCO proponen una ruta crítica para transitar hacia sistemas de aguas más eficientes y sostenibles. Foto: Pexels

Día Mundial del Agua: México vive su peor crisis hídrica

IMCO señala que, al cierre de febrero de 2024, el 69 % de la población padeció algún tipo de sequía

Este 22 de marzo se conmemora el “Día Mundial del Agua”, no obstante, México vive su peor crisis hídrica en décadas, varias regiones del país enfrentan escasez de agua.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) señala que, al cierre de febrero de 2024, el 69 por ciento de la población mexicana padeció algún tipo de sequía.

Advierte que esto no solo amenaza la disponibilidad, también la calidad del agua. Corregir el rumbo en materia hídrica será uno de los principales retos que enfrentarán las administraciones que resulten elegidas durante las elecciones de junio. La agenda del agua debe ser prioridad para los próximos gobiernos.

Ante este complicado panorama, IMCO ha desarrollado una agenda para abordar los principales desafíos que enfrenta México en materia hídrica.

Por esta razón, ha planteado una serie de propuestas concretas sobre el manejo del agua. Mejorar la gestión del agua requiere una agenda amplia, plural, que involucre a los tres niveles de gobierno, estados, municipios, así como a los sectores agropecuarios e industriales, academia y organizaciones no gubernamentales.

Las acciones proponen una ruta crítica para transitar hacia sistemas de aguas más eficientes y sostenibles, su implementación no solo requiere recursos financieros, también voluntad política. Solo así se podrá evitar que la crisis que padece México desde hace meses no se repita en los próximos años.

Monitoreo del uso del agua

  • Mejorar el monitoreo del uso del agua, principalmente en el sector agropecuario. El objetivo es contar con datos e indicadores que permitan una gestión más eficiente del agua en el país.
  • Desarrollar proyectos climáticos en este sector, a través, de la compra y venta de bonos de carbono o financiamientos climáticos como el Fondo Verde del Clima (GCF).
  • Desarrollar un plan para el uso eficiente del agua a través de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) para que los usuarios de la industria no rebasen su volumen autorizado. Se debe trabajar con los organismos locales y distritos de riego para implementar técnicas eficientes para el uso del agua, por ejemplo, el riego por goteo, por aspersión, el uso de reciclaje de aguas o la captación de aguas de lluvia y utilizar técnicas de conservación de suelos para mejorar la retención y uso del agua de lluvia.
  • Evaluar y actualizar la delimitación de los acuíferos en que se encuentra dividido el país con criterios geofísicos en vez de geopolíticos.
  • Garantizar, mediante el presupuesto diseñado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Congreso de la Unión, recursos suficientes para que la CONAGUA pueda invertir en tecnología y recursos humanos para desarrollar un sistema de información de recursos hídricos robusto y confiable. Profesionistas altamente calificados para diseñar, implementar y mantener seguro el sistema.
  • Ajustar los volúmenes abiertos a concesionar para extracción de agua superficial o subterránea, de modo que se ajusten a la disponibilidad anual ambientalmente sostenible. Las extracciones de fuentes subterráneas no deben superar los volúmenes de recarga, mientras que para las superficiales no deben superar el agua superficial renovable neta de los requerimientos ambientales. Es necesario garantizar que las transferencias de los títulos de concesión solo se puedan llevar a cabo bajo la supervisión de la CONAGUA, con monitoreos de acceso público y concesiones transparentes a través de una política de datos abiertos.
  • Garantizar inspecciones y vigilancia por parte de la CONAGUA y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) de modo que sean suficientes para los sistemas de aguas. Aunque es un mandato por ley, en la práctica estas acciones son limitadas e insuficientes para los riesgos que enfrenta el país en términos de contaminación y sobreexplotación. Esto abre camino a la corrupción y promueve un uso ineficiente del agua.
  • Mejorar los sistemas de información tarifaria por parte de la CONAGUA. La Federación debe realizar anualmente la recolección de datos sobre tarifas, incluyendo metodologías y criterios considerados para su cálculo. Estos deben estar disponibles para la consulta pública.

Fortalecimiento de la planificación estatal del agua

  • Fortalecer la planificación estatal del agua de modo que la recaudación tarifaria sea equitativa con el gasto, en coordinación con la CONAGUA y la SHCP. Esto permitiría una recaudación más equitativa, que financie adecuadamente los gastos y garantice el acceso equitativo y sostenible al agua para todos los ciudadanos.
  • Desarrollar una agenda de trabajo conjunta entre la CONAGUA, los Consejos de cuenca y los gobiernos locales en materia de recursos hídricos. La Federación y los Consejos de cuenca se deben coordinar con las entidades federativas y municipios con las que se encuentran relacionados para evaluar y asegurar que sus decisiones no afecten la disponibilidad de agua para otras entidades. Asimismo, deben coordinarse con los municipios y la Federación para comunicar desde sus localidades las deficiencias y necesidad de actualización de políticas mediante información periódica del uso y gestión del agua.

Inversión, modernización e infraestructura

  • Invertir en modernización y conservación de infraestructura. México necesita mejorar su infraestructura hídrica para una gestión más eficiente, principalmente para atender el problema que representan las tomas clandestinas y las fugas.
  • Promover un mayor volumen de tratamiento de aguas residuales, a través de la CONAGUA y los municipios, principalmente en el sector agropecuario. Las tendencias mundiales muestran que, para tener una mayor disponibilidad y calidad del agua, este volumen debe ser mayor.
  • Garantizar suficientes recursos financieros por parte de la Federación para los municipios para la correcta operación de los sistemas de aguas municipales. Sin municipios funcionales no habrá sistemas de aguas funcionales.
  • Fortalecer a los municipios para mejorar los sistemas de cobro y de monitoreo por parte de los estados y la Federación. Es importante capacitar periódicamente al personal encargado de la administración y gestión del sistema de agua potable en los municipios, para que puedan comprender y aplicar de manera eficiente los diferentes mecanismos de cobro. Esto incluye la capacitación tanto en aspectos técnicos, financieros, así como legales.