Más deuda, peores servicios

En los últimos años, los municipios en el país han incrementado su gasto, sin embargo, los bienes y servicios que proporcionan a la población siguen siendo deficientes.

 

299
millones de pesos fue el gasto promedio por municipio en 2014
La deuda de los municipios es equivalente al presupuesto total del 2016 de Colima, Morelos y Tlaxcala

En los últimos años, los municipios en el país han incrementado su gasto, sin embargo, los bienes y servicios que proporcionan a la población siguen siendo deficientes.

 

Según el Índice de Información Presupuestal Municipal 2016 elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), entre 2004 y 2014 el gasto de los gobiernos municipales creció 66.8 por ciento en términos reales.

 

Mientas que en 2004 ejercieron en total 165 mil millones de pesos, en solo 10 años aumentaron a 411 mil millones de pesos. Un gasto en promedio por municipio de 299 millones de pesos en 2014.

 

Y con el incremento del gasto, aumentó también la deuda de los municipios. Según el documento del IMCO, al 30 de junio de 2016, los pasivos municipales eran de más de 47 mil millones de pesos.

 

La deuda de los municipios es equivalente a la suma del presupuesto total del año 2016 de los estados de Colima, Morelos y Tlaxcala.

 

En 2006, 583 municipios en el país tenían deuda contratada, y su saldo promedio era de 23.1 millones de pesos. Una década después son 835 municipios endeudados, y el saldo promedio es de más del doble, 56.6 millones de pesos.

 

Para Diego Díaz, investigador del IMCO, la deuda en sí, no es mala, pues es un mecanismo de financiamiento que debería servir para la obra pública o la infraestructura.

 

“Pero esta deuda se contrata muchas veces en condiciones de opacidad y donde no tenemos nosotros la certeza de que se haya destinado efectivamente a infraestructura pública, y que no se destine, en el mejor de los casos, a gasto corriente, como por ejemplo, aguinaldos.

 

“No es lo mejor que haya endeudamiento, sobre todo en niveles de cumplimiento muy bajos que precisamente documentamos en materia presupuestaria”, explica.

 

Con el incremento del gasto y la deuda, el promedio de satisfacción ciudadana con los servicios públicos municipales es de 4.1 sobre 10, lo cuál habla que todos los recursos no han servido para mejorar la prestación de servicios por parte de los ayuntamientos.

 

“Esperamos que la calidad de gasto de estos órdenes de gobierno mejore de manera importante porque los servicios públicos que proveen actualmente no son los mejores, hay una amplia insatisfacción ciudadana”, asegura Díaz.

 

El panorama para 2017 no es muy alentador para los municipios.

 

No vendrá el recorte en el Presupuesto de Egresos 2017, que incluye una reducción en los fondos que se transfieren a los municipios; en abril de este año se aprobó la Ley de Disciplina Financiera, la cuál pretende regular los mecanismos de endeudamiento de los gobiernos estatales y municipales, por lo que una correcta implementación de la misma, dificultaría la contratación de más deuda.

 

“Derivado de esta ley, los municipios ya no van a poder acceder tan fácilmente al mercado financiero para seguir endeudándose. La deuda ya no es alternativa”, detalla Diego Díaz.

 

Por lo tanto, los gobiernos municipales tendrán que hacer ajustes  para mantener unas finanzas sanas, y mejorar la calidad de sus servicios.

 

“El dinero fácil, que es el dinero federal para los municipios, no va a seguir creciendo, como lo había venido haciendo los últimos años, y si quieren los municipios seguir cumpliendo sus funciones y obligaciones, o mejoran su gasto o aumentan su recaudación, o ambas”, señala el investigador del IMCO.

 

Reprobados en transparencia

 

El punto central del Índice de Información Presupuestal Municipal es evaluar la calidad de la información de las leyes de ingresos y presupuestos de egresos de una muestra representativa de los municipios del país.

 

“Nos enfocamos en el aspecto de la transparencia presupuestaria y en que los municipios nos digan en sus presupuestos y en sus leyes de ingresos cuánto estiman gastar y en que conceptos y cuanto estiman recibir por los distintos ingresos que poseen”, detalla el investigador del IMCO, Diego Díaz.

 

En total, se evaluaron 453 municipios, y la elección de los mismos obedeció a una metodología en donde se tomaron en cuenta a los municipios más importantes del país, los que más gastan, capitales de estado o que se encuentren en zona metropolitano.

 

Según el estudio del IMCO, en donde se toman en cuenta 80 criterios agrupados en 9 secciones, que van desde el acceso a la información, deuda pública, saldos, número de funcionarios o desglose de salarios, en promedio, los municipios evaluados apenas cumplen un 35 por ciento de los criterios.

 

“El nivel de opacidad en materia presupuestaria no solo está reprobados, sino que están más que reprobados. Podemos asegurar a partir de este índice refleja la realidad de los municipios de este país, que se están manejando en condiciones de opacidad, simple y sencillamente ni dan cumplimiento a la ley”, afirma Díaz.

 

Solo 63 municipios tienen un desempeño sobresaliente, de entre 94 y 100 por ciento de cumplimiento. Otros 103 se ubicaron en un nivel de entre 34 y 71 por ciento, y 287 municipios obtuvieron una calificación de entre el 0 y el 33 por ciento.

 

En el estudio de 2015, el cumplimiento en términos globales fue de un 33 por ciento, lo cuál habla de una ligera mejoría del 2 por ciento.

 

En relación al año pasado, 196 municipios mejoraron su nivel de cumplimiento, 91 permanecieron sin cambios y 126 más empeoraron.

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