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Llueve sobre el desastre

La mañana del 14 de septiembre de 1988, México conoció a “Gilberto”.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) lo señaló como uno de los huracanes más intensos, devastadores y mortíferos registrados en el océano Atlántico durante el siglo XX.

México lo comprobó de primera mano.

El llamado “huracán del Siglo” llegó desde el sur y cruzó el país dejando a su paso un halo de destrucción, especialmente en Yucatán, Tamaulipas y Nuevo León, aunque Quintana Roo y Coahuila también sintieron su poder.

Exactamente 26 años después, llegó “Odile”.

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lugar ocupa Paulina entre los desastres naturales más devastadores de México

La mañana del 14 de septiembre de 1988, México conoció a “Gilberto”.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) lo señaló como uno de los huracanes más intensos, devastadores y mortíferos registrados en el océano Atlántico durante el siglo XX.

México lo comprobó de primera mano.

El llamado “huracán del Siglo” llegó desde el sur y cruzó el país dejando a su paso un halo de destrucción, especialmente en Yucatán, Tamaulipas y Nuevo León, aunque Quintana Roo y Coahuila también sintieron su poder.

Exactamente 26 años después, llegó “Odile”.

Apareció en la Baja California y en menos de dos días ya tenía a la península sumida en el caos.

Calles inundadas, casas y hoteles destruidos, saqueos y problemas para el abastecimiento de agua potable, además de combustible.

“Todo el lugar está devastado, las ventanas quedaron destruidas, los árboles y los cables de electricidad están tirados por el suelo”, dijo Mauricio Balderrama, manager del Cabo Surf Hotel y Spa en San José del Cabo, a la agencia Reuters.

De “Gilberto” a “Odile”, al menos ocho huracanes de alta intensidad han tocado tierras mexicanas de norte a sur y de este a oeste.

De acuerdo al documento “Adaptación al cambio climático en México: visión, elementos y criterios para la toma de decisiones”, durante la década pasada el promedio anual de daños económicos causado por inundaciones y huracanes se estima en 21 mil 368 millones de pesos.

Las pérdidas económicas causadas tan solo por los huracanes Emily, Stan y Wilma se calcularon en 4 mil 600 millones de dólares.

El informe presentado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático en el 2012, señala que en los últimos 20 años México ha enfrentado un creciente número de afectaciones debido a fenómenos hidrometeorológicos, como huracanes, inundaciones y sequías, los cuales han dejado altos costos económicos y sociales, así como pérdidas humanas.

Sin embargo, para Norlang García Arróliga, subdirector de estudios económicos y sociales del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) estos desastres no son naturales.

“Son socialmente construidos por familias que, por precariedad económica, se asientan en zonas irregulares o desarrollos que se autorizan sin un diagnóstico previo”, apuntó.

La pobreza, recalcó García Arróliga, también es un problema estructural que se va gestando igual que los desastres.

“El desastre se exacerba por la pobreza”.

Según el Índice de vulnerabilidad frente a inundaciones, desarrollado con el aval del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), se calcula que el 25 por ciento de la población, equivalente a 28 millones de mexicanos, vive en áreas susceptibles a inundación, reportó CNNMéxico.

Y a 26 años de aquel encuentro con “Gilberto”, el índice de pobreza en el país está lejos de reducirse.

A pesar de que año con año se incrementa el monto de recursos públicos para combatirla, las cifras más recientes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) muestra que hasta el 2012, el 19.7 por ciento de la población en México aún vive en condición de extrema pobreza.

> 1988
Gilberto

Cuando este huracán tocó tierra en Yucatán, era categoría 5. Sus vientos alcanzaron los 300 km/h, colocándolo como el tercer huracán más intenso desde que se tiene registro. Cuando llegó a Tamaulipas era categoría 3.

> 1997
Paulina

Tocó tierra en Oaxaca como categoría 4. Se internó en Guerrero en donde dejó devastado Acapulco. Cerca de 300 mil personas se quedaron sin hogar tras su paso. Se registraron daños por casi 80 mil millones de pesos.

> 2002
Kenna

Catalogado como el tercer huracán más poderoso en México, tocó tierra en Nayarit como categoría 5. Luego pasó a las costas de Jalisco. Dejó pérdidas materiales por más de 100 millones de dólares.

> 2005
Wilma

Tocó tierra en Cozumel cuando aún era categoría 4. Con vientos superiores a los 230 kilómetros y rachas de hasta 285 kilómetros, el ciclón azotó la parte sur del país. Ha sido el huracán más intenso registrado en el Atlántico.

> 2005
Emily

Fue el primero en alcanzar categoría 5 ese año. Entró por Yucatán y pasó a Quintana Roo donde permanecieron varados unos 30 mil visitantes. Después del cruce de la bahía de Campeche, tocó tierra en el estado de Tamaulipas.

> 2006
Lane

El ojo de Lane azotó la costa de Sinaloa como categoría 3 y dejó a su paso millonarias pérdidas materiales. Más de 3 mil personas que perdieron sus casas y alrededor de 150 mil familias en once municipios fueron afectadas.

> 2007
Dean

Su fuerza, categoría 5, se sintió en Campeche, Veracruz, Puebla, Hidalgo, Michoacán, el Estado de México y Jalisco. Dejó sin casa a más de 800 personas. Solo en Quintana Roo dejó daños por más de 2 mil millones de pesos.

> 2010
Alex

Golpeó fuertemente Tamaulipas y Nuevo León., aunque tocó tierra como categoría 2. Las pérdidas materiales fueron por cerca de 800 millones de dólares. El ciclón impidió la producción de 420 mil barriles de petróleo crudo.

> 2013
Manuel

En Sinaloa fue el primer punto en donde tocó tierra y aunque fue categoría 1, fue el más destructivo de ese año simultáneamente con el Huracán Ingrid. el estado mas dañado fue Guerrero. Se reportaron más de 100 muertos.

> 2014
Odile

Baja California Sur recibió al ciclón hasta ese momento, categoría 3. De un día para otro pasó de categoría uno a cuatro y actualmente se encuentra en categoría uno. 30 mil personas se encuentran en albergues.

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