A tres semanas de que la guerra en Ucrania comenzara, China se ha quedado atrás en su respaldo político

China, un país indefinido en la guerra de Ucrania debido a las relaciones que podría romper con Estados socios

A tres semanas de que la guerra en Ucrania comenzara, China se ha quedado atrás en su respaldo político, evitando apoyar tanto al gobierno ucraniano como al ruso, debido a las relaciones económicas y de intercambio que podría romper con estas y otras naciones

Desde hace 21 días, Ucrania ha recibido el apoyo y la solidaridad de gran parte del mundo. Tras su invasión por órdenes de Rusia, el país europeo no ha sido olvidado, aunque algunos Estados siguen sin oficializar su respaldo, como China.

Ante un panorama de al menos 726 muertos, mil 174 heridos y tres millones de refugiados, de acuerdo con el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, los principales aliados del gobierno ucraniano han sido Estados Unidos, Canadá, la Unión Europa y Reino Unido, enviándole ayuda humanitaria y aplicando sanciones económicas a Rusia.

Sin embargo, naciones como China han sido las que más incertidumbre han ocasionado, debido a su falta de acciones en contra de las iniciativas del presidente ruso, Vladimir Putin, y al escaso apoyo a Ucrania en organismos internacionales.

En ese sentido, el líder asiático refleja un interés mucho más individual que de grupo, pues en caso de velar por Ucrania y unirse a los países de Occidente, podría poner en riesgo la relación comercial que ha construido con Rusia, y viceversa.

“A China no le convendría inmiscuirse en esta situación de la guerra en Ucrania, porque perdería la posición que le ha costado tanto tiempo ganar como la segunda economía mundial.

“Y aunque se sabe que el Estado asiático tiene un gran ejército y que ha apostado en los últimos años a inyectar grandes capitales a su tecnología militar, no está dispuesto a ir a la guerra. Perdería más de lo que podría ganar”, opina al respecto la maestra Cristina Godos González, especialista en política de Asia e internacionalista de la UNAM.

Con la Unión Europea, por ejemplo, el gobierno del presidente Xi Jinping daría por perdidas las reuniones que tiene de manera anual, como el Diálogo Macroeconómico entre la Comisión Europea y la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China.

Además, en caso de respaldar a Rusia, disminuiría la compra de productos agroalimentarios chinos por parte del grupo de los 27, que en 2020 tuvo un valor aproximado de 56 mil 100 millones de euros, de acuerdo con la Delegación de la filiación europea en China.

Por otro lado, en América del Norte, mientras que con Estados Unidos agudizaría la guerra comercial que comenzó con la administración del expresidente Donald Trump, minimizando también el diálogo que hasta ahora han mantenido, con Canadá se disolvería su relación de política económica y comercial, así como su acceso al mercado y cooperación regulatoria.

Asimismo, podría poner en riesgo su estancia en organizaciones como el G20, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), y la Organización Mundial del Comercio, donde es uno de los miembros más destacados.

Pero además de lo económico y comercial, la maestra Godos González agrega que otro aspecto por el cual China no se ha inmiscuido en la invasión de Rusia a Ucrania, es por el tema de la crisis sanitaria.

“Esta pandemia no ha terminado. Hay un nuevo brote en China que (el gobierno) está evitando propagar, y eso cuesta dinero; entonces, sin recursos no podría tener una pronta solución”, apunta.

China una nación cuidadosa

A tres semanas de que la invasión a Ucrania comenzara, la posición de China ante ese panorama sigue siendo manejada de manera cautelosa por sus representantes internacionales, en espera de que eso no cambie ni a corto ni a mediano plazo.

Ante su papel en la Asamblea General de la ONU, por ejemplo, el líder asiático ha optado por abstener su participación, como sucedió en la sesión del pasado 2 de marzo, cuando China se integró a los países que decidieron no emitir su voto para que se condenara la invasión por parte de Rusia, reflejando desde entonces la postura que tendría más adelante.

Además, ha negado que haya negociado un apoyo directo con Rusia como así se ha esparcido en medios internacionales, asegurando que el presidente ruso le solicitó refuerzos a su homólogo de Pekín.

“A raíz de esta invasión, muchos países que antes apoyaban a Rusia ahora se pusieron muy cuidadosos, y el único socio que lo está apoyando en los organismos internacionales es China al no votar (en su contra)”, dice el doctor Andrii Ryzhkov, académico de la UNAM.

Del mismo modo, el doctor señala que China abiertamente nunca va reconocer que “por debajo del agua” está apoyando a Rusia, en caso de que esto sucediera, pues el líder asiático haría todo lo posible para que se mantuviera en secreto.

“Ese es el modus operandi de China, lo ha sido siempre (…). Oficialmente va a decir que no hay nada, que no existen esas negociaciones, aunque tampoco le conviene intervenir porque perjudicaría su comercio exterior”, agrega el doctor.

En ese sentido, Ryzhkov deja en claro que Rusia se puso entre la espada y la pared, pues además de China no tiene otros socios parecidos en el mundo.

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