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Feminicidio: Doble crimen

Apesar de mecanismos como la Alerta de Violencia de Género, los abusos, los maltratos y las muertes de mujeres no cesan en México.

Las estadísticas de probables casos de feminicidios crecen todos los días ante la indiferencia de las autoridades.

Activistas y Organizaciones No Gubernamentales aseguran que existe una resistencia por parte de las autoridades para clasificar los asesinatos con una clara connotación de género como un feminicidio, provocando que no se tomen medidas de protección a las víctimas de violencia.

73%
de los de feminicidios en el Estado de México, la víctima había denunciado previamente a su agresor, según el PRD
Ha habido acciones, el legislativo ha destinado recursos suficientes, se han hecho muchas cosas, pero no está funcionando. Ahí sigue la violencia”.
Martha TagleSenadora
En 2007 se propuso un banco de datos sobre muertes violentas de mujeres. A casi 10 años no se ha creado
Parece que vivimos en un país que no ama a las mujeres, en todos los sentidos (…) es un problema estructural que está presente en todo el país”
Karla Michel SalasAbogada y activista

Apesar de mecanismos como la Alerta de Violencia de Género, los abusos, los maltratos y las muertes de mujeres no cesan en México.

Las estadísticas de probables casos de feminicidios crecen todos los días ante la indiferencia de las autoridades.

Activistas y Organizaciones No Gubernamentales aseguran que existe una resistencia por parte de las autoridades para clasificar los asesinatos con una clara connotación de género como un feminicidio, provocando que no se tomen medidas de protección a las víctimas de violencia.

Tal es el caso de Niza Fernanda, quien fue secuestrada y asesinada por su expareja. A dos años del suceso, el expediente se mantiene sin sentencia y es procesado como secuestro agravado.

“Si le ponemos el nombre de feminicidio no estamos hablando de otro delito, sino de una crisis social”, señala Pilar, tía de Niza Fernanda.

En México, 31 de las 32 entidades tienen tipificado el feminicidio como delito, sin embargo, no existen estadísticas oficiales sobre las víctimas de crímenes en el contexto de violencia de género.

“No ha habido por parte de las autoridades en el país, una estadística real, y en la mayor parte de los casos, lo que buscan es tapar el tema para reducir el número de mujeres que hayan sido asesinadas por razones de género”, asegura la senadora Martha Tagle.

Para Tagle, el feminicidio es la más grande de las epidemias que existen en el país, porque mata a más mujeres que cualquier otra enfermedad.

“Cuando se declaró la alerta por la influenza, todo mundo emprendió acciones para controlarla, algo así deberíamos de implementar para controlar esta violencia homicida, no se va a desaparecer, pero sí se puede controlar”, señala.

Desde la promulgación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia, en enero de 2007, ya se hablaba de un banco nacional de datos sobre muertes violentas de mujeres.

Hoy, a casi 10 años, esta base de datos no se ha creado.

Ante la falta de datos confiables por parte de los gobiernos, federal y estatales, las organizaciones de la sociedad civil han llevado a cabo la labor de conteo, basándose en reportes periodísticos y del ministerio público.

Una alerta Silenciosa

Hace un año se emitió por primera vez en México la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) un mecanismo de la Secretaría de Gobernación que consiste en un conjunto de acciones de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida.

Fueron 11 municipios del Estado de México en donde se declaró la alerta en julio de 2015 ante el incremento de los crímenes violentos contra las mujeres.

Hoy la AVGM está activada en otros estados como Morelos, Michoacán, Jalisco. Sin embargo, a un año de la primer declaratoria, organizaciones de la sociedad civil advierten que el problema no ha disminuido, sino todo lo contrario.

Organizaciones como el Observatorio Ciudadano Oficial del Feminicidio, que han hecho investigación para obtener sus propias cifras, advierte que la violencia feminicida ha ido a la alza.

El grupo parlamentario del PRD en el Congreso del Estado de México, reconoce que se han implementado una serie de acciones tras la declaratoria, sin embargo, a un año de la activación del mecanismo, aún no hay resultados en la entidad.

“En estos momentos, el Estado de México se ubica como el número 1 en todo el país en feminicidios”, afirma Juan Zepeda, coordinador de la bancada perredista en Edomex.

‘Seguro se fue con el novio’

Niza Fernanda fue secuestrada y posteriormente asesinada en julio 2014 en la Ciudad de México por su expareja, en complicidad con el hombre que en ese momento era su compañero sentimental.

Dejó huérfanas a dos niñas: una de 3 y otra de 1 año.

Su caso, como muchos otros, se tropezó no solamente con la falta de una actuación pronta por parte de las autoridades y en donde fueron los familiares quienes proporcionaron la evidencia que terminó por encontrar a los culpables.

Además de eso, la familia de Niza Fernanda tuvo que enfrentarse a señalamientos y suposiciones por parte de las autoridades. Una estigmatización que persiste entre los que imparten justicia.

“Cuando levantamos la denuncia nos hicieron suposiciones absurdas que siempre tiene la policía.

Seguro se fue con el novio, seguro se fue de parranda, seguro que anda en una fiesta. Ya teníamos una llamada pidiendo rescate, ya no estábamos jugando”, señala Pilar, tía de Niza.

A más de dos años de la tragedia, el caso sigue sin sentencia y apenas está por comenzar el desahogo de pruebas. Aunque todo apunta a una sentencia condenatoria, el proceso ha sido desgastante para la familia.

A pesar de que las evidencias muestran que la intención era desde un inicio matarla –lo que apunta hacia un crimen de género– el caso no es procesado como feminicidio, sino como secuestro agravado.

La familia de Niza ha pedido que el caso sea procesado tanto por secuestro agravado como por feminicidio, pues esto permitiría una sentencia sumatoria, que aseguraría que los asesinos jamás salgan de la cárcel.

Pilar, tía de la víctima, está convencida de que el hecho de no hablar de feminicidio, obedece a la intención de la autoridad de ocultar el problema, de dejarlo como un crimen más sin reconocer la crisis en que se encuentran las mujeres.

Prevención, la clave

Karla Michel Salas, abogada y activista de los derechos de las mujeres, señala que hoy existe mayor atención por parte de la sociedad civil a las acciones del gobierno en cuanto a la violencia de género.

“Decirle a la mujer: tú tienes derecho a una vida libre de violencia, es una prevención mal entendida”, explica.

Uno de los principales problemas en la fase de prevención ha sido la omisión de las autoridades de procuración de justicia en temas como la implementación de órdenes de protección.

“La mayoría de las mujeres en nuestro país han sido asesinadas por sus parejas sentimentales y muchas de esas mujeres ya habían acudido a denunciar, a pedir ayuda, y éstas fueron omisas al no dictar las órdenes de protección y establecer la mediación o conciliación”, detalla.

La falta de capacitación de los servidores públicos es otro de los grandes obstáculos que enfrentan los familiares de las víctimas, señala la activista.

Faltan acciones contundentes

Existe también la percepción de que las autoridades están fallando en tomar medidas para la prevención de la violencia de género en contra de las mujeres.

“Parece que vivimos en un país que no ama a las mujeres, en todos los sentidos. No es un asunto solo de un gobierno, o de un solo partido, en realidad es un problema estructural que está presente en todo el país”, señala Karla Michel Salas, abogada y activista.

Activistas, legisladores y organizaciones de la sociedad civil, coinciden en que hacen falta acciones más contundentes para controlar el problema, y una participación más activa no solo del gobierno, sino de la ciudadanía y la iniciativa privada.

Hasta el momento, las medidas emprendidas por el Estado, incluida la declaratorio de la Alerta de Violencia de Género en el país, no ha frenado la escalada en los crímenes violentos contra las mujeres.

Además, sumando los estados que ya cuentan con el mecanismo, así como los que lo han solicitado, parece evidente que se trata de un problema de una escala a nivel nacional, un indicador de la situación actual de las mujeres mexicanas.

Mientras tanto, los crímenes de odio contra las mujeres continúan, muchos de ellos ni siquiera son investigados, otros tantos quedan impunes, y de los restantes, las propias autoridades tratan de disfrazar la profunda crisis.