En medio de la situación caótica de la Eurozona, todavía no hay consenso sobre el remedio final para salir de la crisis.

España en particular parece un paciente en cuidados intensivos, a quien su cuerpo no parece responder ante los remedios.

Para el rescate bancario, las autoridades europeas han publicado las condiciones necesarias que tienen que llevar a cabo los bancos y el gobierno español.

También hay esfuerzos por parte del gobierno español para contener la deuda, por medio de ajustes a las finanzas públicas.

En la víspera de un rescate a los bancos españoles se esconde un problema más preocupante. Más allá de sus efectos o sus consideraciones políticas, se nota que los rescates, como este último, no han podido eliminar la incertidumbre de los mercados.

Lo que los economistas conocen como rendimientos decrecientes, está tomando vida frente a nuestros ojos.

Según este concepto, los beneficios de tomar cualquier decisión económica al principio son altos, pero a medida que la decisión se sigue tomando, cada vez se obtienen menos.