Existe un paralelismo entre la sociedad actual y el mundo ficticio planteado por George Orwell en su libro titulado 1984. Una sociedad donde se manipula la información y se mantiene una vigilancia masiva sobre los individuos.
En la novela publicada en junio de 1949 -en el mundo de posguerra- ya se planteaba el concepto de un ente omnipresente y vigilante, el Gran Hermano, parte de un aparato represor que no permite el pensamiento crítico, que mantiene a los hombres bajo su puño de hierro.
Hoy, el escenario apocalíptico orwelliano parece estarse convirtiendo en una realidad.