En diciembre del 2015 la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, incrementó su tasa de interés de referencia por primera vez en casi una década, colocándola en un intervalo de entre 0.25 y 0.5 por ciento.
La institución además pronosticó que para el cierre del 2016 ésta se encontraría en un punto porcentual más arriba, lo cual fue interpretado por los expertos como un alza de 25 puntos base cada trimestre.
Pero un mes después las cosas se ven muy diferentes.
Rolando Hinojosa