Dice el dicho que “el buen hijo siempre regresa a casa” y este puede ser aplicado a Ignacio Ambriz.

Tras su exitoso paso por el club en la década de los 90, ayer fue presentado como nuevo entrenador de los Rayados del Necaxa, club en el que debutó como futbolista profesional y en el que se retiró en 2001.

Nacho entra en relevo de Alfonso Sosa, timonel con el que Necaxa regresó a Primera División y además alcanzó la semifinal del Apertura 2016, por lo que Ambriz consideró que “Poncho” dejó “la vara alta”.

Necaxa apeló al espíritu de los “11 hermanos” y se convirtió en el último semifinalista del Apertura 2016.

Nadie contaba con ellos, pero su paso ha sido como de “rayo” en el presente torneo.

Lejos de enfrentar un torneo con sobresaltos, el Necaxa ha sido una grata revelación en el torneo para ser el “benjamín” del futbol mexicano.