Permitir la existencia de funcionarios corruptos en las áreas de catastro y registro en las administraciones locales cuesta mucho a particulares y a los sistemas de impartición de justicia en México.
Las mafias del despojo solo pueden operar si un notario, o alguien de un catastro municipal o del registro, les abrió la puerta con una escritura falsa o un doble registro.
En Jalisco ya existe evidencia documentada de que hay alteraciones de folios en administraciones municipales.
Ángel Plascencia