La Iglesia católica en la región de Trento, en el norte de Italia, sancionó a un sacerdote que dijo que la pedofilia en la Iglesia la causaban niños que buscaban el afecto de los sacerdotes.

La Arquidiócesis de Trento anunció en un comunicado que había retirado al reverendo Gino Flaim de todas las labores pastorales y le había prohibido predicar, tras la emisión de una entrevista con el párroco el martes por la noche en la televisora La7.

En sus primeras declaraciones como cardenal, Alberto Suárez Inda no se guardó nada.

Habló de la tragedia de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, de la corrupción, de la doble vida de algunos católicos, de migración, de abusos sexuales contra menores y del descrédito de las autoridades en general.

Suárez Inda, quien el pasado sábado fue nombrado cardenal por el Papa Francisco, señaló en conferencia de prensa en Roma que percibe cierta manipulación política en el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala.

Para la Iglesia Católica en México, todos los partidos políticos en el país son malos, pero el PRD es el peor. 

Un editorial publicado ayer en el semanario católico Desde la Fe señala que aunque “en México han fracasado todos los partidos políticos porque no han buscado en el ejercicio de gobierno el bien de la sociedad, sino beneficios personales y de un grupo a través de una insultante corrupción”, los partidos de izquierda en particular han hecho un trabajo deplorable. 

La forma en que el Papa Francisco ha dirigido el destino de la Iglesia católica ha provocado que la jerarquía eclesial mexicana haya cambiado su manera de ejercer el ministerio religioso… al menos en la forma.

Para Roberto Blancarte, catedrático de El Colegio de México y especialista en religiones, la jerarquía de la Iglesia mexicana se enfrenta al reto de suavizar su postura en temas para los que ha sido especialmente conservadora y que ahora son tratados con mayor apertura por el Papa Francisco.

A partir del 1 de septiembre, las iglesias  deberán fiscalizar sus ingresos.

Tras darse a conocer la noticia, los sacerdotes elevaron  su grito hasta el cielo, al considerar esto injusto y oneroso, siempre bajo el argumento de que son pocas limosnas que reciben. 

Y aunque en algunos casos incluso podrían declarase en franca rebeldía, lo cierto es que los tiempos del  “dinero sagrado”, parecen haber acabado.