Luego de la explosión en el edificio de Pemex en la ciudad de México el pasado 31 de enero, la Procuraduría General de la República (PGR) entregó los restos de María Canales a la familia equivocada, mientras que la verdadera familia mantuvo la esperanza de hallarla con vida.
De acuerdo a la Comisión Nacional de Derecho Humanos (CNDH), al menos dos personas siguieron participando en la extracción de escombros en los días posteriores al accidente, y distribuyeron datos con señas particulares de su familiar para intentar dar con su paradero.
Indigo Staff