Desde que en 2010 WikiLeaks comenzó a difundir material secreto que puso en evidencia las malas prácticas de gobiernos y corporaciones alrededor del mundo, el Gobierno de Estados Unidos –el principal afectado por las publicaciones– se ha esforzado en contener la difusión del material clasificado.
El más reciente de estos intentos proviene de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, y tiene como objetivo un medio de comunicación en particular.
Bernhard Buntru