Tras más de 10 años al frente de la presidencia, y después de ser reelecto en dos ocasiones, el mandatario ecuatoriano Rafael Correa se prepara para dejar el cargo después de haber transformado, para bien y para mal, el país sudamericano.

Uno de los alumnos más avanzados de los hermanos Castro y del venezolano Hugo Chávez decidió no participar en el proceso electoral para renovar la presidencia, aunque a través de su candidato, Lenin Moreno, pretende la continuidad de su legado.

Un grupo de presos suscribió contratos en Ecuador con empresas para realizar trabajo remunerado y el salario que perciban será destinado a sus familias, a las víctimas de sus delitos y a un fondo para cuando salgan libres.

Este proyecto piloto empezó en la ciudad portuaria de Guayaquil, a donde acudió la ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, como testigo de honor de la suscripción de los primeros contratos laborales con un grupo de 30 presos.

El presidente ecuatoriano Rafael Correa emprendió una campaña contra la petrolera Chevron.

Para ello, el mandatario convocó a decenas de periodistas a la selva amazónica, hundió su mano derecha entre los matorrales y la mostró impregnada de petróleo.

“Esto es lo que ha hecho Chevrón-Texaco. Es la mano negra (de ellos)”, dijo Correa al exhibir el crudo en su palma.