Las organizaciones delictivas que han asentado en Jalisco y Guadalajara sus empresas para el blanqueo de fondos, se han encontrado con gobiernos que, antes que combatirlas, han sido generosos y complacientes llegando incluso a propiciar el fortalecimiento de sus finanzas de origen ilícito.
No sólo está el caso del Gobierno de Jalisco que en 2014 canceló adeudos por más de 2 millones de pesos al entramado empresarial del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ha hecho también lo propio el Gobierno municipal de Zapopan en manos del PRI desde 2010.
Luis Herrera