Manuel J. Clouthier fue presentado oficialmente como el fiscal anticorrupción del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, puesto que ocupará si el tabasqueño resulta vencedor el domingo.

“Invitamos a participar a Manuel Clouthier con el propósito de que erradiquemos la corrupción en el gobierno”,  explicó AMLO, “Pensé en Manuel Clouthier porque se trata de un ciudadano íntegro, honesto. Además, independiente, libre, que va a poder hablar sin límites, sin ataduras de ningún tipo. Va a representar a la sociedad, a los ciudadanos”.

Un político de emblemático apellido ha aceptado ser el zar anticorrupción de ganar Andrés Manuel López Obrador la Presidencia de la República.

Manuel Clouthier Carrillo, hijo del legendario Maquío, quien fue candidato del PAN a la Presidencia de la República en 1988, dio el sí a la invitación del tabasqueño para encabezar la Contraloría Ciudadana Anticorrupción.

Está dispuesto y tiene claro que hay que mantener en alto el nombre de su padre.

“Vamos a repetir la hazaña de hace seis años donde Andrés Manuel López Obrador triunfó con más de 100 mil votos sobre su más cercano contendiente que fue el PRI”. Así lo afirma Francisco Garduño Yáñez, representante del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Hidalgo.

El candidato presidencial de la Coalición Movimiento Progresista hará su cierre de campaña hoy al mediodía en el estado donde desde hace 80 años gobierna el PRI.

Hidalgo es una entidad federativa colmada de contrastes geográficos y sociales. Donde la alternancia política es inexistente. 

En su cierre de campaña en Monterrey, el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) agradeció a los empresarios regiomontanos su apoyo y les prometió no endeudar más al país.

“Amor con amor se paga”, recalcó en la Macroplaza de la capital industrial de Nuevo León.

El candidato se distanció de la iniciativa privada durante las elecciones de 2006, pero en estos comicios optó por una estrategia de acercamiento con los empresarios, principalmente del norte de México.

A tres semanas de que los mexicanos estén frente a la boleta electoral, todavía restan por analizar pasados y futuros de los candidatos.

Y es que aunque durante la contienda los discursos de los aspirantes han abarcado temas centrales como el empleo, la inseguridad, la cobertura de salud y la educación, muchos “cómos” se han omitido.

 Esto a sabiendas de que el cumplimiento de las promesas depende del buen manejo de la administración pública. Si no hay presupuesto, no hay cambio.