
A diferencia de las acciones emprendidas en el 2006 por el entonces Frente Amplio Progresista, seis años después la coalición de los partidos de izquierda muestra una estrategia más articulada.
Esto para tratar de revertir los resultados electorales previos a la calificación que emita el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) sobre la elección presidencial 2012.