Enamorada de su novio, Angélica, de 12 años, estaba feliz. Estaba por terminar la primaria y ya podía presumir a un novio de 19 años. Era el hermano del novio de su madre y cedió ante los chantajes a los que recurría él para que tuvieran relaciones sexuales.
El encanto terminó cuando las presiones sexuales llegaron a los golpes. No pudo escapar de la violencia a la que era sometida, pues su novio y su hermano vivían en su casa. Como producto de las violaciones Angélica se embarazó, sin poder escapar de su victimario.
Jonathan Ávila