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Zonas de olvido

De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) los niveles más lacerantes de pobreza en México se observan en los municipios de Chiapas, Oaxaca,  Tabasco, Veracruz y Michoacán.

Ahí, las cifras indican que seis de cada 10 habitantes vive en condición de pobreza y en ocho de cada 10 de esos casos, la pobreza extrema alcanza el calificativo de inhumana.

3,500
Zonas Económicas Especiales había en el 2006, en 130 países de todo el mundo
La falta de inversión para obras públicas y de políticas públicas de los gobiernos locales siguen siendo un problema
"Ni al gobierno estatal de Oaxaca le ha interesado buscar un mecanismo de solución a la pobreza que se registra en la zona del Istmo"
Gerardo García HenestrozaDiputado Panista del distrito de Santo Domingo,
en Tehuantepec
Ninguno de los gobiernos estatales ha hecho el menor intento para invertir en las Zonas Económicas Especiales
"Lo que quiere decir seguro, confiable y predecible para los empresarios que invierten de manera directa sus capitales, inversiones que son las que abren y/o apuntalan empresas, producen bienes y servicios, crean empleos y permiten, a quienes obtienen esos puestos de trabajo, generar ingresos"
Arturo DammEspecialista en economía
https://www.youtube.com/watch?v=29mDJDfx3DE

De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) los niveles más lacerantes de pobreza en México se observan en los municipios de Chiapas, Oaxaca,  Tabasco, Veracruz y Michoacán.

Ahí, las cifras indican que seis de cada 10 habitantes vive en condición de pobreza y en ocho de cada 10 de esos casos, la pobreza extrema alcanza el calificativo de inhumana.

Para encarar ese problema, el 27 de octubre del año pasado, el Gobierno Federal anunció la creación de Zonas Económicas Especiales (ZEE) en las regiones del Istmo de Tehuantepec, Puerto Chiapas y Puerto Lázaro Cárdenas.

La propuesta fue parte de un proyecto más grande que incluía más apoyo al progreso económico, inversión en infraestructura, privilegios tributarios -como trato diferenciado en materia de impuestos-  hasta la oferta de créditos de parte del Gobierno.

Sin embargo, a la fecha las acciones oficiales que permitan el repunte económico prometido aún no aterrizan y el panorama no luce prometedor.

A días del anuncio, el especialista en economía Arturo Damm señaló que en lugar de ZEE, se necesitaba un PEE (País Económicamente Especial).

“Lo que quiere decir seguro, confiable y predecible para los empresarios que invierten de manera directa sus capitales, inversiones que son las que abren y/o apuntalan empresas, producen bienes y servicios, crean empleos y permiten, a quienes obtienen esos puestos de trabajo, generar ingresos”, detalló en su columna para El Financiero.

A casi medio año de esa propuesta, también el alcalde de Tapachula, Venerado Díaz Martínez, muestra su desconfianza.

“Veo difícil que el Gobierno Federal aterrice pronto los recursos ofrecidos para rescatar de la pobreza la zona del Puerto Chiapas”, dijo.

Díaz Martínez dedujo que si no hay fondos para atender la contingencia que dejó hace unos días el fenómeno del mar de fondo, menos habrá dinero para invertir en un proyecto de gran calado.

En el Istmo tampoco hay inversión Federal que apunte a la aplicación de un plan de desarrollo, como el ofrecido con las ZEE, dijo el diputado Gerardo García Henestroza, miembro de la Comisión Permanente de Administración Pública de Oaxaca, quien recordó que la Federación no ha cumplido el rosario de promesas de desarrollo que han dejado caer sus funcionarios en las visitas por la zona.

Ni en Michoacán ni en Oaxaca ni en Chiapas hay fe en la promesa del presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

“No es posible creerse una mentira de ese tamaño”, dijo el diputado local por el Partido del Trabajo en Michoacán y candidato a diputado federal por vía plurinominal, Reginaldo Sandoval.

Secundan la moción

Tras el anuncio de Enrique Peña Nieto de crear tres Zonas Económicas Especiales para los estados más rezagados del país, en el Congreso Federal hubo un intento por legitimar la intención presidencial.

El 15 de diciembre del 2014, el senador priista Roberto Albores Gleason presentó una iniciativa de ley para la creación de estas zonas especiales libres y de promoción. El  5 de marzo del 2015, la diputada panista Lourdes Medina Valdez lo secundó.

Sin embargo, ambas iniciativas se congelaron. La de Albores Gleason tuvo como destino las comisiones de Hacienda y Presupuesto, en tanto que la propuesta de Medina Valdez fue turnada a las comisiones de Economía, Hacienda y Presupuesto, donde esperan a ser revividas en un acuerdo de negociación cuando se establezca la próxima agenda legislativa.

Pobreza a la alza

La pobreza que hoy se vive en los municipios del Istmo de Tehuantepec -que comprende localidades de los estados de Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Tabasco- es tan o más lacerante como cuando el presidente Enrique Peña Nieto anunció la intención de reactivar la economía regional, mediante la declaración de Zona Económica Especial (ZEE).

En seis meses, los anunciados incentivos para atraer inversiones a las ZEE -las más pobres del país- no han podido concretar la instalación de ninguna nueva fábrica que permita ver la posibilidad de un crecimiento de empleos, pese a que las tres zonas son bastas en recursos naturales.

La infraestructura regional –carreteras, puentes, tendidos eléctricos y dotación de servicios de agua con fines industriales– se mantiene intacta, pese a la oferta del Gobierno Federal para ampliar ese renglón.

Ninguno de los gobiernos estatales ha hecho el menor intento para invertir en las zonas, esperando la aportación Federal que no termina de llegar.

De acuerdo al diputado panista Gerardo García Henestroza, el Gobierno Federal no ha aterrizado recursos suficientes para atender a la población.

“Ni al gobierno estatal de Oaxaca le ha interesado buscar un mecanismo de solución a la pobreza que se registra en la zona del Istmo”, señaló el legislador de Tehuantepec.

Aseguró que el gobernador de esa entidad, Gabino Cué, no ha atendido el exhorto que de manera constante se le ha hecho para invertir fondos en el combate a la pobreza.

Los anunciados estímulos financieros y fiscales para la reactivación económica tampoco han llegado a las zonas pobres de los puertos de Chiapas y Lázaro Cárdenas. Las dos regiones siguen sujetas a la misma política económica nacional, sin ningún efecto extraordinario que asegure polos de desarrollo alternos a la actividad marítima comercial.

En Chiapas, la ausencia del Gobierno Federal es evidente, reconoce el alcalde priista de Tapachula.

La Federación le adeuda al municipio fondos por más de 4.5 millones de pesos, recursos que deberían haber llegado desde el mes de enero.

La falta de esos recursos mantiene en crisis a la administración municipal, en donde ni siquiera pueden pagar el servicio del teléfono, energía eléctrica, menos salarios. La obra pública está paralizada.

Mientras, en Lázaro Cárdenas no solo sigue la pobreza, tampoco se ha podido erradicar la violencia. Las secuelas de la guerra contra el narcotráfico continúan lacerando a los vecinos de la parte sur del estado, en donde se manifiesta una de las zonas con mayor índice de emigración con destino a las ciudades del centro del país.

Ejemplos desalentadores

Actualmente, en el mundo existen 346 Zonas Económicas Especiales, de las que solamente menos de 10 han sido exitosas. La mayoría de ellas se encuentran asentadas en China, donde el gobierno de esa república hizo inversiones extraordinarias e inmediatas para poder alcanzar los niveles de detonación industrial.

No hay un modelo único de ZEE. 

En el mundo hay regiones económicas creadas para fomentar el libre comercio, impulsar  mano de obra barata, agilizar los procesos de exportación, áreas que operan como puertos libres o grandes centros logísticos.

Michoacán en el abandono

Las condiciones económicas que prevalecen en Michoacán desde que la Federación decidió entrar a administrar el Estado, no han mejorado.

La falta de inversión para obras públicas, el abandono histórico de las zonas marginadas y la falta de políticas públicas de los gobiernos locales para atender el desempleo siguen siendo un problema.

Arteaga, el sitio que gobernó por años el jefe del cártel de los Caballeros Templarios, Servando Gómez, sufre una de las pobrezas más lacerantes, no solo del estado, sino de todo el país. Poblaciones enteras de la zona rural no tienen que comer. Sobreviven a veces la caza de animales, a veces la recolección de frutos y hierbas silvestres.

En ese municipio -estigmatizado en las esferas del Gobierno Federal por la asociación con el cártel de las drogas- ni los padrones de asistencia social han crecido. La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), cuidando no entregar recursos a personas que pudieron haber tenido relación con el crimen organizado, no ha ampliado su cobertura contra la pobreza.

En la misma condición de encuentran los otros municipios colindantes con el puerto de Lázaro Cárdenas, los que se incluyen dentro la Zona Económica Especial.

Allá no solo no han llegado los anunciados apoyos Federales, sino que también se han visto afectados por la falta de recursos para obras y servicios por parte del gobierno estatal que encabeza el sustituto Salvador Jara.

A lo chino…

El modelo de creación de Zonas Económicas Especiales (ZEE) propuesto por el presidente Enrique Peña Nieto, en realidad es la fórmula básica que propone la Organización Mundial de Comercio (OMC) para la agilidad del comercio mundial. No se plantea como mecanismo para la erradicación de la pobreza ni para la superación del rezago social.

Las ZEE tuvieron su origen después de la Segunda Guerra Mundial, con la intención de acelerar el crecimiento de algunos puertos mercantes del pacífico afectados por la guerra entre norteamericanos y japoneses.

Fue China el país que dio el mayor impulso a ese modelo después de 1973, cuando se aplicó en las provincias de Guangdong, Shenzhen y Xiamen, en donde creció el comercio marítimo.

Sin noticias de la Federación

Hasta la semana pasada, en Puerto Chiapas ninguna de las empresas establecidas dentro de ese recinto portuario había sido informada por parte de la Federación para beneficiarse con atributos fiscales o incentivos para atraer inversiones o incrementar el número de empleados.

Ninguno de los funcionarios de alto nivel de la administración sabe sobre alguna medida especial para la detonación económica de la zona. Ni siquiera a mediano plazo se vislumbra el incremento de actividad en ese puerto, sea para el transporte de mercancía o por el arribo de barcos turísticos.

La zona del Soconusco -en donde se asienta el Puerto Chiapas- es una de las más pobres del país y de acuerdo al gobierno municipal de Tapachula no hay informes oficiales que apunten hacia un programa que permita impulsar el desarrollo económico local.

Las únicas obras de infraestructura que se realizan a la fecha corren por cuenta de la administración local, donde las participaciones Federales no han llegado de manera puntual.

La región de Tapachula, calificada para ser zona económica especial, mantiene a la fecha un índice de desempleo superior al 69 por ciento. Los programas de asistencia social del Gobierno Federal solo atienden a menos del 6 por ciento de la población.

Por su parte, el gobierno estatal no ha podido aterrizar programas propios que acaben con la pobreza extrema.

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