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Y le faltó el teleprompter…

“Esa es mi pobreza central” dijo. De inmediato corrigió: Esa es mi propuesta central.
Al candidato priista Enrique Peña Nieto sí le hizo falta el teleprompter.

El daño estaba hecho. Su error alimentará la crítica en su contra sobre su poca preparación para gobernar un país. Sobre que es un producto de la televisión.

La reacción fue inmediata en las redes sociales.

Y es que faltó el acordeón para decir lo correcto en el momento exacto. Quizás la costumbre a tener siempre un guión le generó los nervios con los que al principio lucía el aspirante del tricolor

“Esa es mi pobreza central” dijo. De inmediato corrigió: Esa es mi propuesta central.
Al candidato priista Enrique Peña Nieto sí le hizo falta el teleprompter.

El daño estaba hecho. Su error alimentará la crítica en su contra sobre su poca preparación para gobernar un país. Sobre que es un producto de la televisión.

La reacción fue inmediata en las redes sociales.

En la sala de prensa, único acceso a los medios de comunicación durante el debate, la risa tronó con el acartonamiento del primer debate entre candidatos presidenciales.

Y es que faltó el acordeón para decir lo correcto en el momento exacto. Quizás la costumbre a tener siempre un guión le generó los nervios con los que al principio lucía el aspirante del tricolor.

Mirando fijamente a la cámara y en ocasiones volteando hacia su derecha como si alguien de su equipo anduviera por ahí para darle las señales. El movimiento de las manos es cíclico.

Mueve más la derecha que la izquierda, sin que esto sea ideológico. O quizá lo es.

Poco a poco se fue soltando y al dejar la rigidez vino el evidente error.

Los errores de Peña Nieto fueron principalmente verbales, dislates lingüísticos y por la falta de tiempo de sus intervenciones.

Al querer asestar un golpe al que fue su principal oponente, Andrés Manuel López Obrador, sacó una copia del periódico La Crónica pero no se vio completo en la pantalla.

La publicación era sobre René Bejarano, quien recibió dinero de Carlos Ahumada y fue videograbador. Ese primer misil se perdió.

En un segundo intento, esta vez contra la panista Josefina Vázquez Mota, nuevamente el recurso con el quería demostrar que la ex coordinadora parlamentaria del PAN faltaba a la Cámara de Diputados, no cupo a cuadro.

Contra ella enfocó sus baterías, cuestionando las razones por las cuales todas sus propuestas no fueron hechas durante los dos sexenios panistas.

Sus palabras no eran fluidas. Al quererlas impregnar con la solemnidad y respeto con las que sería bien visto hablarle a una mujer, en realidad lo marcaron de dureza.

No se pudo aguantar la queja y la lanzó al aire.

Al ser dos los candidatos en su contra, el tiempo es el doble y por eso él no alcanzaba a responder.

Durante la primera mitad del encuentro, los principales obuses que recibió Peña Nieto fueron los del tabasqueño, y aunque los contestaba el revire del perredista surtía efecto.

Su estrategia fue ir contra Vázquez Mota Decidió jugar a las vencidas con la única mujer presente. Incluso le dejó las respuestas a López Obrador, para otra ocasión.

Quizás para cuando haya teleprompter.

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