Voto 2012: Águila o Sol

Votar o no votar. Dos caras de la moneda. 

Para aproximadamente el 40 por ciento de los mexicanos esta es la pregunta antes de las elecciones presidenciables del 2012. 

Y es que a un día de los comicios, los ciudadanos lanzan la moneda al aire. Y mientras algunos ya tienen su apuesta, otros aún no. 

Lo lamentable es que para el grupo de los indecisos la cara de su moneda es la de el ‘voto en blanco’, ‘voto nulo’ o la abstención. 

En el 2000 la participación ciudadana fue del 63.97 por ciento. El abstencionismo alcanzó el 36.03 por ciento

Votar o no votar. Dos caras de la moneda. 

Para aproximadamente el 40 por ciento de los mexicanos esta es la pregunta antes de las elecciones presidenciables del 2012. 

Y es que a un día de los comicios, los ciudadanos lanzan la moneda al aire. Y mientras algunos ya tienen su apuesta, otros aún no. 

Lo lamentable es que para el grupo de los indecisos la cara de su moneda es la de el ‘voto en blanco’, ‘voto nulo’ o la abstención. 

Ellos no tienen claro lo que propone su candidato. Se han perdido entre la guerra sucia de los partidos políticos o van cambiando de parecer en el camino, con cada debate o con cada ocurrencia del candidato presidencial.

Tomando en cuenta las últimas dos elecciones, los ciudadanos participaron menos en 2006 que en el 2000. Y se abstuvieron 5.42 por ciento mas en el 2006 que en el 2000.

Según datos del Instituto Federal Electoral (IFE) en las elecciones del 2000, cuando ganó Vicente Fox, la participación ciudadana fue del 63.97 por ciento. El abstencionismo alcanzó el 36.03 por ciento. 

Y en las elecciones del 2006, en las que ganó Felipe Calderón, participaron el 58.55 por ciento de los ciudadanos. EL 41.45 por ciento se abstuvo. 

Esto es grave para un país como México que quiere prosperar y reclama a toda costa su libertad de expresión. 

Para llegar a una sólida democracia la única opción para los mexicanos en 2012 es lanzar la moneda, salir a la calle y votar.  Y tú, ¿ya sabes cuál es tu apuesta?

El gris del juego de la moneda

La palabra “libre” en la frase de la Constitución Mexicana “un sufragio universal, libre, secreto y directo” , es el gris del juego de la moneda para los mexicanos.

En esa palabra reside la confusión ante la decisión de participar o no el 1 de julio.

Y aunque los artículos 35 y 36 de la Constitución resaltan que el votar es una “obligación” para los ciudadanos, como no hay castigo para los que no votan, usan su “libertad” para transformar esa “obligación” en una decisión de acudir o no a las urnas. Es una “obligación” moral, no jurídica.

Para el investigador en Derecho y especialista en ciencias políticas de la UNAM, Imer Flores Mendoza, no existe una disyuntiva entre votar o no votar. “La naturaleza jurídica del voto es la de un derecho y una obligación jurídica, aunque sea imperfecta al no tener una sanción jurídica directa. La única opción es ir a votar, pues al no ir a votar, ni ejerzo mi derecho ni cumplo con mi obligación jurídica”.

Una decisión al aire

A días de la votación para el próximo presidente ya tienes tu moneda, pero no te atreves a lanzarla. Aún no sabes quien es tu candidato favorito. Te declaras parte del 40 por ciento de los indecisos. 

Sigues leyendo las propuestas de cada candidato en sus páginas Web, rastreas los comentarios que los atacan en Facebook y Twitter y sigues las encuestas electorales en los medios de comunicación de este país, que lejos de aclarar las dudas las ensalzan con sus tendencias. La conclusión: estas indefinido.

Para Imer Flores Mendoza la confusión para este tipo de ciudadano es “la desinformación que deriva tanto de la manipulación de la información como de las campañas negativas o sucias, incluida la infinidad de encuestas que son publicadas sin transparentar la metodología de las mismas.”

Ese es el caso de Elena Ruiz, una ciudadana de 33 años quien cambió de parecer apenas en mayo y reforzó su decisión después del segundo debate presidencial del 10 de junio. Se declara integrante del  ‘pool’ de los indefinidos. Su lado de la moneda es el de no votar.

“Yo tenía a mi gallo para el 2012, era Enrique Peña Nieto. Pero después de lo de la Ibero y lo que se desató en las redes sociales, cambié al lado de los indecisos. Ya no me convencía su discurso y sus propuestas,” explica Ruiz.

Y aunque Elena no está muy orgullosa de su estatus electoral comenta que prefiere abstenerse, si aun no se decide para julio, que votar por alguien que hundirá mas al país. 

“El 1 de julio me voy a levantar como cualquier día normal. No voy a desgastar mis energías en ir a la casilla y votar. ¿Para qué?, si ningún candidato me representa” agrega Ruiz.

Flores Mendoza advierte que es un peligro para la democracia que la ciudadanía esté desinformada y maleducada, así como que los medios fomenten el miedo con la idea de que la gente no vote.

El otro lado de la moneda   

Mientras el 40 por ciento piensa como Elena, el otro 60 por ciento decide levantarse el 1 de julio y salir emitir su voto. 

Ese es el caso de Fernando Méndez de 37 años y de Elias Yamalel de 36 años. Para ellos, el lado de la moneda para este grupo de mexicanos es el de votar.

“Yo ya sabía por quién iba a votar desde que empezaron las campañas de 2012. He tenido la oportunidad de votar para Presidente de la República en tres ocasiones y esta es mi cuarta vez. La primera voté por el PRI, la segunda por Rincón Gallardo, la tercera por Calderón y en esta ocasión votaré por Josefina por darle continuidad a lo que empezó Calderón,” explica Méndez.

Al igual que Méndez, Yamalel ya sabía por quien iba a votar desde que inicio la contienda. “ Siempre supe por quien votar. Mi voto va para Andrés Manuel López Obrador. Me convence su honestidad, congruencia y su gabinete.” 

Para ambos ciudadanos el abstencionismo, voto blanco y voto nulo no es una opción. Los indecisos son tibios y no hacen escuchar su voz, son parte del retroceso para la democracia en México.  

“Creo que es deber de todos los mexicanos mayores de 18 años el que vayan a votar y así tener el derecho de exigir a sus gobernantes. El que no vota no tiene derecho a exigir vivir en una mejor democracia,” afirma Méndez.

Al final la moneda cae

Aunque algunos saben su apuesta y otros no, en el juego de la moneda solamente se vale tirar una vez, evadir los grises y tomar una decisión, águila o sol. 

No importa si hay muchas voces detrás diciéndote de que lado la moneda caerá o si los factores en el camino te orillan a cambiar de decisión. 

Lo mas importante en este juego es hacer valer tu apuesta, tu voto. “La mejor opción es votar, porque solo a través del voto libre y secreto se puede contribuir en la construcción de una democracia duradera”, asegura Reyes Arce.

Flores Mendoza resalta que la cuestión es salir a votar y que espera una mayor votación dado el movimiento #YoSoy132, como en su momento fue el caso del “voto nulo” en el 2009. 

Al final eres tú quien se hará escuchar en el juego. Así que levántate el 1 de julio, acude a tu casilla y apuesta por el México que quieres vivir.

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