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Visiones opuestas

El discurso del comisionado federal para Michoacán, Alfredo Castillo y del propio secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chongo se alejada de la realidad social que vive el estado. 

En los últimos, los enviados por el presidente Enrique Peña Nieto para resolver la falta de gobierno en esta entidad han protagonizado un debate sobre la permanencia o no del comisionado en Michoacán

El 13 de agosto, en conferencia de prensa, Raúl Morón Orozco anunció que la retirada de Castillo era un acuerdo pactado con el secretario de Gobernación. 

Enfrentamientos de autodefensas con grupos de narcotraficantes siguen siendo constantes 

El discurso del comisionado federal para Michoacán, Alfredo Castillo y del propio secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chongo se alejada de la realidad social que vive el estado. 

En los últimos, los enviados por el presidente Enrique Peña Nieto para resolver la falta de gobierno en esta entidad han protagonizado un debate sobre la permanencia o no del comisionado en Michoacán

El 13 de agosto, en conferencia de prensa, Raúl Morón Orozco anunció que la retirada de Castillo era un acuerdo pactado con el secretario de Gobernación. 

Argumentó que la violencia en la entidad no había disminuido con la llegada del comité.

Mientras tanto, parece que ya nadie centra su atención en la presencia de miles de civiles armados. Los grupos de autodefensas fieles a José Manuel Mireles, quienes no han depuesto las armas, se mantienen vigilando sus comunidades en los municipios de Aquila, Chinicuila, Lázaro Cárdenas, Tepalcatepec, Huetamo, Churumuco y Coalcomán. 

Los alzados siguen sin retroceder en su postura de combatir al crimen organizado. 

No se han sumado a la Policía Rural Estatal porque consideran que esa corporación se mantiene infiltrada por grupos al servicio del crimen. 

Los enfrentamientos de autodefensas con grupos de narcotraficantes siguen siendo constantes en la zona de la Costa-Sierra Nahua del estado. 

En la última semana se registraron 11 en escaramuzas. 

Gobernador hace mutis

Frente al estado de guerra que se mantiene en los municipios del sur del estado de Michoacán, el gobernador sustituto, Salvador Jara, no ha salido a emitir comentario alguno. 

En su oficina de Comunicación Social nadie atiende los reclamos de posturas oficiales sobre los hechos del día. El gobernador apuesta por veladas musicales con la orquesta sinfónica de Michoacán o Ricardo Arjona. 

Ni siquiera el estado de quiebra técnica en el que se encuentra la administración, ni los faltantes en las arcas oficiales, han hecho que la Federación anuncie un plan de contingencia para evitar la parálisis económica del gobierno local.

El pasado fin de semana, el encargado de las finanzas públicas del estado -designado por la presidencia la República- Juan Carlos Rodríguez Pueblita, dio a conocer una cifra que acaba por definir el estado económico de Michoacán: 

La tesorería cuenta con un padrón de 3 mil 485 proveedores a los que se les adeudan 10 mil 500 millones de pesos, la mayor parte de esa deuda fue contraída en la gestión administrativa de Fausto Vallejo-Jesús Reyna.

Autodefensas siguen vigentes

En tanto que el Gobierno Federal insiste en que las autodefensas han sido desarticuladas, desde Aquila y Lázaro Cárdenas algunos de los comandantes de esos grupos mantienen contacto con algunos medios de comunicación. 

Reiteran la permanencia del movimiento y la convicción de que en Michoacán continúa sin prevalecer el estado de derecho que se prometió con la llegada del comisionado federal.

Se estima que son más de 5 mil hombres armados los que se movilizan por los municipios del sur de estado, de acuerdo a versiones emitidas por agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen). La mayoría de estos rebeldes mantienen bajo su control las carreteras y caminos rurales de la zona costera.

Los civiles armados que han decidido continuar su lucha contra las células del crimen organizado reconocen el liderazgo de José Manuel Mireles, con quien aseguran que mantienen contacto a través del correo ordinario.

La permanencia de autodefensas en la zona sur de Michoacán podría impulsar la escalada de violencia, dice un análisis del Cisen, debido a que los enfrentamientos que se registran en la zona de Tumbiscatío, Tepalcatepec, Lázaro Cárdenas, Aquila y Coahuayana son indistintamente entre autodefensas-policía rural, células criminales-autodefensas y/o policía rural-células criminales.

El escándalo de las patrullas 

Los grupos leales a José Manuel Mireles han denunciado en redes sociales presuntas irregularidades dentro de la nueva policía rural. 

Insisten en descalificar la actuación de la Fuerza Rural Estatal, la que ha sido calificada por el propio comisionado Alfredo Castillo como una policía modelo que se podrá copiar en todos los estado del país.

El cuestionamiento más reciente de las autodefensas es el presunto uso de vehículos de lujo como patrullas. 

Según la denuncia hecha a través de redes sociales, los guardianes del orden están utilizando vehículos Hummer y Camaro para patrullar la zona.

La respuesta oficial de Castillo es que eso los vehículos de lujo que se habilitaron como patrullas fueron incautados a grupos del crimen organizado y puestos al servicio de la seguridad pública en los municipios donde tiene presencia del Fuerza Rural.

A cuando se le vuelva a dotar de instrumentos para escribir.

La ausencia de Mireles

Mientras José Manuel Mireles, líder del movimiento de autodefensas de Michoacán, se encuentra recluido en la cárcel federal de Hermosillo, Sonora, las movilizaciones para exigir su liberación se mantienen en forma permanente en los municipios de la zona sur del estado. 

En Aquila, Chinicuila, Lázaro Cárdenas, Tepalcatepec, Huetamo, Churumuco y Coalcomán se mantienen plantones de civiles desarmados, que con pancartas le reclaman al Gobierno Federal la liberación del fundador de las autodefensas.

Las manifestaciones les fueron prohibidas en la capital del estado.

El único contacto que mantenían con el líder encarcelado era la comunicación vía correo ordinario, sin embargo, la abogada Talía Vásquez Alatorre informó que Mireles fue recluido en el hospital de esa cárcel, en donde –por normatividad- no puede tener a su alcance lápiz y papel para enviar correos. 

Indicó que será hasta que Mireles regrese a su celda cuando se le vuelva a dotar de instrumentos para escribir.

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