Viene era más dura para construcciones
Los sismos de septiembre pasado propiciaron que las autoridades endurecieran los reglamentos de construcción y se refuerce el cumplimiento efectivo de las normas y el combate a la corrupción, que es en donde se esconden factores que inciden directamente sobre la seguridad de las edificaciones
Imelda GarcíaLa Ciudad de México endurecerá los reglamentos para las construcciones para evitar en lo posible que haya más muertes producto de terremotos que golpeen a la capital del país.
En una reunión con diputados federales, el director del Instituto para la Seguridad de las Construcciones en la Ciudad de México, Renato Berrón, afirmó que luego de los sismos de septiembre pasado, se harán los estudios para saber dónde deben reforzarse las reglas de construcción.
Es previsible que cambien las reglas para la construcción después de los terremotos de septiembre pasado.
Ocurrió así después de 1985, cuando más de 400 edificios resultaron destruidos y más de 5 mil sufrieron daños. Dos años después, en 1987, fue presentado un nuevo reglamento de construcción para el Distrito Federal, que ha ido sumando nuevas disposiciones a lo largo del tiempo.
Mucho del problema, sin embargo, es que no hay un cumplimiento cabal del reglamento, sostuvo Berrón, por lo que también el Gobierno de la Ciudad de México deberá trabajar en ese eslabón.
Ayer comenzó la demolición de inmuebles afectados en la capital del país. No se trata de un capricho. Estos inmuebles ponen en riesgo la vida de las personas y, para Berrón, se han convertido en un problema de gobernabilidad para la capital del país.
Nuevas reglas
Los sismos que sacudieron a la Ciudad de México y a otros estados en septiembre pasado dejaron lecciones importantes sobre la forma de construir en el país.
Estas lecciones estarán reflejadas en un nuevo reglamento de construcciones que verá la luz en los próximos meses, para tratar de evitar que otros sismos cobren más vidas.
Renato Berrón afirmó ante diputados federales que ya hay varias ideas sobre lo que podría contener las nuevas reglas que aplicarían en la capital.
Una de ellas, por ejemplo, sería exigir que las construcciones que se hagan en zonas con alto riesgo sísmico estén sostenidas en pilotes que se claven a grandes profundidades y no solo por cimientos, que son insuficientes en ciertos tipos de suelo.
“Esta obligatoriedad que estoy comentando sobre los pilotes sería en algunas zonas lacustres donde tenemos el problema de la falta de una cimentación adecuada, que quizá un cajón de cimentación no sea suficiente. El cajón de cimentación, más los pilotes, quizá hubiera evitado que muchos edificios se desplomaran”, explicó Berrón a diputados de la Comisión de la Ciudad de México.
Para saber cuál nueva medida debe aplicarse, las autoridades realizan desde el 2012 un estudio de inmuebles vulnerables.
Otro de los puntos que se deberá reforzar en las nuevas reglas de construcción será el cumplimiento efectivo de las normas y el combate a la corrupción, pues ahí se esconden factores que inciden directamente sobre la seguridad de las construcciones.
“Hay muchos encargados de hacer las supervisiones, que son los Directores Responsables de Obra y los corresponsables, que finalmente no hacen su trabajo y hay que estar más atentos y hay que poner mecanismos de control con respecto a ellos”, sentenció Berrón.
La falla en el cumplimiento del reglamento no es solamente por parte de la autoridad, sino de los propios ciudadanos.
Los propietarios que no respetan la vocación inicial de una construcción ponen en riesgo no solo su patrimonio, sino la vida de las personas.
“Respecto a las construcciones que violan el reglamento, que rebasan el número de niveles, que no respetaban el plan delegacional de desarrollo, se tienen que tomar medidas.
“Para que la estructura permanezca sana, la gente debe valorar que se respete cómo se construyó y cómo se diseñó”, apuntó el funcionario.
Los terremotos de septiembre enseñaron a los expertos que el nuevo reglamento deberá también contemplar lineamientos claros de inmuebles que se encuentren en esquinas y garantizar que los primeros pisos sean fuertes, pues eso falló en las construcciones que se derrumbaron el 19 de septiembre.
Además, las nuevas reglas deberán considerar la obligatoriedad de que los edificios cuenten con un seguro que los proteja de fenómenos naturales.
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150 -200
Problema de gobernabilidad
La demolición de inmuebles afectados por los sismos de septiembre dará prioridad a aquellos que ponen en riesgo las vidas de las personas, porque se han convertido en un problema de gobernabilidad para la administración local.
Renato Berrón indicó que este lunes comenzó la demolición de edificios con daños irreparables en tres inmuebles, y será en los próximos seis meses cuando pueda terminarse con esa labor.
El funcionario explicó que hasta ahora son 11 edificios los que tienen ya luz verde para ser demolidos, pues se tiene ya toda la documentación necesaria para comenzar las labores; sin embargo, serán entre 150 y 200 edificios los que tendrán que ser demolidos en las próximas semanas.
“Vamos a dar prioridad a aquellas edificaciones que generen un riesgo a los habitantes, a vecinos, peatones, automovilistas, y a los que pongan en riesgo los edificios colindantes, porque se están convirtiendo en un conflicto de gobernabilidad”, expuso.
Ese conflicto de gobernabilidad viene por las calles cerradas alrededor de esos inmuebles para impedir el paso de peatones y vehículos, la gente que quiere entrar a recuperar cosas materiales, hechos que generan conflictos sociales que pueden empeorar en las próximas semanas.
“Vamos a dar prioridad a aquellas edificaciones que generen un riesgo a los habitantes (...) y a los que pongan en riesgo los edificios colindantes, porque se están convirtiendo en un conflicto de gobernabilidad”
