Una dulce oportunidad
México tiene este año una producción histórica de siete millones de toneladas de azúcar, y 71 millones de toneladas de caña cosechada.
Sin embargo, no tiene ninguna participación en el mercado del etanol, pese a que ello podría abaratar el precio de la gasolina en el país y reducir la contaminación atmosférica.
Le permitiría, además, sostener el gran consumo de combustible que tiene el país, ya que, aunque México es productor, la mitad de lo que se produce, se importa.
Georgina Howard70%
El país tampoco destina grandes cantidades de la biomasa de la caña de azúcar que obtiene para la cogeneración de electricidad
México tiene este año una producción histórica de siete millones de toneladas de azúcar, y 71 millones de toneladas de caña cosechada.
Sin embargo, no tiene ninguna participación en el mercado del etanol, pese a que ello podría abaratar el precio de la gasolina en el país y reducir la contaminación atmosférica.
Le permitiría, además, sostener el gran consumo de combustible que tiene el país, ya que, aunque México es productor, la mitad de lo que se produce, se importa.
El país tampoco destina grandes cantidades de la biomasa de la caña de azúcar que obtiene para la cogeneración de electricidad.
Solo para su consumo anual utiliza 4.5 millones de toneladas y 1.5 millones los exporta a Estados Unidos como parte del TLCAN.
El resto bien podría utilizarse para potencializar la industria y diversificar la producción hacia los energéticos, como lo hace Brasil, sostiene Jorge Alfredo Pacheco Vela.
El director general de Zafranet detalla que, si bien México tiene limitaciones en cuanto a tierras disponibles para cosechar porque carece de planicies tan grandes, su industria puede soportar una producción extensa de caña de azúcar para producir etanol.
Lo que hace falta, confiesa a Reporte Indigo, es inversión, infraestructura y apoyos al campo.
Pero antes de utilizar las tierras para ese fin, explica, hay que garantizar la seguridad alimentaria.
“La gran oportunidad para la industria es incursionar en la producción de etanol, usar tecnologías más productivas en los ingenios, producir azúcar de calidad y destinar parte de la biomasa a la cogeneración de electricidad”, indica.
Pacheco Vela admite que varios ingenios ya utilizan una parte de la biomasa de la caña de azúcar y le están vendiendo electricidad a la CFE, que a su vez la revende a la industria.
Analizarán propuestas
El director general de Zafranet, Jorge Alfredo Pacheco Vela, anunció el Primer Congreso Azucarero el 25 y 26 de julio.
En él participarán productores, cañeros, sindicatos, expertos nacionales y extranjeros del sector, así como organismos gubernamentales e investigadores.
En el foro se analizará cómo planear mejor la agroindustria para no tener tantos excedentes y sólo exportarlos, la operación de los instrumentos financieros en el mercado de futuros y las perspectivas de la industria para 2014.
“Vamos a determinar que tantos años nos llevará absorber esos excedentes, saber si Pemex está preparado para adquirir la producción de etanol”, dijo.
Se abordarán también los temas de la cogeneración, la venta de los ingenios en manos del gobierno, así como producir etanol con base social a través de pequeñas plantas que se instalarían en algunos de los municipios cañeros, una propuesta de la CNC.
Brasil y EU controlan el mercado
A raíz de las crisis petroleras de mediados de los 80, Brasil decidió incursionar en el etanol y hoy es el mercado más grande del mundo.
Estados Unidos, como parte de su estrategia de limitar las importaciones de petróleo del Medio Oriente en 2002, empezó a desarrollar un mercado de etanol a partir del maíz, ya que es el mayor productor.
Hoy, el 10 por ciento de toda la gasolina de ese país tiene etanol y lo usan para bajar los niveles de contaminación atmosférica.
Entre Brasil y Estados Unidos producen 80 por ciento de la producción mundial de etanol.
