¿Una carnita asada? Profeco advierte riesgo de cáncer por alimentos cocinados al carbón

Profeco advierte que cocinar alimentos al carbón o a la parrilla podría incrementar el riesgo de contraer cáncer

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recomienda evitar cocinar alimentos como carnes y vegetales a la parrilla o al carbón, pues la cocción podría producir acrilamina e incrementar los riesgos de contraer cáncer.

En la Revista del Consumidor de marzo, la Profeco recomienda evitar tostar los alimentos demasiado pues “cuanto más negro sea su color, más cantidad de esa sustancia contienen”.

“Esta norma puede aplicarse también al freír, asar o tostar papas y vegetales de raíz que nunca deben pasar de un tono ligeramente dorado”.

Esto, según investigaciones de la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA), quien advierte que los procesos de tostado o fritura excesivos producen acrilamida, sustancia química que provoca tumores en los animales.

“Al usar modos de cocción a altas temperaturas… se producen ciertos compuestos químicos que, en exceso, pueden ser perjudiciales a la salud pues están relacionados con un aumento en el riesgo de padecer cáncer”.

Además del cáncer, según la American Heart Association (AHA) el consumo regular de carne asada a la parrilla a altas temperaturas implica un riesgo elevado de hipertensión arterial.

“Se descubrió que quienes consumieron carne asada a la parrilla a altas temperaturas, más de 15 veces al mes, tenían 17 por ciento más riesgo de padecer presión arterial alta que aquellas que lo hicieron menos veces al mes”.

¿Cómo cocinar los alimentos?

La Profeco recomienda que, aunque se puede cocinar a la parrilla de forma esporádica, lo ideal es cocinar la carne por más tiempo y a menor temperatura.

“Mantener una temperatura más baja en la parrilla reduce la cantidad de toxinas que libera la carne durante el proceso”.

También recomienda marinar las carnes con adobos u otras mezclas para reducir las toxinas que se puedan producir en el proceso; así como retirar el exceso de grasa de la carne y la piel, en caso del pollo.

“La grasa es uno de los principales factores que producen toxinas al exponerse al fuego directo”.

En caso de que los alimentos se pasen de cocción, es recomendable no consumir aquellas partes que están carbonizadas o quemadas por la cantidad de toxinas que pueden.

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