Una banca sin conexión

Hoy, el teléfono móvil es un instrumento que ya se utiliza en muchos países como canal de acceso a servicios financieros para disminuir costos tanto al usuario como a las instituciones financieras.

Sin embargo, en México solo el 5 por ciento  de los adultos tiene banca por Internet, y 2 por ciento banca por celular.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Inclusión Financiera (CNIF), el potencial de bancarización en el país se estima en 17.5 millones de personas (24 por ciento de la población mayor a 18 años).

39,873
cajeros automáticos hay en el país
Según la encuesta Global de Inclusión Financiera del Banco Mundial, en 2011 el 27.1 por ciento de la población en México realizó algún tipo de ahorro, sin embargo, solo 7 por ciento lo hizo en instituciones financieras

Hoy, el teléfono móvil es un instrumento que ya se utiliza en muchos países como canal de acceso a servicios financieros para disminuir costos tanto al usuario como a las instituciones financieras.

Sin embargo, en México solo el 5 por ciento  de los adultos tiene banca por Internet, y 2 por ciento banca por celular.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Inclusión Financiera (CNIF), el potencial de bancarización en el país se estima en 17.5 millones de personas (24 por ciento de la población mayor a 18 años).

A la fecha, según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), los canales de acceso al sistema financiero más utilizados por la población siguen siendo las sucursales con el 40 por ciento.

Como instrumento de pago, los teléfonos celulares permiten la creación de nuevos productos que pueden ofrecerse a un amplio segmento de la población que tiene un celular.

Sin embargo, en México aún no cuenta con un producto de ahorro bancario, como ya existe en otras naciones. Aunque bancos ya han lanzado productos o aplicaciones para pagos móviles a través de cuentas bancarias, así como acceso a la banca en línea mediante teléfonos celulares.

No obstante, el uso de estos aparatos para realizar operaciones en el sistema de pagos de la banca es aún muy bajo. 

Según BBVA Bancomer, el potencial de estos medios es alto, pues el 46 por ciento de la población manifiesta interés en utilizar el celular para realizar trámites bancarios. 

De hecho, existe una mayor propensión a su uso entre los grupos de edades jóvenes y de mayor nivel socioeconómico.

La nueva 
regulación

La regulación emitida por la SHCP, la CNBV y Banco de México ofrecen un marco legal que apoya las transacciones financieras mediante teléfonos celulares. 

Existen cuentas bancarias que se pueden vincular a un móvil y nuevos lineamientos que han sentado las bases para un categoría de cuentas con requisitos de identificación menos exigentes.

El monto de dinero que se puede depositar cada mes en estas cuentas está restringido a la nueva Ley contra el Lavado de Dinero.

En México, demanda supera la oferta

La encuesta de Inclusión Financiera realizada por el Banco Mundial revela 50.5 por ciento de la población mundial tiene una cuenta en una institución financiera, y un 22 por ciento realizó algún tipo de ahorro en dichas instituciones. 

En México estos porcentajes se reducen a 27.4 y 7 por ciento, respectivamente, niveles inferiores a los observados en el resto de Latinoamérica y el Caribe.

Esta brecha evidencia que la falta de uso de los servicios financieros formales en el país no se debe a una ausencia de demanda por los mismos, sino a la incapacidad de la oferta actual para satisfacer las necesidades de dicha demanda.

Sólo el 55 por ciento de los municipios en México cuenta con al menos un punto de acceso de instituciones bancarias, donde se pueden realizar retiros y depósitos de efectivo. 

En algunas áreas rurales no hay presencia de bancos, ya que el volumen de transacciones puede no compensar los costos de abrir y mantener una sucursal. De ahí que otros intermediarios, como las cajas populares, han atendido la demanda de servicios financieros. 

Además, en las zonas urbanas donde se tiene acceso a servicios financieros formales, existen obstáculos para su uso como la falta de identidad de los clientes con las instituciones financieras, la falta de recursos y los altos costos de mantenimiento y comisiones de las cuentas bancarias tradicionales.

Kenia: un caso
 de éxito

Un caso de éxito a nivel mundial en el uso de teléfonos móviles como instrumento de inclusión financiera, es M-Pesa en Kenia.

Se trata de un producto de banca móvil ofrecido por la operadora de telefonía Safaricom, que permite guardar dinero, retirar efectivo, realizar pagos mediante SMS y comprar tiempo aire. 

La suscripción es un proceso simple mediante una amplia red de agentes, porque no hay sucursales formales. 

En solo dos años este producto llegó casi al 40 por ciento de la población adulta de Kenia y en cuatro años a dos tercios de los hogares, reporta la consultora Deloitte.

Desde principios del año pasado, esa misma empresa empezó a penetrar al mundo de las cuentas bancarias y del crédito con la creación de M-Shwari, también en Kenia.