Trump exige mayores medidas a México en migración rumbo a elección

En plena temporada electoral en los Estados Unidos, Trump aprieta a México para ganar adeptos rumbo a la elección presidencial del 2020

La reunión que sostuvo el canciller mexicano Marcelo Ebrard con el Vicepresidente norteamericano, Mike Pence, para analizar las acciones que se han realizado para contener a los migrantes que entran por nuestra frontera norte a su país fue calificada como un éxito, sin embargo, el gobierno de Trump asegura que aún se debe hacer más.

El número de migrantes que llega a los Estados Unidos a través de la frontera con México ha disminuido respecto a los primeros meses del año, sin embargo, la administración del presidente Donald Trump ha sido enfática: México necesita hacer más. En plena temporada electoral en los Estados Unidos, Trump aprieta a México para ganar adeptos rumbo a la elección presidencial del 2020. ¿Cómo piensa lograrlo? Utilizando a su vecino del sur para fomentar la idea de que se vive una crisis nacional por la inmigración. La presión de Donald Trump contra los inmigrantes ocurre no solo hacia el exterior—México—, sino al interior de su país.

Las medidas contra los inmigrantes que ya existen en los Estados Unidos se han endurecido: desde la falta de acceso a servicios de salud hasta la deportación de mujeres a punto de dar a luz con tal de que sus bebés no nazcan en territorio estadounidense. En su reunión de ayer con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, insistió en que México no será un tercer país seguro.

Mientras tanto, la Guardia Nacional continúa realizando operativos para detener a migrantes sin documentos y evitar que crucen la frontera hacia los Estados Unidos. En agosto pasado, cifras de la Oficina de Control de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) demostraron que, en cuatro meses, las detenciones de personas indocumentadas en los Estados Unidos bajaron un 56 por ciento.

En mayo se registraron 144 mil 266 aprehensiones; ya para agosto, las detenciones fueron de 63 mil 989 personas. Estas cifras fueron presentadas la semana pasada en México por el canciller Marcelo Ebrard, en un intento por demostrar que el trabajo del Gobierno federal ha rendido frutos a partir de los acuerdos firmados con Estados Unidos para evitar los aranceles a las mercancías mexicanas.

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El 7 de junio, México y Estados Unidos firmaron un acuerdo en el que, a cambio de no imponer aranceles a productos mexicanos, el país se comprometía a redoblar esfuerzos para detener el flujo migratorio y para recibir a personas devueltas por el gobierno estadounidense para que esperen la respuesta de su juicio de migración en el país. Ayer, ante el vicepresidente Pence y otros miembros del gobierno estadounidense, Ebrard nuevamente reiteró que el flujo de migrantes ha disminuido. “Lo que México ha hecho ha dado resultados. Estamos por encima de los promedios del año pasado en esta fecha, pero la tendencia es irreversible; pensamos que será permanente”, sostuvo el canciller mexicano.

La reunión entre los representantes de ambos gobiernos ocurrió apenas unas horas después de que Mike Morgan, jefe de CBP, señalara que México necesita mantener sus esfuerzos para frenar el flujo migratorio hacia los Estados Unidos. “Necesitamos que hagan más; necesitamos que México haga más (…) Necesitamos asegurarnos de que se mantienen los esfuerzos ahora mismo, que la Guardia Nacional (mexicana), que los 25 mil soldados desplegados, se mantienen en el mismo objetivo”, afirmó Morgan.

El funcionario estadounidense recalcó que México necesita ampliar la capacidad de recepción de migrantes que esperan la resolución de su petición de asilo en Estados Unidos. Como respuesta, Ebrard escribió a través de Twitter que México “no es ni aceptará ser tercer país seguro”. Convertirse en tercer país seguro significa que se considera al país como un lugar fiable y seguro para pedir asilo, por lo que antes de acudir a EU, los migrantes deben solicitarlo en México.

Necesitamos que México haga más (…) Necesitamos asegurarnos de que se mantienen los esfuerzos ahora mismo, que la Guardia Nacional, que los 25 mil soldados desplegados, se mantienen en el mismo objetivo” .
Mike Morgan jefe de CBP

También al interior

Las medidas de presión contra los migrantes indocumentados también se han endurecido al interior de los Estados Unidos. Un ejemplo es que, en agosto pasado, la Administración de Donald Trump retiró la protección para que ciertos migrantes enfermos recibieran cuidado médico y no se les deportara; esto se hizo sin hacer un anuncio público.

Organizaciones de protección a migrantes se percataron de que se estaban negando aplazamientos de deportación para estos enfermos y lo denunciaron públicamente. Fue entonces que el gobierno norteamericano dio marcha atrás y recibió nuevamente esas solicitudes. Otro escándalo que se suscitó en los Estados Unidos involucra a los centros de detención de migrantes, donde cientos de personas han enfermado de males contagiosos.

A fines de agosto pasado, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos reportó que 898 migrantes y 33 empleados enfermaron de paperas. El brote ocurre en 57 centros de detención de migrantes en 19 estados de ese país. La cadena estadounidense Telemundo documentó el caso de una migrante indocumentada embarazada, de origen salvadoreño, que tuvo contracciones mientras se encontraba en un centro de detención. Para evitar que su hijo naciera en Estados Unidos, le fueron suministrados diversos medicamentos y fue enviada a México para esperar el resultado de su petición de asilo.

México, muro de Trump

Más de cien organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la defensa de los migrantes criticaron las políticas implementadas por el gobierno de México, pues aseguran que muchas son ilegales y violatorias de derechos humanos

Horas antes de que Marcelo Ebrard se reuniera con Mike Pence en Washington, más de 100 organizaciones de la sociedad civil entregaron una misiva en la Embajada de México en Washington para expresar su preocupación por los efectos del acuerdo con los Estados Unidos.

“En estos 90 días, México ha avanzado en convertirse en el muro fronterizo del presidente Trump. Es bien sabido que este muro responde a sentimientos racistas y xenófobos. Las tareas de contención que el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional iniciaron tras el acuerdo de junio se traducen en retenes y revisiones arbitrarias, discriminatorias y, por ende, ilegales.

“El despliegue de la Guardia Nacional para acciones de control migratorio muestra cómo el gobierno mexicano ha decidido militarizar un fenómeno que debería atenderse desde una perspectiva humanitaria y no de seguridad”, exponen las organizaciones.

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“Como hemos manifestado en cartas anteriores las organizaciones estamos preocupadas por las políticas de corte anti-inmigrante que despliega el gobierno del Presidente Trump y el creciente papel que desempeña México en su implementación.

“Nos preocupan particularmente los Protocolos de Protección a Migrantes, también conocidos como la política Quédate en México, que ha fomentado una migración insegura, irregular y desordenada, contrario a los objetivos del Pacto Mundial de Migración en los que México dice basar su política migratoria”, expusieron las organizaciones.

De convertirse México en un tercer país seguro, como lo quiere EU, entraría en una encrucijada por el número de solicitudes que recibiría y para las que no tiene capacidad de procesamiento. Esto pondría al país que gobierno AMLO en una encrucijada por el número de solicitudes que recibiría, para las que no tiene capacidad de procesamiento.

Además, el programa “Quédate en México” pone en riesgo a los migrantes al enviarlos de vuelta a México, sostuvieron. Human Rights First ha documentado en los últimos meses al menos 140 casos en los que migrantes fueron víctimas de secuestro, violación, abuso sexual y otros crímenes.

Por su parte, la Comisión de Mujeres Refugiadas presentó una queja ante el Departamento de Seguridad Interna documentando 20 casos de familias separadas.

“La participación de México en esta política lo hace cómplice de todas las violaciones a derechos humanos que implica”, indicaron las organizaciones. Estos grupos aplaudieron la intención de México de fomentar el desarrollo de América Latina, aunque criticaron que las acciones no sean efectivas. “A 90 días, el gobierno mexicano tiene poco que festejar y mucho que reflexionar sobre el camino que ha tomado su política migratoria —la cual hoy en día tiene una perspectiva de segu- ridad, centrada en acciones de control, detención y deportación— así como sobre la relación que va a mantener con el gobierno del Presidente Trump”, insistieron las organizaciones. Entre los grupos firmantes están Oxfam, Pueblos sin Fronteras, la Red Nacional de Jornaleras y Jornaleros Agrícolas, la Red por los Derechos de la Infancia, WOLA, entre otras.

EU aplaude avances

Las autoridades del gobierno norteamericano reconocieron los esfuerzos de México por reducir el número de migrantes que atraviesan por su frontera, sin embargo, los representantes de Donald Trump, aseguran que aún falta trabajo por hacer.

Mike Pence, el vicepresidente de los Estados Unidos, aplaudió la labor de México para frenar la migración indocumentada hacia su país. “Aplaudimos el trabajo que ha realizado México desde nuestro acuerdo del 7 de junio para ayudar a asegurar nuestra frontera sur y pedimos a los demócratas en el Congreso que hagan lo mismo. ¡Todavía hay más trabajo por hacer para asegurar nuestra frontera de una vez por todas para mantener a Estados Unidos a salvo!”, escribió Pence en su cuenta de Twitter.

El despliegue de la Guardia Nacional para acciones de control migratorio muestra cómo el gobierno mexicano ha decidido militarizar un fenómeno que debería atenderse desde una perspectiva humanitaria y no de seguridad”
Carta de más de 100 ONGs que defienden migrantes

Este martes, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos afirmó que mantendrá a más de 5 mil 500 militares que están desplegados hoy día en la frontera con México. Estos cuerpos armados estadounidenses vigilan toda la zona fronteriza para cerrar los huecos por donde pueden pasar los migrantes indocumentados; fueron enviados por el gobierno de los Estados Unidos hace un año, cuando avanzaron las caravanas de migrantes centroamericanos a través de México.

Estos militares realizarán labores de apoyo de infraestructura, soporte operacional, detección y monitoreo, así como actividades aéreas. A estas acciones del gobierno estadounidense se suma la construcción del muro fronterizo en Arizona, para lo que la Administración de Trump ha destinado 3 mil 600 millones de dólares. Sin embargo, el gobierno de los Estados Unidos afirma que aún falta hacer más en materia migratoria.

En respuesta, el gobierno mexicano señaló que reforzará las medidas para combatir el tráfico clandestino de armas de Estados Unidos hacia México. “Queremos congelar el tráfico de armas que va de Estados Unidos a México. Eso se lo habíamos dicho ya a Mike Pompeo y ya hay un grupo trabajando en este tema en nuestro país”, dijo el canciller Ebrard. Incluso, México se plantea dar a conocer un corte mensual sobre el número de armas que sean decomisadas en el país y provengan de los Estados Unidos.

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