Triste Navidad en Vallarta
Aunque en estas épocas muchos reciben su aguinaldo, y comparten con sus cercanos los frutos de su trabajo, en Puerto Vallarta varios empleados recibieron como aguinaldo su liquidación.
En plenas fechas navideñas, el Ayuntamiento de Puerto Vallarta decidió cesar de su cargo a empleados sindicalizados con más de 10 años trabajando en el Municipio.
Ángel PlascenciaA los seis empleados entrevistados les quisieron juntar la liquidación con el aguinaldo, ofreciéndoles cantidades mínimas
"Se me hace un poquito más cruel todavía que nos hayan hecho esto. Todavía nos hubieran pagado el aguinaldo y después nos despidieran"
"Hay gente atrás de esto como un mentado (Abraham González) Uyeda, que nos dicen que el secretario general (José Antonio Pinto) obedece a intereses de esta persona”
Aunque en estas épocas muchos reciben su aguinaldo, y comparten con sus cercanos los frutos de su trabajo, en Puerto Vallarta varios empleados recibieron como aguinaldo su liquidación.
En plenas fechas navideñas, el Ayuntamiento de Puerto Vallarta decidió cesar de su cargo a empleados sindicalizados con más de 10 años trabajando en el Municipio.
“Yo le pido al alcalde que recapacite pues, que se ponga en el lugar de nosotros. Y luego por consiguiente nos dieron en las fechas en las que estamos, entonces pues ya se me hace un poquito más cruel todavía que nos hayan hecho esto. Todavía nos hubieran pagado el aguinaldo y después nos despidieran, todavía tendríamos un soporte para encontrar otro empleo o tratar de defendernos”, señaló Marco Antonio Vélez Morales, mecánico del Área de Mantenimiento de Vehículos, con casi 18 años en el Municipio. Le ofrecieron 27 mil de aguinaldo y liquidación.
Las razones que dan es que existe un plan de austeridad, pero la realidad de al menos seis de los nueve empleados que fueron despedidos por el Municipio es distinta.
Porque dichos trabajadores lideraron un movimiento social con los trabajadores sindicalizados que se oponían a la creación del Fideicomiso de Previsión Social que el actual alcalde buscaba consolidar. Y es que para los empleados consultados por este medio, “hay otras formas de ahorrar dinero”, en vez de cesar a empleados con amplias trayectorias, que se irán a juicios laborales.
“Es un caso irregular, es injustificado lo que nos están haciendo, nosotros pensamos que son represalias por un movimiento social que hicimos, porque realmente no nos han dado una justificación, así que tu digas, una causa”, apuntó Vélez Morales en entrevista con Reporte Indigo.
Con dicho fideicomiso, las prestaciones para los empleados serían menores, pues aunque los administrativos del Ayuntamiento explicaban que pagarían “menos impuesto sobre la renta” al tener registrado un sueldo menor, la realidad es que con lo registrado los empleados no podían acceder a préstamos decentes.
Una de las empleadas despedidas, Araceli Vargas Coss, explica el desarrollo de la inconformidad, no solo de ellos, sino de la mayoría de los empleados, que motivó manifestaciones a las afueras del Ayuntamiento y hasta amenazas de paro de labores:
“Nosotros nos damos cuenta de que algo no está siendo bien aplicado, porque a la hora de que nos pagan, al firmar nuestro recibo de nómina, empezamos a ver que por ahí en lugar de tener un salario de 3 mil pesos, decían que era de 900 y tantos, y que todo lo demás era de prestaciones.
“Entonces nosotros empezamos a preguntar que de qué se trataba y es cuando nos empiezan a decir que se trata de un fideicomiso y que es para ahorrarnos los impuestos, de alguna manera, y que lo demás se nos va a retribuir –que se nos va a pagar lo mismo- pero que lo demás se nos va a retribuir en guardería, educación, cuestiones culturales, entonces a nosotros realmente nos extrañó mucho.
“La cuestión es que de ganar, por decir 3 mil pesos, mi sueldo iba a ser de 900. A la hora de que solicité un préstamo, me dicen: ‘bueno, sí te podemos prestar, pero en base a lo que dice tu sueldo, ya no a lo que realmente ganas’”.
Liquidaciones irrisorias
A los seis empleados entrevistados les quisieron juntar la liquidación con el aguinaldo, ofreciéndoles cantidades mínimas en relación con lo que por ley se les debería dar.
“A mí me querían dar 25 mil pesos, 25 mil 500 exactamente, por los 15 años de labor, aparte iba incluido el aguinaldo y prima vacacional en esos 25 mil pesos. Pues se me hace injusto porque a pesar de todo nosotros trabajamos para la campaña política y traemos documentación, donde consta que fuimos regidores ciudadanos, donde conseguimos gente para que él (el alcalde Ramón Guerrero Martínez) estuviera sentado en la parte donde está”, dice Enrique Gutiérrez, quien fue chofer de Aseo Público durante 15 años.
El caso de Cecilia Guadalupe Aguilar Campos, secretaria en la Unidad Municipal Administrativa (UMA) por 10 años es similar, la liquidación-aguinaldo que le ofrecieron fue de 35 mil, a pesar de los años trabajando y que su cargo era administrativo.
“Yo les diría que si de veras quieren ahorrarse el dinero, se pensaran mejor en despedir a las personas que están ganando 70, 60 mil pesos, 40 mil pesos; con dos personas que corran de ésas, nos pagan a 10 trabajadores de nuestra nómina”, señaló Gilberto Daniel González Palomera, quien fue auxiliar administrativo comisionado al Rastro Municipal durante 14 años.
Para Marco Antonio Vélez Morales, líneas arriba citado, “el Ayuntamiento de Puerto Vallarta viene arrastrando falta de dinero desde años atrás, en otras administraciones, pero nunca se había visto afectado el personal, habían hecho otro tipo de movimientos para ahorrar dinero, esta optó por irse contra el personal”.
Venganza contra opositores
El líder sindical de los trabajadores del Ayuntamiento de Vallarta, Gilberto Lorenzo Rodríguez, ha sido acusado de ser “omiso” en su responsabilidad de exigir al gobierno cuentas sobre el Fideicomiso de Previsión Social.
Por ello es que luego de una manifestación que empezó a tornarse violenta el pasado 9 de octubre, pues el líder sindical convocó y nunca llegó, dos regidores del Municipio, Susana Carreño y Humberto Gómez, sugirieron la creación de una comisión de empleados que le diera seguimiento a su petición.
“Nosotros éramos observadores, nosotros estuvimos siendo observadores hasta el día 9 de octubre, la cuestión fue que los trabajadores empezaron a recurrir al líder sindical para que a esto (el fideicomiso) le dieran para atrás.
“Pero el líder sindical junto con el presidente municipal estaban tratando de convencer que se aceptara dicho fideicomiso (…) tristemente sabemos por otros compañeros que pues nos palomeó, que él fue el que solicitó –el mismo líder sindical- que se dieran esas bajas”, apuntó Vargas Coss.
La comisión logró recabar más de 700 firmas, de alrededor de mil 50 empleados, es decir, consiguieron más de la mitad de las firmas de empleados en contra del fideicomiso. Pedían una reunión extraordinaria donde se externara que no se aceptaba el fideicomiso de parte de los trabajadores.
“Y nos hablan el 4 de noviembre que estamos dados de baja porque no hay recursos para pagarnos nuestros salarios. Tú sabes que todos tenemos compromisos, tenemos familias: de los nueve trabajadores tres somos mamás solteras. La mayoría tenemos 10, 13 años en adelante. Hay quienes cumplen los 20 años en este mes, que prácticamente son personas que ya están para jubilarse.
“Vemos que están muy molestos, sabemos que se afectaron intereses. Realmente cuando lo hicimos no sabíamos el alcance de lo que estaba pasando. No sabíamos que hay gente atrás de esto como un mentado (Abraham González) Uyeda, que nos dicen que el secretario general (Antonio Pinto) obedece a intereses de esta persona”, señala Araceli Vargas, con temor a que represalias por su activismo contra el fideicomiso del que se dice fue promovido por el panista González Uyeda.
Fideicomiso fallido
El Fideicomiso de Previsión Social aprobado en cabildo en marzo de 2013 buscaba presuntamente reducir el pago de impuestos para los trabajadores., pero dicho descuento nunca sirvió para que se reflejara un aumento salarial.
Aprobado en el pleno, los trabajadores alegan que los regidores fueron engañados , pues se decía que contaban con la anuencia de ellos.
Finalmente a inicios de octubre, luego de las manifestaciones de empleados, se acordó la extinción del fideicomiso.El propio alcalde, Ramón Guerrero Martínez, señaló en medios locales al respecto:
“Es una prioridad del gobierno municipal la de ser receptivos a nuestro trabajadores, especialmente en las cuestiones que impliquen su total confianza en que, quienes tenemos la responsabilidad de administrar, estamos haciendo lo correcto”.
