Tlaquepaque: drogas, pandillas y narcotráfico

En Tlaquepaque, a partir de los 15 años  de edad se da el mayor abandono escolar, cifra que coincide con que es la edad promedio de consumo de drogas ilícitas por primera vez, según revela el Centro de Integración Juvenil (CIJ) Tlaquepaque.

Además, la minoría de edad es una constante en otro de los fenómenos que caracterizan al municipio, el pandillerismo, afirma el regidor Martín Demetrio Ruvalcaba Navarro, del Movimiento Ciudadano (MC).

Esteban Contreras Esteban Contreras Publicado el
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por ciento de los habitantes de Tlaquepaque tienen entre 10 y 24 años
Martín Detemetrio RuvalcabaRegidor de Tlaquepaque
Mario Quintero Becerra, psicólogo del CIJ Tlaquepaque, señala que quizás en los próximos años el consumo inicial de drogas se dé entre los 10 y 14 años de edad

En Tlaquepaque, a partir de los 15 años  de edad se da el mayor abandono escolar, cifra que coincide con que es la edad promedio de consumo de drogas ilícitas por primera vez, según revela el Centro de Integración Juvenil (CIJ) Tlaquepaque.

Además, la minoría de edad es una constante en otro de los fenómenos que caracterizan al municipio, el pandillerismo, afirma el regidor Martín Demetrio Ruvalcaba Navarro, del Movimiento Ciudadano (MC).

“Hay un problema grave donde la mayoría de los jóvenes que están involucrados en este tipo de problemáticas y riñas son menores de 18 años, entonces no les pueden dar un proceso porque son menores de edad”.

Mario Quintero Becerra, psicólogo del CIJ Tlaquepaque, señala que quizás en los próximos años el consumo inicial de drogas se dé entre los 10 y 14 años de edad.

Entre las drogas de mayor consumo inicial, según el Estudio Básico de la Comunidad Objetivo del municipio de San Pedro Tlaquepaque, son la mariguana, con 56.1 por ciento de los casos atendidos; cocaína ,con 17.7, y los inhalables, con 17.1 puntos porcentuales.

Los resultados preliminares del estudio realizado por el CIJ Tlaquepaque integran las cifras del el Sistema de Información Epidemiológica del Consumo de Drogas sobre pacientes atendidos en el Centro de 2004 hasta 2011, y datos de la Encuesta Nacional de Adicciones.

Pero existe otra droga que aunque no es de las de más consumo sí tuvo un crecimiento significativo entre este sector de población del municipio y que es la Benzodiacepina, según indicó Quintero Becerra.

Entre los pacientes atendidos por consumo de drogas en el CIJ Tlaquepaque se destaca que la atención a mujeres está por arriba de la media nacional, de una mujer por cada cuatro hombres.

Estos dos indicadores, el pandillerismo y las adicciones, son fenómenos que por la desatención de las autoridades se agravan en un contexto de violencia y presencia de cárteles de la droga, que día a día se acentúa en la ciudad.

Los jóvenes pandilleros encuentran una opción laboral en las filas del narcotráfico que ni el gobierno ni la iniciativa privada les ofrece. 

Como Reporte Indigo documentó en el reportaje “Pandilleros, reclutas del narco”, Tlaquepaque es el municipio con mayor presencia de pandillas en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG). 

Y es que a la fecha cuenta con 264 grupos; le sigue Zapopan, con 164. 

Mientras en Guadalajara, en 2009 el Instituto Municipal de Atención a la Juventud contabilizó 144 pandillas. 

También en Tlaquepaque la edad inicial de consumo de drogas es preocupante e indica que no existe una política pública municipal, ni estata, eficaz para atender a este sector de la población.

Y es que desde la administración pasada, el gobierno de Tlaquepaque ha desamparado a los jóvenes, menciona Ruvalcaba Navarro, quien integra la Comisión de Atención a la Juventud municipal: 

“De la administración pasada qué puedo decir, si tenemos un mes en el cargo y llegando a los 15 días hay una evaluación sobre las pandillas que hay en la ZMG y Tlaquepaque es el número uno. Eso de entrada nos deja un precedente donde no se ha trabajado un proyecto.

“Por el momento no hay una estructura, pero también, como fracción, lo estamos proponiendo con esta comisión, abrir el abanico de temas para ser muy puntuales”.

Estas dos problemáticas, aunadas a la presencia del crimen organizado en el municipio y a la poca presencia policiaca, convierten las calles en un espacio donde las riñas afectan a los habitantes incluso por noches enteras, señala el regidor de MC.

“Colonias como San Martín de las Flores, El Sauz, Tateposco, donde son focos rojos, de hecho tenemos reportes de los mismos vecinos que ocupan esta colonia.

“Hay colonias como San Pedrito, donde se concentran las pandillas más peligrosas, donde ya los fines de semana es tierra de nadie”.

Falta representación

La ausencia de representación para los jóvenes  de la ZMG es el caldo de cultivo para que se acentúe el pandillerismo y las adicciones en zonas urbanas, donde se concentra el 60 por ciento de esta población.

“Hay una fuerte necesidad por hacer una división en políticas que atiendan a jóvenes urbanos, que son la mayoría en Jalisco”, destaca Rogelio Marcial Vázquez, sociólogo e investigador del Colegio de Jalisco.

Y es que tanto el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ) como sus homónimos estatales y municipales, no han aplicado políticas diversas que integren a todos los jóvenes, apunta.

“El IMJ está en una crisis muy fuerte. No representan a un tipo de juventud, no hay programas que realmente ayuden, no hay una política de género dentro de los programas hacia la juventud.

“Aunque en retórica en los planes de gobierno y en las políticas del Instituto hay un énfasis de que los jóvenes son muy diversos y hay que atenderlos en su diversidad, no hay un elemento que el Estado mexicano tenga a la mano para recoger esa diversidad y saber certeramente en qué consiste.

“Desgraciadamente, en los últimos años, sobre todo con el periodo de Felipe Calderón, el IMJ  empieza a ayudar a un tipo de joven en particular que es el clasemediero y de clase alta”.

Además, el vacío de oportunidades para los jóvenes ha sido la consecuencia más grave de un gobierno ausente por décadas, que no ha proyectado una plataforma para la juventud que tenga continuidad.

La década perdida para los jóvenes en México se dio entre 1986 y 1997, según Marcial Vázquez, y la realidad actual de falta de oportunidades que los alejen de las adicciones y la violencia es consecuencia de ese olvido.

“Ese vacío es lo que hoy cosechamos. Tras ese largo periodo de desatención a la juventud es que muchos jóvenes no encuentran apoyos, y hoy hay crisis por toda una serie de cuestiones que tienen que ver con el ataque al narcotráfico y las políticas de seguridad pública”.

El negocio del narcomenudeo

Los cárteles de la droga se disputan la distribución de narcóticos en la Zona Metropolitana, y Tlaquepaque no está exento de esta guerra. 

 Según registros de la PGR, algunas colonias como Miravalle, del municipio de Tlaquepaque, estarían controladas por el grupo delictivo de La Resistencia.

 De hecho, se tienen registros de que La Resistencia también opera la distribución de drogas de colonias como Nueva Santa María, según lo dio a conocer el propio procurador del estado, Tomás Coronado Olmos, a finales de 2011.

 A La Resistencia se le atribuyen actividades de extorsión entre narcomenudistas, en las que según documentó el diario El Informador se les exige la distribución exclusiva de su producto.

Esta organización, que empezó a desintegrarse con la caída del su líder, El Molcas, se conforma por células de tres diferentes cárteles:  El Milenio, La Familia y El del Golfo.

 La amplia presencia de pandillas en localidades de Tlaquepaque, como San Martín de las Flores, prende focos sobre la incidencia que pudiera tener el crimen organizado, pues se sabe que los cárteles han utilizado las redes previamente establecidas entre pandillas para así reclutar a nuevos jóvenes distribuidores.

 Es el caso de la colonia  El Sauz, que según información de las autoridades estaría bajo el mando del Cartel Jalisco Nueva Generación.

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