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Termina una era

El Cardenal Norberto Rivera provocó con su postura ultraconservadora que miles de creyentes se alejaran de la iglesia por sentirse juzgados

El día llegó. Norberto Rivera Carrera se retira de la Arquidiócesis de México y cierra así una era polémica y conservadora de la Iglesia católica en el país.

Calificado por sus críticos como el pastor de las élites, cercano a la cúpula política y económica del país y con una estela de escándalos mediáticos, Norberto Rivera estuvo al frente de la Arquidiócesis en una época cambiante que le representó un choque a sus convicciones, hecho que marcó el destino de la Iglesia católica en el centro del país.

Norberto Rivera no supo avanzar con los tiempos. Su visión ultraconservadora alejó a miles de creyentes de una iglesia que los juzgaba, pretendía imponer modelos sociales inexistentes y siempre vivió tratando de influir en las decisiones que se tomaban desde el poder.

La llegada del Papa Francisco al Vaticano cimbró a la Arquidiócesis de México y a Norberto Rivera; un Papa más liberal ponía en entredicho a aquellos pastores que gustaban de vivir en y para la élite y no cerca a los más pobres y necesitados.

Expertos señalan que la rapidez con la que el Papa Francisco aceptó la renuncia del cardenal Norberto Rivera Carrera es el principal signo de la urgencia que había en El Vaticano por llevar a cabo el relevo.

El Papa Francisco nombró como sucesor de Rivera a Carlos Aguiar Retes, un cardenal amigo personal del pontífice, calificado como un hombre mesurado y con mayor capacidad de interlocución.

Forma es fondo

Bien dicen que la forma es fondo y, en el caso del relevo en la Arquidiócesis Primada de México vaya que las acciones hablaron por sí mismas.

Hace seis meses, Norberto Rivera Carrera envió una carta informando al Papa Francisco su renuncia, apenas unos días después de cumplir los 75 años.

La noche del miércoles pasado, al conocer que la noticia sobre el relevo de Rivera se daría a conocer en El Vaticano, personas cercanas al arzobispo dieron a conocer la información en México, enfatizando que se trató no de un movimiento ordenado por el Papa, sino del retiro solicitado por el cardenal.

Para Bernardo Barranco, especialista en temas de religión, la aceptación tan rápida de la renuncia de Norberto Rivera habla de la urgencia que tenía El Vaticano de llevar a cabo este relevo en la Iglesia católica mexicana.

“Fue casi inmediato para los tiempos de la Iglesia la aceptación de la renuncia del cardenal (…) Lo que indica el hecho de que la renuncia haya sido aceptada en seis meses y nombre un relevo, significa que hay una distancia notable del Papa Francisco con el cardenal Norberto Rivera, esa es la lectura política.

“Creo que esta renuncia y la velocidad con que se acepta obedece a la degradación y al desgaste del liderazgo del propio Cardenal: muy mermado mediáticamente y muy cuestionado”
Bernardo BarrancoEspecialista en temas de religión

Legado polémico

El cardenal Norberto Rivera dejó tras de sí un legado lleno de polémica y enfrentamiento con diversos sectores del país.

Basta recordar sus habituales roces con grupos de minorías sexuales, activistas en pro del derecho al aborto, miembros de la izquierda o hasta dentro de la propia estructura de la Iglesia católica del país, así como el escándalo del presunto encubrimiento de casos de pederastia.

El mayor desgaste de Rivera Carrera, sostuvo Barranco, fue la forma en que buscó imponer su postura ultraconservadora y de moral religiosa en una ciudad donde la evolución de temas progresistas fue veloz.

“Hubo un desencuentro cultural entre el cardenal y el ciudadano común de la Ciudad de México, una ciudad incorporada a los grandes movimientos culturales globales.

“Norberto Rivera enfrentó sus recetas tradicionalistas de moral católica frente a una sociedad más secularizada, una cultura donde lo religioso no es el único factor que determina la ética y la forma de vivir”, explicó Barranco.

A esto se suma el hecho de que siempre fue mucho más cercano a los grupos de poder que a la feligresía más pobre y necesitada.

El mayor desgaste de Rivera Carrera fue la forma en que buscó imponer su postura ultraconservadora y de moral religiosa en una ciudad donde la evolución de temas progresistas fue creciendo de forma veloz

Fátima Moneta Arce, especialista en temas de religión y activista en pro de los derechos de la mujer, define lo que Norberto Rivera hizo desde su posición como arzobispo primado de México.

“Ha hecho de la fe un negocio y de la pastoral, política. Los negocios con la Basílica, con la imagen del Papa, los encuentros con actores políticos, sus declaraciones constantes sobre temas ajenos a la religión y a las formas sociales de vivir la religión (…) El modelo de Iglesia que ha seguido, centralista, juridicista, autoritario, preocupado por las élites, por implantar una forma única de pensamiento, es un modelo que ya no tiene cabida en los tiempos actuales”, escribe Moneta Arce en el libro “Norberto Rivera, el pastor del poder” (Grijalbo, 2017), coordinado por Bernardo Barranco.

En entrevista, la experta sostiene que Norberto Rivera deja muchos pendientes en su paso por la segunda Arquidiócesis más poblada del mundo.

“Uno de esos pendientes y que para mucha gente ha sido muy importante es la incongruencia que ha habido en todos los temas de moral sexual, en el que combatió activamente el matrimonio igualitario, la interrupción legal del embarazo, pero al mismo tiempo no ha habido una condena sobre la pederastia clerical, ni el encubrimiento o la amistad que tuvo con Marcial Maciel. Es una incongruencia entre lo que se predica y lo que se actúa.

“Otro pendiente es que no se le ubica como un obispo cercano o líder de una Iglesia que comprenda las necesidades de las personas, que haya acompañado de búsqueda de justicia, por ejemplo, que ese es un tema importante para muchas personas católicas”, expuso Moneda Arce.

El sucesor de Rivera Carrera, Carlos Aguiar, tendrá ante sí ese primer reto de acercarse a la gente, indicó la especialista, para que la Iglesia católica nuevamente vuelva a ser una opción congruente para los creyentes de la capital del país.

Aguiar, hombre de confianza

Carlos Aguiar Retes, quien será sucesor de Norberto Rivera Carrera, es un hombre de toda la confianza del Papa Francisco; son amigos desde hace casi dos décadas.

Para Bernardo Barranco este es un factor determinante por el que el pontífice decide darle la responsabilidad de dirigir a una arquidiócesis de la importancia de la Ciudad de México.

“En este momento el Papa requiere de lealtades importantes como la que le va a representar Aguiar Retes. Él es el hombre del Papa en México. Esa lealtad va a ser fundamental porque el Papa Francisco enfrenta rebeliones importantes de los grupos conservadores de la Iglesia, de cardenales, donde incluso estaba Norberto Rivera”, explicó el especialista.

De cara al proceso electoral del 2018, Barranco considera que la presencia de Carlos Aguiar va a distender las relaciones políticas de la Iglesia católica en el país

Esos ataques de los grupos más conservadores arreciaron a raíz del Sínodo por la familia, una reunión convocada por el Papa Francisco en 2014 para tratar temas como la nueva unión entre los divorciados, las parejas de hecho, los matrimonios igualitarios, las familias monoparentales y otros asuntos polémicos que no gustaron a los grupos más reaccionarios.

Barranco sostiene que serán varios los retos que tendrá Carlos Aguiar ante una Arquidiócesis que alejó a los fieles por la postura autoritaria y conservadora de Rivera.

Los ataques de los grupos más conservadores arreciaron a raíz del Sínodo por la familia, convocado por el Papa Francisco en 2014 para tratar temas polémicos que no gustaron a los grupos más reaccionarios

“No la tiene fácil. La Arquidiócesis está hecha un desastre: muy centralista, con una percepción de una pastoral no del encuentro, como lo quiere Francisco, sino distante (…) el primer reto que tiene Carlos Aguiar es recomponer a la Arquidiócesis, quizá reestructurar los poderes locales internos, desburocratizar la estructura de la Iglesia, descentralizarla, darle más peso a los obispos.

“El segundo desafío es el mediático. ¿Cómo reequilibrar esta imagen tan quebrantada de la función arzobispal? Es un gran reto para el nuevo arzobispo”, comentó.

El especialista señala que, de cara al proceso electoral del 2018, la presencia de Carlos Aguiar va a distender las relaciones políticas de la Iglesia católica en el país, pues con Norberto Rivera siempre era una presencia de presión y acecho a los candidatos y los partidos.

“Era algo como: ‘Si tú promueves el aborto, te receto el castigo del voto católico; si tú promueves los matrimonios igualitarios, también te castigo el voto católico’, tal como ocurrió en el 2016 (…) Él amenazaba, insultaba; como cuando a los magistrados les dijo que los maiceaban o a los perredistas les decía ‘hijos de las tinieblas’.

“Aguiar es otro estilo, no es desafiante, de confrontación, sino un estilo más suave. Va a haber una postura de mayor distensión entre la agenda de la Iglesia católica y de la política en los procesos electorales. No va a haber este acecho, esta crispación, esta polarización; el estilo de Aguiar es más refinado, más sutil. No significa que no vaya a defender la agenda de la Iglesia, sólo que lo va a hacer de otra manera”, sentenció Barranco.

“Él (Aguiar Retes) es el hombre del Papa en México. Esa lealtad va a ser fundamental porque el Papa Francisco enfrenta rebeliones importantes de los grupos conservadores de la Iglesia, de cardenales, donde incluso estaba Norberto Rivera”
Bernardo BarrancoEspecialista en temas de religión

Carlos Aguiar Retes es ubicado como un personaje cercano al PRI y al presidente Enrique Peña Nieto; tan es así que en 2009 acompañó al entonces gobernador del Estado de México al Vaticano para presentar ante el Papa Benedicto XVI a su novia, Angélica Rivera.

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