Suicidios, emergencia por atender

15 de Mar, 2018

La muerte ronda a Jalisco. Enero y febrero quedaron marcados por el suicidio de tres adolescentes. En el primero un menor de 11 años se colgó en la regadera de su casa. Sus padres habían informado que éste había terminado de comer y se metió a bañar, pero cuando fueron a su búsqueda ya estaba muerto.

El segundo se registró en el domicilio del menor, de 14 años, en Tonalá, quien luego de llegar de la secundaria se refugió en su cuarto, puso musical a un volumen alto y se disparó con arma de fuego. Su padre escuchó el estruendo y se dio cuenta de lo ocurrido.

El más reciente ocurrió el interior de la Escuela Politécnica de Guadalajara el sábado 24 de febrero, donde incluso las autoridades universitarias debieron posicionarse sobre el presunto suicidio de una menor que se quitó la vida en los baños de mujeres y fue encontrada por sus compañeras, mismas que reportaron el suceso a las autoridades del plantel.

“Vamos a hacer un mayor esfuerzo para identificar los casos de inestabilidad emocional para resguardar la seguridad de nuestra comunidad”

El suceso, señaló, sería un parteaguas para salvaguardar la vida de los estudiantes.

En el tema del suicidio, Jalisco enfrenta un reto para prevenir y ayudar a la población que podría ser vulnerable a quitarse la vida. En una perspectiva de tendencias de largo plazo, esta entidad registra la mayor cifra de muertes por suicidio desde el año 2000, incluso por encima de Edomex.

Estos eventos han llamado la atención a nivel local, pues a pesar de las estrategias para prevenirlos y los informes que hablan de una disminución en los eventos ocurridos en el último año, desde inicios del 2018 se siguen contabilizando casos.

Jóvenes: población vulnerable

Ante lo relevante del tema, desde enero se aprobó un punto de acuerdo en el Congreso de la Unión para que se exhortara a la Secretaría de Salud Jalisco a fomentar acciones para atender y reducir la problemática del suicidio en jóvenes y adultos en la entidad.

Ya que esta población es el eslabón más débil frente a esta problemática y también de las más vulnerables. Cifras nacionales revelan que en el último año, la población entre los 15 y los 29 años de edad constituyeron el 41.2 por ciento de las muertes por suicidio en el país.

El suicidio más reciente en el estado fue el de una menor de edad y se registró el pasado 24 de febrero en los baños de mujeres en la Escuela Politécnica de Guadalajara

Informes legislativos del Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República, reconocen la preponderancia de Jalisco en este tema y señalan:

“En dieciséis años, murieron en México a causa de lesiones autoinflingidas, un total de 83 mil 490 personas, así como 64 mexicanos en el extranjero. Clasificados por entidades federativas, Jalisco tiene la mayor incidencia de suicidios durante los últimos dieciséis años registrados: 6 mil 539 casos”, señala el documento publicado en febrero de este año.

Los métodos más utilizados para estos hechos son el ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación, aunque también se presentan de forma importante suicidios vía el envenenamiento y disparo con arma de fuego.

El que las víctimas de este tipo de muerte autoinflingida sea en su mayoría por parte de la población joven también muestra cómo la escolaridad máxima alcanzada es la secundaria y la primaria completada. Lo que también salta en estos escenarios es que uno de los posibles móviles para llegar a estos extremos de muerte es que haya un contexto previo de daño psicológico por parte de los compañeros de clase.

“El aumento de la incidencia del suicidio en México es notable y preocupante, pero más allá de las cifras, el producto de los actos suicidas impacta la vida y el bienestar de innumerables personas, tanto de aquellos que han renunciado a la vida, como de las personas cercanas a los renunciantes.

La población joven es el eslabón más vulnerable para cometer suicidio, cifras nacionales revelan que en el último año las personas entre los 15 y 29 años de edad fueron el 42.2 por ciento de las muertes por esa causa en el país

“Resalta, por ejemplo, la susceptibilidad de los jóvenes y la cada vez más frecuente incidencia en menores de edad. Así también, las víctimas indirectas, aquellos que presenciaron o vivieron cercanamente a aquellos acaecidos por una muerte voluntaria, son receptores de los múltiples efectos traumáticos que un acto de esta naturaleza produce”, recalca el estudio del Senado.

Medidas urgentes

A partir de los hechos ocurridos en uno de sus planteles, la Universidad de Guadalajara (UdeG) ha llevado a cabo diversos eventos de reforzamiento del debate sobre este tema e incluso se habló de reforzar la ayuda psicológica para los estudiantes y así prevenir este tipo de fenómenos.

“Proponemos crear una Red de universitarios en pro de la salud mental, incluyendo los suicidios y los problemas que son factores de riesgo suicida. Se tuvo un programa de capacitación a maestros del SEMS a través de Servicios Universitarios y se implementó una línea telefónica de intervención en crisis a universitarios que se tendrá que extender”, explicó el pasado 27 de febrero Francisco Gutiérrez Rodríguez, jefe del Departamento de Psicología Básica del Centro Universitario de Ciencias de la Salud.

No obstante la realidad en el grueso del estado, más allá del impacto que tiene la casa de estudios en distintas regiones es poco alentador, pues como las propias autoridades involucradas en el tema han reconocido, a nivel presupuestario sólo se destina el 2 por ciento del presupuesto para brindar una mayor atención a esta decisión de quitarse la vida que toma una parte importante de la población, sobre todo los jóvenes.

Incluso una de las últimas actividades que realizó la Secretaría de Salud Jalisco sobre este tema fue desde diciembre de 2017, en el marco de las fiestas decembrinas, a pesar de que los mismos funcionarios reconocieron que no son las fechas y coyunturas, como navidad, las que incrementan este tipo de actividades.

Sin embargo, queda claro que una de las tareas principales para las instituciones, tanto gubernamentales, educativas y familiares, es que se debe prestar mayor atención a estos problemas y el entorno de quienes puedan optar por estos contextos, de lo contrario persistirá la prevalencia de este tipo de muerte en la entidad.