Sospechas de guerra

El almacenamiento de combustible en Jalisco se encontraban por debajo del 19 por ciento al momento de iniciar el plan nacional contra el huachicol. Los ductos se cerraron sin ninguna medida de prevención, llevando al gobierno estatal a sugerir acciones políticas que motivaron el desabasto en la región

[kaltura-widget uiconfid=”39952882″ entryid=”0_cx2mc1v0″ responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /]
El plan contra el robo de combustible que emprendió el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en los últimos días del 2018, se puso en marcha en Jalisco cuando sus niveles de combustible almacenado estaban por los suelos, lo que derivó en un prolongado desabasto que afectó al estado durante semanas.

Justo en medio de la crisis por la que atravesó Jalisco ante la falta de combustibles, el gobernador del estado, Enrique Alfaro Ramírez –que en ese momento era un opositor político sistemático del presidente– llegó a mencionar que la severidad del caso jalisciense podía tener otras causas detrás, al sugerir el 22 de enero de 2019 que la medida parecía tener tintes políticos.

“No es polémica decir que el tamaño del problema de desabasto de combustible que se vive en Jalisco es muy diferente al del resto del país. Es preocupante que aquí lleva casi 19 días, mientras que en otros lugares como la Ciudad de México sólo tuvieron tres días de crisis. O como en Puebla, que no ha tenido un sólo día de desabasto a pesar de ser identificado como uno de los estados con mayor índice de robo de hidrocarburos y ductos perforados”.

Aunque nunca se esclareció si la pugna política entre el presidente y Alfaro Ramírez había influido en la crisis de desabasto jalisciense, lo cierto es que registros dados a conocer recientemente por Pemex Logística, revelan que las dos Terminales de Almacenamiento y Reparto (TAR) que abastecen de combustible al estado tenían niveles mínimos al momento en que la Federación decidió cerrar deliberadamente sus ductos, y sin haberlas llenado antes

La TAR Zapopan, con una capacidad para almacenar 136 mil 641 barriles de gasolina Magna tenía únicamente 16 mil 836 barriles el 27 de diciembre de 2018, día en que el presidente López Obrador anunció el operativo nacional contra el robo de combustible; lo que evidencia que esa TAR se encontraba con poco más de una décima parte de su capacidad de almacenamiento utilizada (12.32 por ciento).

De igual forma, la TAR Zapopan puede almacenar 55 mil 703 barriles de gasolina premium, pero aquel día en que se formalizó la lucha contra el huachicol, sumaba apenas 7 mil 377 barriles de ese combustible, lo que implica que contenía únicamente el 13.24 por ciento de su capacidad.

La otra TAR en Jalisco de nombre “El Castillo”, puede almacenar 107 mil 327 barriles de gasolina magna, sin embargo, a finales de 2018 contenía apenas 20 mil 389 barriles, menos de una quinta parte de toda su capacidad.

147 mil
barriles de combustible es la capacidad de almacenamiento de la TAR “El Castillo” que se vio desatendida durante diciembre.

Y con respecto a la gasolina premium, la TAR “El Castillo”, puede contener en total 40 mil 081 barriles, pero al momento de la medida presidencial, alojaba únicamente 7 mil 583 de los mismos, lo que representa solamente un 18.91 por ciento de toda su capacidad de almacenamiento.

Sin prevención

Ahora bien, cuando el presidente López Obrador anunció el pasado 27 de diciembre el plan nacional contra el robo de combustible, aseguró que las acciones habían comenzado a implementarse desde unos días antes, el 20 de diciembre para ser precisos.

Sin embargo, los registros de Pemex Logística demuestran que también ese 20 de diciembre de 2018 las dos TAR de Jalisco se encontraban muy lejos de los niveles óptimos de almacenamiento de hidrocarburos, o al menos de unos que resultaran suficientes para paliar el cierre de ductos que se implementaría durante semanas.

Aquel 20 de diciembre la TAR Zapopan sumaba 28 mil 411 barriles de gasolina magna, lo que significa que estaba a sólo una quinta parte de toda su capacidad de almacenamiento; y contenía otros 7 mil 652 barriles de gasolina premium, lo que equivalía apenas a una décima parte de la misma.

12.32
por ciento fue la reserva de combustible con la que operó la TAR de Zapopan durante la iniciativa presidencial.

Por su parte, La TAR “El Castillo”, sumaba únicamente 45 mil 211 barriles de gasolina magna, por lo que estaba por debajo de la mitad de su capacidad total de almacenamiento. Además de contener otros 16 mil 176 barriles de gasolina premium, lo que equivalía al 40.35 por ciento de todo el volumen que podía guardar de ese combustible.

Estos registros de Pemex Logística (folio 1857000016419) también develan que al momento de iniciar el plan antihuachicol, las dos TAR de Jalisco estaban en niveles de almacenamiento muy por debajo de los que presentaban para esas mismas fechas en 2017, aún en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

El 27 de diciembre de 2018 al arrancar la medida de seguridad, las dos TAR de Jalisco sumaban 37 mil 225 barriles de gasolina magna, los cuales en comparación con ese mismo periodo un año atrás, indicaron que contenían un 56.69 por ciento menos en su volumen.

Con la gasolina premium la diferencia también fue abismal: al momento de la iniciativa contra el huachicoleo, las TAR de Jalisco tenían 14 mil 960 barriles de ese combustible, mientras que el mismo día de 2017 tenían 68 mil 392 barriles, por lo que la caída registrada fue de 78.12 por ciento.

Este mismo análisis, aplicado sobre el 20 de diciembre pasado, también arroja resultados desfavorables: ese día las TAR de Jalisco guardaban 73 mil 622 barriles de gasolina magna, y el mismo día de un año anterior, sumaban 149 mil 459 barriles, lo que evidencia una reducción del 50.74 por ciento de su capacidad.

Y en cuanto a la gasolina premium lo mismo: las TAR del estado tenían 23 mil 828 barriles al 20 de diciembre de 2018, mientras que un año atrás registraron 72 mil 096 barriles, lo que representa una disminución del 66.94 por ciento.

En la medida en que la disputa entre el presidente y el gobernador Alfaro Ramírez amainaba, fueron quedando atrás los señalamientos que el gobernador lanzó durante la crisis de la gasolina, en los que deslizaba la idea de que Jalisco estaba recibiendo un trato diferenciado por parte del Gobierno federal por asuntos meramente políticos.

Te puede interesar