Síndrome de mamá perfecta: invisibiliza a individualidad de las mujeres

La organización y la planeación son tareas invisibles que absorben el tiempo de las mujeres y generan estrés, aunado a el “Síndrome de la mamá perfecta” en el que las mujeres asumen que deben cumplir con todos los roles que se les asignan al convertirse en madres.

Cuidadoras, educadoras, enfermeras, orientadoras emocionales, todas estas actividades sin remuneración alguna para las que viven bajo el Síndrome de mamá perfecta.

Estas actividades dejan a las mujeres sin tiempo para desarrollar sus actividades personales, lo que puede provocar una pérdida de  identidad entre otros problemas de salud mental, además de representar un impacto significativo en la autoestima de las mujeres. 

Para ejercer una maternidad sin que ello conlleve a la pérdida de la autorealización personal y profesional de las mujeres es indispensable que se reconozca la maternidad como un trabajo social, que requiere de políticas públicas que velen por el bienestar económico y social de las mujeres.

El 65% de las mujeres dedica menos de una hora a la semana al cuidado personal

Síndrome de mama perfecta

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo (ENUT 2019) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las mujeres dedicaban 39.7 horas a la semana al trabajo no remunerado en el hogar, mientras que los hombres 15.2. 

Esto impacta en  la participación de las mujeres en el mercado laboral, pues el empleo de las mujeres que se convierten en madres no se recupera hasta después de al menos, seis años. A esto se suma que el 53% de las madres solteras en México tienen como máximo estudios de secundaria.

El ranking 2021 de “las mejores empresas para trabajar de Mamá Godín” muestra que el porcentaje de hombres que son padres y cuentan con trabajo remunerado alcanza un 42%, mientras que las mujeres que son madres y ejercen un trabajo remunerado solo alcanza el 14%

Solo el 55% de las mujeres que se convierte en madres regresa a trabajas por la falta de flexibilidad en horarios y permisos.INEGI

De acuerdo con el estudio “El efecto de la maternidad en empleos y salarios en México” las mujeres que ejercen su maternidad tienen de un 10 a un 40 por ciento de reducción salarial después de volverse madres. 

A esto se suma la precariedad de los trabajos de mujeres con hijos, pues un 62.2 por ciento no cuentan con acceso a servicios de salud  y al menos seis de cada 10 trabajan en la informalidad. 

Para las mujeres que sufren del síndrome de la mamá perfecta, dejar su empleo y  la informalidad se convierte  en un mecanismo amortiguador donde algunas madres abandonaran la fuerza laboral, pero aceptan trabajos de menor calidad, por lo que el 41% de las madres solteras que trabajan en el sector informal el 12.2% hace trabajo doméstico.

 

Síndrome de mama perfecta

Lizzette Gómez  se convirtió en mamá a los 35 años, su hija nació durante el confinamiento por Covid-19 y considera que las empresas no son amigables con las mujeres que se convierten en madres, pues les exigen ser la misma persona que eran antes de ejercer su maternidad. 

Sindrome de mamá perfecta: la maternidad es una decisión así como no serlo

Yo amo a mi hija, no me arrepiento de ser mamá y lo volvería a hacer si se da la oportunidad pero no debemos ser las mamás perfectas entregadas en cuerpo y alma

Ser mamá es a veces sentirte triste, a veces enojarte y eso no te hace mala mamá, dejar a tu bebé con alguien más para hacer tus cosas eso no te hace mala mamá, no tienes que verte bonita todo el tiempo para ser una buena mamá, ni estar pegada todo el tiempo al bebé. 

Síndrome de mama perfecta

 Para Rafaela García Soto de 55 años, trabajadora del hogar enterarse de que sería madre fue un reto, ya que “no sabía hacer nada” y le daba miedo no poder con esa responsabilidad. 

“Yo veía a mi madre que nos hacía de comer, lavaba, planchaba, hacía tortillas a mano, el quehacer, todo el tiempo dedicada a la casa, éramos seis, yo veía que era demasiado trabajo…”

Rafaela trabajaba en Panamericana de Valores cuando se enteró que estaba embarazada, el padre de su hijo no se involucro en su crianza hasta los siete años, y solo de manera esporádica.

“Me sentí rara con los cambios porque yo usaba tacón, faldas y a raíz de que empecé a usar la bata de maternidad me sentía hasta sin ropa, no era la pena por el embarazo, si no pena por cómo me veía y eso era lo que marcaba la diferencia”

Rafaela observa a Pamela de 21 años quien está embarazada y porta un vestido azul que combina con tenis tipo converse,

“Ahora que ve a Pam con su vestido, bien cómoda sí me hubiera gustado usar mayas o blusón pero en ese entonces no existían esas opciones”

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 ¿Es posible reiniciar la vida sexual en el post parto? 

Por otro lado existe una presión social hacia las mujeres para “no descuidar su relación” o a su pareja lo cual abona al síndrome de la mamá perfecta.

En el caso de Lizzette sus niveles hormonales y el estrés ocasionado por la pandemia aunado a una amenaza de aborto provocó que su vida sexual se viera afectada.

Sobre todo es complicado la primera vez  que te  separas del bebé  para ir a disfrutar de un tiempo que tú crees que debes dedicarle al 100 al bebé, pero es porque en nuestra  cultura está esa maternidad donde ya no te perteneces, en cuanto eres madre dejas de ser mujer y si no lo haces eres una mala mamá.

“Hay veces en que no sabes cómo manejarlo y te empiezas a clavar en lograr el objetivo y dejas de lado el disfrute de tu cuerpo y disfrutar estar a lado de la persona. Pero sí hice una análisis en el momento y en cuanto cambié ese chip fue diferente”

Tu cuerpo se vuelve otra cosa y la pareja se enfoca en el bebé, pero ahora que ya podemos salir, pedimos que la cuiden un par de horas para no perder esa dinámica de pareja.

Rafaela nunca volvió a entablar una relación sexo afectiva, en gran parte por los señalamientos morales de su época.

Síndrome de mama perfecta

Pamela de 21 tiene 7 meses de embarazo, 

Cuando me embaracé y empecé a sentir mi cuerpo diferente sí se bajó mi autoestima, por comentarios de algunas personas que decía que por la panza le iba a dar asco a mi pareja, eso me llenó de inseguridad. 

Me da miedo de esa mamás que se dejan de lado y solo dedican a sus hijos, me da miedo perder mi esencia de mujer y mis deseos

Pamela tiene como meta ir a Canadá, terminar su carrera en psicología y poner un hospital.

Qué no minimicen, ni me limiten por estar embarazada, estar embarazada no me hace discapacitada, débil, ni con menos valor

 

“Yo pienso que puedo seguir estudiando, ir a mis cursos, y sí me enoja que me digan que ya soy una señora

Daniela 33 años va a ser mamá de 2 gemelas y tiene 3 corazones dentro, así describe su embarazo gemelar. 

 

Síndrome de mama perfectaDe acuerdo con la periodista y madre Elizabeth González-Maríque ser mamá es muy diferente a querer serlo.

La función sexual de mis senos ha desaparecido 

La individualidad se ha perdido mucho porque no salgo al trabajar, estoy todo el día con ellos, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, estamos 24/7 juntos, y por ello encontrar los momentos en los que podemos tener un espacio de pareja ha sido difícil por que no tenemos momentos solos, depende mucho de si mis papás pueden cuidarnos a los niños
Elizabeth González-Manrique

Elizabeth tuvo una cita con su pareja por primera vez después de nueve meses de que su hija naciera aunque solo fuera comer una hamburguesa

La culpa en la maternidad

Elizabeth analizó y se percató que desde que se enteró que sería madre comenzó a experimentar un constante sentimiento de culpa:

[shortcode-citas cita=”Cuando eres madre la culpa empieza a ser un sentimiento constante, culpa porque tal vez piensas que mi relación de pareja se va a empezar a deteriorar, o por pensar que y quiero que duerman solos para tener tiempo para mí. Y también cargo con mucha culpa por cómo me estoy tratando y porque a veces siento que no sé cómo balancear las cosas ” autor=”Elizabeth González-Manrique” puesto=””

 

Criar en pandemia 

Criar a mis hijos en medio de la pandemia ha sido muy complicado. 

“Ser madre en un momento social e histórico donde parece que los niños quieren ser vetados del espacio público y por qué no, los padres también, si el niño alza un poquito la voz ya representa un problema, o quieren que los niños se callen, o quieren que no estén de plano. Además combinar el trabajo, la vida familiar y la vida laboral en el mismo espacio, todo el día, todos los días hace que se rompan las barreras y de repente no entiendes mucho”

Por ello para Elizabeth es muy importante poner atención a la sanidad mental de los padres pues considera que se requiere apoyo psicológico para abordar todas las responsabilidades juntas en un solo espacio, porque que dejan una carga mental muy importante. 

La paternidad se suscribe solo a los padres y a los hijos, entonces pasa que no entienden que no solo eres una madre, que eres un ser humano que quiere convivir con otros adultos, que no comprenden que uno es un ser individual que necesita interacción social lejos de tus hijos y que cuando lo intentas inmediatamente viene la pregunta: Dónde dejaste a tus hijos, pero esa pregunta solo está dirigida a la mamá. 

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