Sin Peña ni Sicilia se opaca inauguracion

El Memorial a las Víctimas de la Violencia en México se inaugurará hoy en el Distrito Federal, rodeado de polémica por dos ausencias notables: la de Enrique Peña Nieto, que se encuentra  de gira de trabajo por China y Japón y la de Javier Sicilia, cuyo Movimiento por la Paz, la Justicia y la Libertad (MPJD) siempre se desmarcó del proyecto. 

La ausencia de Peña Nieto ha molestado a algunos activistas sociales que, desde 2010, promovieron construir un monumento en recuerdo de los caídos en la lucha contra el narcotráfico que emprendió Felipe Calderón. 

El Memorial a las Víctimas de la Violencia en México se inaugurará hoy en el Distrito Federal, rodeado de polémica por dos ausencias notables: la de Enrique Peña Nieto, que se encuentra  de gira de trabajo por China y Japón y la de Javier Sicilia, cuyo Movimiento por la Paz, la Justicia y la Libertad (MPJD) siempre se desmarcó del proyecto. 

La ausencia de Peña Nieto ha molestado a algunos activistas sociales que, desde 2010, promovieron construir un monumento en recuerdo de los caídos en la lucha contra el narcotráfico que emprendió Felipe Calderón. 

“Lo menos que merecíamos es que hubiera estado el presidente”, dijo Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la organización Alto al Secuestro.

Quien sí acudirá hoy al cruce de Paseo de la Reforma y la avenida Anatole France, en representación del gobierno federal, será Lía Limón, subsecretaria de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.

Se prevé que asistan también representantes de las organizaciones México SOS de Alejandro Martí, Causa Común, de María Elena Morera, y la Fundación Camino a Casa, de Patricia Prado, entre otras. 

Sicilia al margen

El gran ausente será Javier Sicilia. Desde que en la pasada administración federal se echó a andar la propuesta de construir este memorial, su movimiento estuvo al margen.

Y no sólo por el hecho de que el monumento se haya edificado a un costado del Campo Marte de la Secretaría de la Defensa Nacional. 

El MPJD se percató desde el principio que no habría un proceso de debate público como el que ahora se trata de gestar para dar un nuevo sentido a la Estela de Luz y convertirla en Estela de la Paz.

La oposición, recuerda Brisa Solís, vocera del movimiento, se gestó al no haber un consenso en el debate en torno a cómo construir la memoria histórica sobre las víctimas de la violencia.

Por ejemplo, si en los memoriales se deben incluir además los nombres de los militares caídos, de los desaparecidos e incluso de los propios delincuentes.

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