‘Si pasa agua, no pasan coches’

En pleno prólogo electoral, Sonora continúa inmerso en un desencuentro entre el gobierno estatal y miles de ciudadanos del sur del estado.

La demanda es muy clara: que la autoridad ordene el paro de las bombas de agua que extraen el vital líquido de la presa El Novillo como parte del proyecto Acueducto Independencia, mediante el cual se extraerían anualmente 75 millones de metros cúbicos de agua del río Yaqui para llevarlos a la ciudad de Hermosillo.

En pleno prólogo electoral, Sonora continúa inmerso en un desencuentro entre el gobierno estatal y miles de ciudadanos del sur del estado.

La demanda es muy clara: que la autoridad ordene el paro de las bombas de agua que extraen el vital líquido de la presa El Novillo como parte del proyecto Acueducto Independencia, mediante el cual se extraerían anualmente 75 millones de metros cúbicos de agua del río Yaqui para llevarlos a la ciudad de Hermosillo.

A manera de presión, agricultores, en su mayoría yaquis, han mantenido bloqueada la carretera federal 15 México-Nogales, a la altura de Vicam, desde el 19 de junio, pero ahora han decidido protestar de manera intermitente debido a que temen represiones por parte de las fuerzas federales.

El revuelo causado por las manifestaciones ha desatado un ola de rumores en el estado. Uno de ellos se refiere a un supuesto operativo federal para dispersar el bloqueo que ha afectado a miles de transportistas.

Tomás Rojo, vocero del gobierno tradicional yaqui,  dijo que aunque consideran que es más probable el “garrote” que un acercamiento, no levantarán el bloqueo. 

Aseguró a Reporte Indigo que hasta ayer, el Gobierno Federal no había hecho ningún intento de dialogar con los agricultores.

Las expresiones de inconformidad escalaron de tono luego de que el pasado 9 de mayo la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ratificara un amparo en contra del proyecto del Gobierno del Estado, ante la falta de permisos por parte de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), para el trasvase, y de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para el impacto ambiental.

La administración del gobernador Guillermo Padrés permanece en desacato de los ordenamientos jurídicos. Y no solo ha decidido continuar con la obra hidráulica, valuada en 3 mil millones de pesos, sino que también ha desafiado el Estado de derecho, con declaraciones públicas hechas a los medios de comunicación, asegura Rojo.

Lo que en un principio hizo que se agudizara la rivalidad entre Obregón y Hermosillo, hoy ha tenido un efecto contrario, ya que en los bloqueos participan agricultores de ambas ciudades.

Desde que en 2010 se anunció el magno proyecto hidráulico, denominado Acueducto Independencia, la población del sur de Sonora se ha manifestado en contra, sobre todo miles de agricultores yaquis, quienes piensan que el proyecto hidráulico va a deteriorar la agricultura de la región.

Para los yaquis, el tema va más allá, pues reclaman que se respete un mandato de ley que estipula que poseen el 50 por ciento de los derechos de agua de la presa La Angostura, que se nutre de los escurrimientos del río Yaqui. 

Por ello, advierten que el Acueducto Independencia, promovido por Padrés y apadrinado por Felipe Calderón, representa el despojo de agua a la tribu al trasvasar agua del río Yaqui a la ciudad de Hermosillo, reduciendo los volúmenes concedidos por decreto presidencial a los ocho pueblos yaquis en 1940.

Rojo apuntó a que el Pacto por México podría ser el responsable de que el Gobierno Federal no intervenga en Sonora, a pesar de que el gobernador ha quebrantado las leyes, pues este “pacto político” limita al gobierno del PRI para actuar en contra del panista Padrés.

Las declaraciones de los líderes agricultores han sido contundentes:  si sigue pasando agua por el “espurio” Acueducto Independencia, seguirán sin pasar coches por la carretera federal 15.