Sector fintech modera el rugido que sorprendió a la banca tradicional

En México aproximadamente 56.7 millones de personas cuentan con un producto financiero, ya sea cuenta de ahorro formal, crédito, seguros o Afore, conoce como las fintech te pueden ayudar 

El crecimiento de las fintech se ha moderado y con ello la “amenaza” que estos representaban para la banca tradicional.

En medio de un ambiente de lento crecimiento económico y cautela por parte de los inversionistas, las plataformas Financieras Tecnológicas (fintech) se han debilitado con la falta de liquidez, sobre todo aquellas que adoptaron el enfoque de “construir ahora para obtener ganancias después”, de acuerdo con el análisis de Moody´s  “Fintechs lose financial footing, tipping scales in favor of incumbents, for now”.

Con el acelerado nacimiento de estas plataformas tecnológicas durante la última década, surgió una pregunta entre los usuarios de estos servicios y especialistas: ¿pueden las fintech absorber gran parte del mercado de la banca tradicional?

La respuesta constante fue negativa debido a la diferencia en los objetivos y servicios de cada una de éstas. No obstante, su crecimiento acelerado no dejaba de sorprender.

En 2022 se identificó un crecimiento de 26 por ciento en el número de fintech establecidas únicamente en México, uno de los mayores incrementos interanuales, toda vez que duplicó el registrado entre 2020 y 2021, de acuerdo con el Finnovista Fintech Radar México 2023.

Pero este mismo estudio apuntó que de las 512 fintechs activas en 2021, únicamente 466 seguían activas para finales de 2022, lo que significa una tasa de mortalidad de nueve por ciento.

Finnovista define a las fintech como las plataformas de innovación tecnológica aplicadas a servicios financieros que pueden resultar en nuevos modelos de negocios, aplicaciones, procesos o productos asociados a un efecto relevante en la prestación de servicios.

Banca tradicional responde

Ante la llegada de estas plataformas que gran parte de su oferta está centrada en agilizar la integración financiera de los segmentos de la población que tradicionalmente han sido excluidos, la banca se ha enfocado en hacer inversiones estratégicas para mejorar su oferta digital y ampliar sus capacidades.

El análisis de Moody’s advierte que la banca tradicional se ha defendido agresivamente en contra de riesgos como la desintegración de su modelo de negocios a través del aumento del gasto en tecnología o incluso con la generación de alianzas.

Un ejemplo muy destacado de las alianzas entre la banca tradicional y compañías cuyo “core business” es la tecnología e innovación, fue la ocurrida entre Goldman Sachs y Apple para ofrecer una tarjeta de crédito.

Moody’s también pone como ejemplo a JPMorgan que destina anualmente 14 mil millones de dólares a inversiones tecnológicas y la mitad de esos recursos se enfocan en innovación financiera.

Además, frente a las fintech, los bancos cuentan con una ventaja crítica al tener marcas bien establecidas y largas relaciones con los clientes, “dándoles acceso a financiamiento de depósitos estable, que es particularmente beneficiosa en un clima económico más difícil”, advierte el análisis de la agencia calificadora.

Impacto macroeconómico

Es el entorno macroeconómico, sobre todo con el aumento en las tasas de interés, el gran punto débil de las fintech, en gran medida porque las inversiones de crecimiento se han debilitado.

“Empresas de capital privado han reducido el financiamiento que apoyaba a nuevos participantes. La falta de capital ha debilitado a las fintech y, en algunos casos, provocó su desaparición, incluidos muchos que no eran rentables y dependen de la arquitectura bancaria existente en lugar de ofrecer una tecnología o un producto novedoso”.

Las inversiones en capital de riesgo también empiezan a ser más selectivas con las fintech y con ello se ha revelado una debilidad común en este sector: su gran dependencia del capital externo para financiar sus operaciones.

“Muchas fintech tenían márgenes operativos negativos y se centraron en crecer y escalar mientras lograban resultados operativos positivos y rentabilidad. La caída de la financiación tuvo efectos negativos más pronunciados para aquellas fintech que usaban capital para financiar los costos de adquisición de clientes en lugar de construir e invertir en infraestructura valiosa o única”, se lee en el análisis de Moody´s.

Inclusión digital

Una de las principales ventajas competitivas que anuncian las fintech frente a la banca tradicional es la capacidad de inclusión financiera a los sectores de la población que tradicionalmente estuvieron excluidos e incluso la democratización financiera.

Esta integración de los sectores que no tienen acceso a un producto financiero es más marcada en América Latina, en donde una buena parte de la población está excluida del sistema.

Por ejemplo, durante 2021, en México se registró que 56.7 millones de personas contaban con un producto financiero, ya sea cuenta de ahorro formal, crédito, seguros o Afore.

Esta cifra representa 67.8 por ciento de la población total de 18 a 70 años y 0.5 por ciento menos de los contabilizados en 2018,  según se observa en los resultados de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021.

Seguir siendo una opción

Juan Carlos Flores, fundador y director de Doopla, fintech mexicana con ocho años de operación, considera que las empresas mexicanas reguladas y de financiamiento colectivo no se verán afectadas ante la tendencia señalada por Moody’s.

El economista egresado de la Universidad Popular Autónoma de Puebla cree que ni en 2022, cuando comenzó el declive de esta opción alternativa a la banca tradicional, ni en este 2023, las fintech perderán competitividad debido a sus características especiales.

“Nosotros ofrecemos para los solicitantes de crédito, por ejemplo, opciones de crédito a bajas tasas de interés, en promedio al 20 por ciento anual y, por otro lado, a los inversionistas les ofrecemos altos rendimientos entre el 14 y 18 por ciento anual, en ese sentido no hay pérdida de competitividad y no observamos los niveles de tasas de interés que las instituciones tradicionales ofrecen a los solicitantes de crédito, ni los bajos rendimientos ofrecidos por estas mismas instituciones”, afirma.

Lo dicho por el director de Doopla contraviene lo mencionado por Moody’s que asegura que las fintech han perdido competitividad ante la banca debido a sus tasas de interés más altas y menor crecimiento.

En el mismo sentido, Finnovista menciona en su informe “Finnovista Fintech Radar México 2023”, que el país arranca este año con 650 fintech, lo que representa un crecimiento del 26 por ciento con respecto al año pasado.

La tensión geopolítica actual favorece la reubicación de capital, lo que podría traer beneficios a México y a las fintech que operan en el país. Foto: Especial
La tensión geopolítica actual favorece la reubicación de capital, lo que podría traer beneficios a México y a las fintech que operan en el país. Foto: Especial

Negocio en crecimiento

De acuerdo con Flores, en Doopla no han registrado una disminución de clientes interesados, pues han reportado un incremento de más del 30 por ciento en las solicitudes de crédito.

“En lo que va del año, aunque estamos en una etapa inicial, hemos observado un incremento de más del 30 por ciento en las solicitudes de crédito. Entonces no hemos tenido una reducción de participantes en nuestro esquema de crédito, sino todo lo contrario.

“Esto obedece a varios factores como condiciones económicas adversas; no de crisis, pero sí adversas, a una mayor cultura financiera de un segmento importante de la población y por último a la tecnología, que permite a los clientes e inversionistas acceder de una manera cómoda, sencilla y rápida a opciones alternativas como las que ofrece Doopla”, menciona.

En su informe, Finnovista menciona que pese a que el panorama económico mundial es complicado el 2023 cerrará con un crecimiento de sólo 2.7 por ciento, la tensión geopolítica actual favorece la reubicación de capital, lo que podría traer beneficios a México y a las fintech que operan en el país.

 

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Evolución obligada

Víctor Garrido Freyria, Jefe Global de Estrategia y Operaciones de Jeeves, fintech que opera en México, considera que estas empresas seguirán ofreciendo opciones novedosas a sus clientes.

“Las fintech tienen la ventaja que han tenido siempre que es esa facilidad de desarrollar productos, opciones digitales para apalancar tecnologías, para generar valor para el cliente y eso, independientemente de las condiciones del mercado, siempre será valioso, considero que siempre va a ser más fácil para las fintech adaptarse al mercado cambiante que para los bancos”, explica.

Considera que a medida que entremos en el ciclo inflacionario en el que estamos, más el ciclo de aumentos de interés, los bancos no podrán pelear contra las fintech.

“Nuestro modelo de negocios es la capacidad de depósitos, pues al final es fondeo barato. Considero que las fintech pueden apalancar tanto como soluciones digitales y agilidad para ir adaptando su modelo de negocio a esas condiciones macro cambiantes y al final siempre van  a ser mucho más veloces las fintech que la banca tradicional, cuyos procesos no se dan rápido”, explica Garrido.

El especialista cree que las nuevas generaciones prefieren los servicios digitales y el valor que aportan las fintech por encima de los modelos tradicionales de financiamiento es muy importante.

La rápida adaptación a los cambios en el mercado y la facilidad de innovación en materia tecnológica le permite a las fintech competir cara a cara con los modelos financieros tradicionales. Foto: Especial
La rápida adaptación a los cambios en el mercado y la facilidad de innovación en materia tecnológica le permite a las fintech competir cara a cara con los modelos financieros tradicionales. Foto: Especial

Regulación ¿beneficio o desventaja?

Juan Carlos Flores, fundador de la fintech mexicana Doopla, considera que hallarse bajo la lupa de la llamada Ley Fintech, cuyo objeto es regular la operación de este tipo de entidades financieras, trae ventajas y desventajas.

“Hay dos caras de la moneda, por una parte el estar regulados nos da certeza jurídica, ofrece barreras de entrada, pues no cualquiera puede cumplimentar los requerimientos que marca la Ley Fintech, nos institucionaliza en todos y cada uno de nuestros procesos, nos permite mayores alianzas corporativas, nos da un mayor fondeo institucional, incrementa el valor de la compañía y aumenta la confianza de los usuarios.

“Sin embargo, la otra cara de la moneda es que el estar bajo regulación trae una alta carga normativa, por ejemplo, al día de hoy tenemos cuatro auditorías abiertas: la de PLB, la de Estados Financieros, la de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y una de supervisión fintech, también de la CNBV.

“La verdad es que es una carga regulatoria bastante alta y distrae”, concluye Flores.

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