Las instituciones de las 32 entidades federativas se han visto mermadas a lo largo de la última década en el país

Se debilitan las instituciones y libertades de mexicanos

El desarrollo democrático de los organismos gubernamentales tanto a nivel federal como local en el país ha venido disminuyendo en los últimos 10 años, lo que representa una de las principales amenazas para las libertades de los mexicanos

Las instituciones de las 32 entidades federativas se han visto mermadas a lo largo de la última década en el país, revela el Índice de Desarrollo Democrático de México 2010-2020.

De acuerdo con el documento, el promedio del conjunto de indicadores que determinan la dimensión de la democracia de las instituciones, ha oscilado entre los 3,100 y los 5,800 puntos, siendo el mejor lapso el obtenido entre los años 2010 y 2013.

Por su parte, el valor promedio más bajo fue el del año 2020, donde salieron a relucir problemáticas muy serias en materia de percepción de la corrupción y de libertad de prensa.

“El rango de la media de percepción de la corrupción está entre los 2,900 y los 7,300 puntos. El mejor valor fue el de 2018 y el más bajo el de 2020, que también fue el peor de la serie.

“Mientras que “el promedio de libertad de prensa ha fluctuado entre los 3,600 y los 7,700 puntos. El valor más alto fue el de 2017 y el más bajo el de 2020, que es donde se observa el mayor descenso de la variable”.

Respecto a estos resultados, Jorge Arias, director de PoliLat y Autor principal del IDD-Mex, comenta que es necesario consolidar la participación ciudadana, transformar el sistema de justicia, construir una cultura política que reconozca el derecho de todas las personas a la libertad de expresión, asamblea, asociación, revertir el avance del crimen organizado y el clima de violencia institucional, política y social; evitar la polarización y la división artificial de los mexicanos, asegurar la equidad de género y de oportunidades, así como acelerar la inclusión social, económica y política de los sectores excluidos.

“Específicamente en cuestiones institucionales necesitamos adaptar con agilidad los procesos a los desafíos de los nuevos tiempos, eliminar todo tipo de amenazas contra la función periodística, avanzar en el combate a la corrupción, prevenir el riesgo de movimientos de desestabilización, desarrollar mejores prácticas democráticas más que nuevos modelos institucionales, lograr que las instituciones básicas funcionen, se respete su autonomía y se controlen adecuadamente, favorecer el diálogo y la tolerancia”.

Es necesario consolidar la participación ciudadana, transformar el sistema de justicia y construir una cultura política que reconozca el derecho de todas las personas a la libertad de expresión

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