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Revocación blindada

La revocación de mandato de la recién aprobada Ley de Participación Ciudadana sería imposible de aplicar en los actuales gobernantes.

Diputados locales establecieron severos candados en esta Ley que podrían desmotivar a la ciudadanía nuevoleonesa para intentar destituir de su cargo a un alcalde, legislador o al gobernador.

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Millones de ciudadanos integran el padrón estatal electoral en Nuevo León
El activista de Alianza Cívica destacó que el reclamo de los movimientos civiles contra los malos gobiernos avanza lento, pero sí hay un aumento en el surgimiento de más asociaciones ciudadanas
En efecto está muy alto, esto es una consecuencia de que los partidos políticos y Gobierno del Estado, se pusieron de acuerdo para poner más difícil o imposible que la población pudiera revocar cualquiera de los tres puestos públicos” 
Jesús González Ramírezintegrante de Alianza Cívica NL

La revocación de mandato de la recién aprobada Ley de Participación Ciudadana sería imposible de aplicar en los actuales gobernantes.

Diputados locales establecieron severos candados en esta Ley que podrían desmotivar a la ciudadanía nuevoleonesa para intentar destituir de su cargo a un alcalde, legislador o al gobernador.

Hoy se necesitaría obtener la participación de un 40 por ciento de la población inscrita en la lista nominal electoral, padrón integrado por 3 millones 560 mil 457 ciudadanos en Nuevo León, según informa la Comisión Estatal Electoral en su página de Internet.

Así, por ejemplo, para revocar el mandato del gobernador Jaime Rodríguez Calderón se requeriría un 10 por ciento de la lista nominal sólo para solicitar una revocación de mandato; es decir, 356 mil 045 ciudadanos.

Pero para destituir al gobernador se ocuparía el 40 por ciento de la lista nominal, lo que arroja que un millón 424 mil 182 ciudadanos debería votar por la destitución del mandatario estatal, lo que resulta casi imposible.

Este mismo criterio se aplicaría para los alcaldes metropolitanos y diputados locales.

Jesús González Ramírez, integrante de Alianza Cívica de Nuevo León, destacó que en la Ley de Participación Ciudadana, el apartado de revocación de mandato el porcentaje es muy alto.

“En efecto está muy alto, esto es una consecuencia de que los partidos políticos y Gobierno del estado, se pusieron de acuerdo para poner más difícil o imposible que la población pudiera revocar cualquiera de los tres puestos públicos.

“Incluso, un fin de semana antes de que se diera esta votación, el PAN estaba intentando sacar a los diputados y alcaldes de esta herramienta de revocación de mandato, lo cual no hicieron”, detalló González Ramírez.

Aseguró que tiene algo de lógica un porcentaje alto en municipios de poca población, sobre todo en la zona rural, pero en la zona metropolitana no.

“Pero el 40 por ciento lo pone muy alto, y es consecuencia de que las partes involucradas se pusieron de acuerdo con este porcentaje”, reiteró el activista ciudadano.

La revocación de mandato obligaría a la ciudadanía a unirse más que nunca para poder destituir a un alcalde, un diputado o al gobernador, lo que sería un verdadero reto para todos los nuevoleoneses.

González Ramírez reconoció que el reclamo de los movimientos civiles contra los malos gobiernos avanza lento, pero sí ve un aumento en cuanto el surgimiento de más asociaciones ciudadanas que pretenden participar.

“Vemos que sí hay una organización lenta, pero importante, pero si lo juntamos con un mal gobierno puede crecer la participación ciudadana”, detalló el activista de Alianza Cívica de Nuevo León.

El activista de Alianza Cívica destacó que el reclamo de los movimientos civiles contra los malos gobiernos avanza lento, pero sí hay un aumento en el surgimiento de más asociaciones ciudadanas

‘La canasta está alta’

Luis Lauro Garza, sociólogo de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), coincidió en que la Ley de Participación Ciudadana en el apartado de revocación de mandato tiene un blindaje.

“Desde luego… si habían blindado la candidatura independiente al propio gobernador con cierta cantidad de firmas, ahora se está revirando. Aunque la canasta está muy alta, como quiera sí es atractivo.

“El que llega (a gobernador o alcalde) llega pidiendo libertad total, pero cuando llega piden eliminarlo, esa es la vieja historia, es como en otros casos, tales como las personas que piden libre mercado, pero luego se hacen monopolios”, comparó el sociólogo.

Añadió que un porcentaje alto para que se aplique la revocación de mandato podría decepcionar a la ciudadanía.

“Sí, claro, no sólo una decepción, sino también un encabronamiento por lo que hace”, explicó.

En Juárez podría haber revocación de mandato

El Municipio de Juárez podría convertirse en el primer experimento de una revocación de mandato, tras la serie de inconformidades por los resultados tan cerrados en las pasadas elecciones de julio del 2015.

Además, hoy en día el bacheo en este municipio es cuestionado por la ciudadanía, por lo que se podría iniciar la solicitud de una revocación de mandato, considera Jesús González Ramírez, integrante de Alianza Cívica Nuevo León.

“Hay que recordar el caso de Juárez, que la elección fue cerrada, y al final le quitan a Américo Villarreal el triunfo, por lo que podría ser un experimento de revocación de mandato porque el actual alcalde, Heriberto Treviño, no tiene la legitimidad de los votos.

“Incluso, por la reacción que vimos de la gente, en donde se incendiaron hasta camiones y se bloquearon avenidas, hechos que nunca se habían visto en Nuevo León, entonces la elección cuestionada y la reacción de la gente podría arrojar una revocación”, dice González Ramírez.

Cabe recordar que la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) revocó el triunfo del candidato del Partido Encuentro Social, Américo Villarreal, tras anular siete casillas de la sección 841, lo que cambió el resultado de la votación.

El órgano federal otorgó el triunfo al candidato priista y ahora alcalde de Juárez, Heriberto Treviño Cantú. Esto dividió al municipio de Juárez, que tuvo episodios de protestas.