Reforma educativa confronta a los candidatos en debate presidencial

Los candidatos presidenciales se vieron las caras por última vez antes del 1 de julio; el tema educativo dividió opiniones

Las propuestas en materia de educación y en particular sus posturas en torno a la reforma educativa aprobada durante este sexenio fue una de las temáticas que generaron un mayor debate ente los 4 candidatos durante el tercer debate presidencial.

Ante la intervención de los moderadores, los aspirantes a ocupar la silla presidencial tuvieron que tomar una postura clara. En los extremos se situaron José Antonio Meade quien defendió la reforma y López Obrador quien a pregunta expresa contestó que sí la cancelará; tanto Ricardo Anaya como Jaime Rodríguez se manifestaron por mantenerla pero realizar los ajustes necesarios.

López Obrador, candidato de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’ dijo que sí se va a cancelar la ‘mal llamada’ reforma educativa ya que a su juicio lo que se aprobó tiene más que ver con una reforma laboral y que se utilizado como instrumento de represión y coerción a los maestros.

El tabasqueño propuso una nueva reforma de la mano con docentes, padres de familia y especialistas, con la elaboración de un plan educativo adecuado pero en donde no se afecten los derechos laborales del magisterio.

“Los maestros están de acuerdo con la evaluación, pero está siendo utilizada con propósitos persecutorios, antes de evaluar hay que capacitar, pero también hay que incentivar, hay que convencer, no imponer”, declaró.

Por su parte, a manera de réplica, el candidato de la coalición ‘Todos por México” José Antonio Meade respondió que cancelar la Reforma implica cancelar el futuro de los niños, quitarles la oportunidad de aprender inglés o de acceder a mejores tecnologías educativas.

“No lo pongan cerca de la educación”, declaró en referencia a López Obrador.

De igual forma, añadió que escuchará a los maestros, incluidos a los de la CNTE y aseguró que les va a pagar mejor y que se van a poner de acuerdo. Reiteró que él está del lado de los docentes.

Ricardo Anaya de ‘Por México Al Frente’ enfatizó que cancelar la reforma sería regresivo, ya que permitiría que volvieran prácticas como la venta o la herencia de las plazas magisteriales, sin embargo, añadió que no está de acuerdo con la forma en que se ha implementado la Reforma.

“Estoy en contra de los extremos. Se ha implementado mal la reforma educativa. No debería ser utilizada para castigar a los maestros sino para mejorar la educación”, explicó.

Y el candidato independiente Jaime Rodríguez Calderón no se pronunció concretamente por cancelar o mantener la reforma educativa pero sí manifestó la importancia de empoderar a los docentes -no a los sindicatos- para mejorar la calidad de la educación.

También añadió que lo que sí considera que le falta a la actual reforma es regionalizar su implementación, ya que no se puede aplicar el mismo esquema en entidades tan distintas como Chiapas y Nuevo León, por ejemplo.

Intercambian ataques

Precisamente en el bloque de educación, Jaime Rodríguez dirigió el primer ataque directo en contra del candidato puntero López Obrador al cuestionarle sobre si traía una foto de Elba Esther Gordillo en su cartera.

No fue el único ataque. En diferentes momentos, tanto Meade como Anaya dirigieron sus baterías en contra del dos veces candidato presidencial.

El primero acusándolo, entre otras cosas del aumento de personas en condición de pobreza o la escasa generación de empleo durante su gestión como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

Anaya por su parte, lo señaló por haber ‘celebrado’ un presunto acto de impunidad con el presidente Enrique Peña Nieto a cambio de favorecer su llegada a la Presidencia. Además, lo señaló por haber favorecido a través de adjudicaciones directas a la empresa Riobóo cuando fue Jefe de Gobierno.

“Te has convertido Andrés Manuel, en lo que tanto criticabas, como los del PRI ya tienes también tus contratistas favoritos”.

López Obrador se defendió “No soy un corrupto como tú”.

El candidato del Frente incluso retó a López Obrador a refutar las acusaciones e incluso le pidió que renunciara a su candidatura si le mostraba los contratos que lo ligaban a tales adjudicaciones sospechosas.

Sin embargo, los momentos de más tensión durante el debate los protagonizaron el propio Anaya y José Antonio Meade.

El expresidente del PAN denunció que es una víctima de una campaña sucia derivada de su iniciativa de crear una Fiscalía autónoma que investigue la actuación del Ejecutivo en algunos de los escándalos del sexenio como Ayotzinapa, la Casa Blanca u Odebrecht.

Y hasta en dos ocasiones amenazó a Meade “Tú y tu jefe (Enrique Peña Nieto)” van a enfrentar a la justicia.

Meade por su parte respondió que en esa mesa de debate, el único indicado por un presunto delito es el propio Anaya.

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