Reconstrucción y reestructuración de inmuebles de alto riesgo

A pesar de que el proyecto ejecutivo ya está liberado y hace más de una década las familias salieron de su casa, a la fecha la rehabilitación del inmueble no se ha podido concretar
Rubén Zermeño Rubén Zermeño Publicado el
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Atan solo tres cuadras de Palacio Nacional y a espaldas del Templo Mayor, viven ocho familias en resistencia en un inmueble del siglo XVII catalogado como de alto riesgo desde 1985.

Desde el 2004, el inmueble ubicado en la calle de Justo Sierra 27, se expropió para reestructurarlo gracias a la gestión de María Virginia Hernández, presidenta de la organización Bienestar Social Grupo Cedros.

En aquel entonces vivían ahí 32 familias, pero por el riesgo de derrumbe se desocupó en 2012.

“El INVI (Instituto de Vivienda de la Ciudad de México) otorgó el apoyo de rentas a las familias que lo desocuparon, se realizó el proyecto para la reestructuración porque es un inmueble catalogado por el INAH, el INBA y Sitios patrimoniales, entonces se contrató a un experto.

“Tenemos ya un padrón de beneficiados, un financiamiento, el proyecto ejecutivo ya está liberado. Hace 10 años que las familias salieron de su casa y a la fecha el proyecto no se ha podido concretar”, comenta.

La líder social explica que ocho familias decidieron no salirse a pesar de los riesgos latentes por no tener la certeza de que fueran a regresar.

“Hicimos un convenio legal para darles la certeza que pedían. Ahora falta la voluntad del gobierno para la desocupación, que sean ellos quienes les den la certeza a estas familias y que la construcción se pueda iniciar porque los sismos están muy latentes”, agrega.

Durante el recorrido y entrevista que realizó Reporte Índigo en el lugar, vio como una niña llegó de la escuela, pasó por un pasillo en un nivel superior apenas detenido con unas maderas endebles y sin barandal, entró a su vivienda y regresó a barrer el mismo lugar a punto de colapsar.

Debido a esta situación “Viky” Hernández pide al Gobierno un plan emergente para reconstruir y reestructurar las viviendas catalogadas como de alto riesgo.

“Yo le pediría al gobierno un plan emergente y más presupuesto para vivienda, que coadyuven las instituciones para la desocupación y que le den la certeza a las familias de que van a regresar a su hogar.

“La problemática de la falta de vivienda y la regularización de varios predios es en un porcentaje muy alto algo que padecemos aquí en la ciudad. Por eso pido que se atienda con precisión un programa emergente. Nosotros como organizaciones somos hacedores de lo que no puede atender el gobierno”, dice.

Actualmente Grupo Cedros se encuentra trabajando en la expropiación, regulación, desincorporación y construcción de 50 inmuebles. En su historia ha otorgado decenas de viviendas a familias necesitadas.

Hernández revela que aún falta mucho trabajo por hacer ya que en la Ciudad de México hay muchas viviendas catalogadas como de alto riesgo rezagadas desde 1985.

“Me quedo con que la gente tenga un patrimonio. Deberían de ver las condiciones en las que vive la gente. Tener un patrimonio te da otro estatus, te da una certeza emocional, legal y jurídica y hace que las familias se sientan diferente, sobre todo, es integración social”, concluye.

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