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¿A quién vigilan?

A tres días de que tome protesta Enrique Peña Nieto como presidente de México, miles de elementos de las policías locales, federales y cuerpos de inteligencia monitorean a detalle a grupos de activistas que planean marchas, protestas e incluso impedir que se consume “la imposición”.

El objetivo es evitar “sobresaltos” que entorpezcan el Día D, el próximo primero de diciembre, cuando Enrique Peña Nieto y el PRI retomen el poder desde Los Pinos.

Se planea desplegar a por lo menos mil 600 uniformados alrededor del Palacio Nacional y San Lázaro, pero como ese día las medidas suelen ser extremas, habrá también policías vestidos de civil
A Calderón se le protege de quienes le reclaman los abismales resultados de su ‘guerra’ contra el narco. A EPN, de quienes lo acusan de haber sido ‘impuesto’ por Televisa y los poderes fácticos

A tres días de que tome protesta Enrique Peña Nieto como presidente de México, miles de elementos de las policías locales, federales y cuerpos de inteligencia monitorean a detalle a grupos de activistas que planean marchas, protestas e incluso impedir que se consume “la imposición”.

El objetivo es evitar “sobresaltos” que entorpezcan el Día D, el próximo primero de diciembre, cuando Enrique Peña Nieto y el PRI retomen el poder desde Los Pinos.

Los que están en la mira de las policías locales y federales del país son los integrantes de la Comisión Nacional Contra la Imposición (CNCI), los estudiantes del Movimiento YoSoy132, Movimiento contra la Imposición, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

Es para detener sus posibles protestas que se planean acciones estratégicas a fin de anular cualquier posibilidad de acercamiento con el próximo presidente, Enrique Peña Nieto, y también con el saliente, Felipe Calderón Hinojosa.

A Enrique Peña lo siguen muy de cerca los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, quienes mantienen su inconformidad por los resultados del pasado proceso electoral que dio como ganador al priista, pero también los jóvenes del YoSoy132, que a pesar de sus discursos apolíticos, se les identifica como antipeña.

Pero el presidente saliente también carga con sus presuntas culpas. A Felipe Calderón se le protege de aquellos que le reclaman las víctimas que dejó su guerra contra el narcotráfico y también lo siguen los ex trabajadores de la extinta Luz y Fuerza de Centro, quienes no olvidan el día que la Policía Federal tomó las instalaciones de sus oficinas para no devolverlas jamás.

Por el que llega o por el que se va, los cuerpos policiacos y de inteligencia extreman precauciones.

Qué hacen, dónde van

Del pasado 25 de noviembre hasta el próximo primero de diciembre, día del cambio de presidente, las autoridades capitalinas afinaron lo que llaman “Agenda de activismo político-social de la transmisión del poder federal”.

En el documento plasmaron a detalle las actividades de las organizaciones que de alguna u otra forma preparan protestas previas a la toma de poder o las planean para el próximo sábado.

Así las cosas, desde el pasado domingo se monitorearon con discreción las acciones del Tribunal Permanente de Los Pueblos, quienes exigen juicio político popular al presidente Felipe Calderón con motivo del daño y la violación a los derechos humanos de los mexicanos.

También se vigilan los movimientos de “Hijos por la Identidad y la Injusticia, Contra el Olvido y el Silencio”, quienes protestan por el gran número de víctimas que han perdido la vida durante la llamada guerra contra el narcotráfico que emprendió y mantuvo en su sexenio Calderón.

El pasado lunes 26 de noviembre, por ejemplo, se siguió de cerca a la Convención Nacional contra la Imposición, que está en la etapa de definiciones para concretar qué harán el próximo primero de diciembre, el gran día de Peña.

Ayer martes se le dio seguimiento puntual al contingente procedente de los estados de Durango, Tabasco y Veracruz del movimiento Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), que buscan presentar sus demandas en torno al campo al nuevo titular del ejecutivo federal.

El miércoles 28 de noviembre está en la agenda no perder de vista la concentración a la que convocó el movimiento YoSoy132, a las cinco de la tarde en el monumento “Estela de Luz” para efectuar un recuento de los daños del “sexenio de la muerte”.

Para el próximo viernes 30 de noviembre, la Secretaría de Gobernación tiene previsto que los de YoSoy132 comiencen su activismo, previo a la toma de protesta del primero de diciembre.

Ese día inician los actos de protesta contra la llamada “imposición” de Enrique Peña Nieto.

“Un portavoz anunció que tienen previsto su arribo al Palacio Legislativo (San Lázaro) desde esta fecha para evitar el operativo policial”, refiere en un apartado la llamada agenda de activismo.

Y una vez que llegue el gran día, el objetivo es dar marcaje personal a las organizaciones que se proponer impedir la toma de posesión de Peña como presidente de la República.

Para el sábado se pormenorizan las actividades de la Convención Nacional contra la Imposición (CNCI), que han anunciado marchas, protestas, incluso en colaboración con el STUNAM en Palacio Nacional, Cámara de Diputados, de Senadores, sede del PRI y Residencia oficial de Los Pinos.

YoSoy132 planea una valla humana en las inmediaciones de la Cámara de Diputados.

El Estado Mayor Presidencial mantenía desde el pasado lunes cercado el recinto de San Lázaro. Ayer, el coordinador general de Política y Seguridad del Equipo de Transición, Miguel Ángel Osorio Chong, confirmó el retiro del cerco de seguridad, que se había puesto con demasiada anticipación, pero que volverá a instalarse mañana. 

En su cuenta @osoriochong, del Twitter, escribió: “Ante el cerco de seguridad dispuesto por el EMP en San Lázaro, se tomó la decisión de retirarlo y abrir estaciones del metro y calles cerradas”.

Esto ocurrió después de que diputados federales del PRD derribaran las vallas metálicas colocadas en la avenida Congreso de la Unión, que forman parte del operativo de seguridad ante la toma de protesta del mexiquense, el sábado próximo.

Un paso delante de los manifestantes, el Estado Mayor, en colaboración con la Policía Federal, había colocado esas vallas metálicas que impedían el acceso a la zona del Congreso de la Unión.

El cerco anticipado originó la inconformidad de los propios residentes de esa colonia aledaña al Congreso de la Unión, quienes eran interrogados por los federales antes de permitirles el paso.

A los automovilistas se les impedía el paso a menos de que comprobaran con alguna credencial que viven en la zona que se mantiene bajo el control de los federales, previo a la toma de protesta del priista.

Los transeúntes no se escapaban del mismo protocolo, que se agudiza conforme se acerca el gran día.

Para el Día D se tiene programado que Andrés Manuel López Obrador encabece un mítin en las escalinatas del Ángel de la Independencia, sobre avenida Reforma, con supuestas réplicas en otros estados de la república en rechazo masivo a la imposición.

Así las cosas, mientras los llamados grupos de activistas afinan los detalles de las que serán las manifestaciones de rechazo, protesta e inconformidad; los policías y cuerpos de inteligencia también afinan los oídos, el rastreo en redes y la vigilancia de sus integrantes, en una simulación del juego del gato y el ratón.  

Los activistas

-YoSoy132

-Movimiento contra la Imposición

-Morena

-Sindicato Mexicano de Electricistas

-Tribunal Permanente de Los Pueblos

-Hijos por la Identidad y la Injusticia, Contra el Olvido y el Silencio

-Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas

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