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Protección de papel

La denominación de Área Natural Protegida de Protección Hidrológica que otorgó el gobierno del estado al polígono de Cerro Viejo, Chupinaya y Los Sabinos podría ser una protección superficial que de poco contrarrestaría el daño que ya sufre la zona y que podría agravarse con la construcción del Macrolibramiento. 

El pasado martes se oficializó el área natural que integra a los municipios de Jocotepec, Tlajomulco de Zúñiga, Ixtlahuacán de los Membrillos y Chapala con un total de 23 mil 176 hectáreas.

En los primeros cuatro meses de 2013 se registraron 150 incendios en Cerro Viejo. En 2012 apenas habían ocurrido 62 en este mismo periodo
Para la construcción del Macrolibramiento son necesarios cambios de uso de suelo que afectarían el ecosistema de la nueva Área Natural Protegida
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La denominación de Área Natural Protegida de Protección Hidrológica que otorgó el gobierno del estado al polígono de Cerro Viejo, Chupinaya y Los Sabinos podría ser una protección superficial que de poco contrarrestaría el daño que ya sufre la zona y que podría agravarse con la construcción del Macrolibramiento. 

El pasado martes se oficializó el área natural que integra a los municipios de Jocotepec, Tlajomulco de Zúñiga, Ixtlahuacán de los Membrillos y Chapala con un total de 23 mil 176 hectáreas.

Con la clasificación que también protege la cuenca hidrológica, se protegerán 509 especies vegetales y animales. 

Pero el decreto -al que aún no se le asigna un presupuesto estatal- no garantiza a cabalidad la protección del espacio, pues en gran parte de la zona se construirá el Macrolibramiento, obra de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que busca generar nuevas vías de desplazamiento de mercancías de alta carga de norte a sur sin cruzar la ciudad.

La obra está detenida desde hace tiempo, mediante amparos y otros recursos legales,  uno de ellos promovido por el Ayuntamiento de Tlajomulco bajo el argumento de que algunas especies animales se verían amenzadas por el cruce de vehículos.

Pero el lanzamiento de este decreto de área natural protegida coincide con la firma de un acuerdo de Tlajomulco con la SCT en donde se definieron cambios de trazos del proyecto vial y la construcción de pasos de fauna.

La zona ha sido acechada por constantes incendios, en tanto que la laguna de Cajititlán -que forma parte del decreto- se mantiene contaminada.

Cerro Viejo acechado

En Cerro Viejo, los recientes incendios que se duplicaron respecto al año pasado y actividades como la tala clandestina atentan contra esta reserva natural. 

Tan solo el año pasado se afectaron alrededor de 2 mil 650 árboles por motivo de la tala clandestina.

Aunque el 31 de octubre de 2012, el alcalde de Tlajomulco de Zúñiga, Ismael del Toro Castro, presentó una denuncia penal ante la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) por dicha tala, existen otros factores que atentan con las especies de la reserva, como la construcción del Macrolibramiento.

El Ayuntamiento de Tlajomulco logró acuerdos con la SCT para la conservación de las especies que habitan la zona, como el jaguarundi y algunos tipos de venados, con la construcción de 58 pasos de fauna.

Pero para la construcción de este Macrolibramiento son necesarios cambios de uso de suelo. 

En tres intentos, la SCT Jalisco solo ha recibido una autorización para su primera etapa.

El 17 de enero de 2011, la Dirección General de Gestión Forestal y de Suelos (DGGFS) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) entregó el permiso para “el cambio de uso de suelo en terrenos forestales por una superficie de 48.6 hectáreas para el Macrolibramiento de la Ciudad de Guadalajara”.

En el oficio SGPA/DGGFS/712/0079/11 se establece que el proyecto de Macrolibramiento en su primera etapa cubre territorio de cinco municipios al sur de la ciudad, entre ellos Tlajomulco de Zúñiga.

El primer intento para la segunda etapa fue rechazado el 5 de junio de 2012 “debido a que parte de la documentación legal presentada no cumple con lo requerido”.

Se resolvió “desechar la solicitud de autorización de cambio de uso de suelo en terrenos forestales por una superficie de 97.00 hectáreas, para el desarrollo del proyecto denominado Macrolibramiento Sur Guadalajara segunda etapa” dice el oficio SGPA/DGGFS/172/1665/12.

Y recientemente en la última solicitud realizada por el ahora titular del Centro SCT Jalisco, Ernesto Cepeda Aldape, también se desechó cambiar el uso de suelo de más de 58 hectáreas, según se menciona en el documento SGPA/DGGFS/712/0198/13.

En días pasados el regidor priista de Tlajomulco, Adrián Octavio Salinas Tostado, presentó un amparo ante un juez de distrito en el que pretende proteger al cerro de las obras planeadas a realizarse como parte de la segunda etapa del Macrolibramiento de la ciudad de Guadalajara.

Incendios a la alza

Si bien la declaratoria de Área Natural Protegida es un avance que busca proteger el espacio natural, otros ejemplos de regulación similares han demostrado que la protección queda solo en papel.

Es el caso del Bensedi (Bosque El Nixticuil) que se ha visto acechado por desarrolladores inmobiliarios que han intentado crecer su dominio a través de quemas clandestinas.

En los primeros cuatro meses de 2013 las autoridades municipales reportan por lo menos 150 incendios en Cerro Viejo, cuando en 2012 apenas habían ocurrido 62 en este mismo periodo. 

Los meses con más casos de incendios son marzo, que pasó de 16 a 56, y abril, que reporta 65 incendios cuando hace un año ocurrieron solo 23 en ese mes.

Aunque las autoridades municipales señalan que son cuatro las principales causas, una de estas deja sospechas de grupos interesados en la quema de esta región del Cerro Viejo, solo mencionan “provocación de incendios por parte de grupos con diferentes intereses”.

En un documento fechado el 13 de noviembre de 2012, presentado por el regidor priista Adrián Octavio Salinas ante el pleno del Ayuntamiento de Tlajomulco, señala una serie de irregularidades ocurridas en territorio de Cerro Viejo: 

“El daño ecológico de esta zona, resultante de las acciones de tala, extracción y movimientos de tierra, continúa en otras áreas de la Zona del Cerro Viejo, en donde se pueden observar la construcción de vialidades con dirección a su cúspide, conocida como “La Bola”,  las cuales parecen ser hechas a modo para el desarrollo de acciones urbanísticas, lo cual vendría a afectar la declaración de Área Estatal Protegida en la que trabaja desde hace un tiempo la Secretaría del Medio Ambiente”.

Pero en el evento de declaratoria del Área Natual Protegida poco se dijo del tema, la secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, Magdalena Ruiz, tampoco reveló el monto del presupuesto que se destinará para la conservación de ese espacio.

Cajititlán sin peces

Cajititilán forma parte del Área Natural Protegida Estatal de Protección Hidrológica, pero a la fecha el agua de la laguna mantiene altos índices de contaminantes que han disminuido la pesca.

La mala planeación y la construcción de fraccionamientos en la zona han afectado a los pescadores, cerca de 8 mil personas que viven de sus recursos pesqueros. 

Juan Manuel Alcantar Rodríguez, quien pertenece a la cooperativa de pescadores de San Juan Evangelista, afirma que hoy solo pesca 10 mojarras al día, pero hace unos cinco años pescaba 80 kilogramos diarios. 

Alcantar Rodríguez es uno de los 196 pescadores de esta cooperativa que viven de la Laguna de Cajititlán. 

Fraccionamientos como Eucaliptos, La Noria, Los Emperadores, Campo Sur, San Miguel Cuyutlán, Pedregal y San Diego, asentados en Tlajomulco de Zúñiga en los últimos 10 años, más que traerle beneficios a la región, trajeron contaminación y una baja en la pesca.

Sobre el manejo de residuos que generan estos fraccionamientos, el regidor Salinas Tostado afirma que buena parte son arrojados a cuencas que desembocan en la Laguna de Cajititlán.

“Todo ese número de fraccionamientos que se han autorizado en esa cuenca, que van sin tratamiento, ningún fraccionamiento tiene planta de tratamiento, entonces todos descargan hacia La Cajilota y van hasta Cajititlán”.

Y esto a pesar de que existen plantas de tratamiento en la cabecera municipal, y en las delegaciones de Cajititlán y San Juan Evangelista, que el Ayuntamiento de Tlajomulco ha instalado con una inversión de 300 millones de pesos.

En una visita de Reporte Indigo a la delegación de San Juan Evangelista se corroboró que la planta de tratamiento de aguas residuales instalada ahí no estaba en funcionamiento por fallas técnicas, como señaló el personal de mantenimiento.

 “La laguna está mal, a raíz de esto tiene mucha materia orgánica que se fue acumulando, la pesca está mal, y con esto impacta no solamente en la pesca sino en todas las actividades de la región de la rivera”, concluyó el regidor.