Procuran su futuro
Desde la entrada de Tomás Coronado Olmos a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJ), la nómina de dicha dependencia se ha duplicado.
Los gastos anuales que se ejercían en la procuraduría por pagos de sueldos y primas de personal pasaron de 500 millones de pesos, a mil millones de pesos.
De 2007 a 2012, ese ha sido el crecimiento en los pagos de sueldos a agentes investigadores y demás empleados de la dependencia.
Trabajadores al interior de la procuraduría refieren que durante esta administración ha entrado mucho personal.
Ángel PlascenciaEl crecimiento del doble del pago de la nómina en la PGJ, no se ha visto reflejado en una mejor procuración de justicia en Jalisco
Desde la entrada de Tomás Coronado Olmos a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJ), la nómina de dicha dependencia se ha duplicado.
Los gastos anuales que se ejercían en la procuraduría por pagos de sueldos y primas de personal pasaron de 500 millones de pesos, a mil millones de pesos.
De 2007 a 2012, ese ha sido el crecimiento en los pagos de sueldos a agentes investigadores y demás empleados de la dependencia.
Trabajadores al interior de la procuraduría refieren que durante esta administración ha entrado mucho personal.
También han incrementado los sueldos de personal de confianza del procurador y otros funcionarios de alto nivel.
Y es que este crecimiento en la nómina no se ha reflejado en una mejor procuración de justicia.
O al menos eso muestran las cifras recopiladas por académicos encargados de la investigación de temas de justicia, como el profesor del ITESO, Guillermo Zepeda Lecuona.
Uno de estos indicadores es que durante esta administración las denuncias se han reducido en un 20 por ciento.
Y existen diferencias entre las cifras de asesinatos de la Secretaría de Salud y las de la Procuraduría del Estado.
Además, de 10 denuncias que se interponen solo ocho de éstas terminan en una investigación.
Con lo que existe un 20 por ciento de denuncias ante la procuraduría de las que simplemente se toma registro y se crean expedientes.
Un ejemplo de la pésima integración de los expedientes, es el caso de los detenidos el primero de diciembre del año pasado a las afueras de la Expo Guadalajara.
Los representantes de los inculpados señalan que en la integración de los expedientes algunas declaraciones de policías simplemente fueron copiadas y pegadas y se les cambió el nombre y datos de los agentes.
Este tipo de carencias en la autoridad investigadora evidencian que algo extraño sucede con el crecimiento desmedido en esta administración.
Empleados de la dependencia estatal refieren la entrada de recomendados y agentes express a las filas de esta dependencia.
Los constantes movimientos en la nómina de la procuraduría desconcertaron a empleados que ya llevan varios años en sus puestos.
Y es que mientras muchos agentes tuvieron que realizar capacitaciones de cuatro y cinco meses para poder aspirar al puesto que ostentan, en los últimos años se ha dado la llegada de personal sin capacitaciones de este tipo.
También han tenido lugar despidos de agentes de forma injustificada, con lo que se habla de un aumento en los juicios laborales interpuestos contra la PGJ de Jalisco.
Es una situación que la administración entrante tendrá que enfrentar.
Y aunque se dice que ya ha habido visitas del equipo de transición de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz a las instalaciones de la procuraduría, la depuración podría volverse un dolor de cabeza para el nuevo gobierno.
Capacitaciones express
La formación de agentes del ministerio público en un par de días o una semana, es una práctica que se vio en los últimos años en la procuraduría.
Además de que se contrató agentes investigadores qué -si bien contaban con licenciatura- realizaron una capacitación de menos de una semana; el crecimiento de las áreas de la procuraduría se da de forma poco profesional.
Para la creación de la fiscalía especializada en feminicidios, alrededor de cinco empleados de la PGJ fueron enviados a la ciudad de Toluca.
Ahí recibieron una capacitación de una semana para la formación de la fiscalía.
Y aunque Tomás Coronado aseguró que en esta área trabajarían decenas de empleados, la realidad es que el tema no se ha tomado con seriedad.
Además, no se contrató personal nuevo, por lo que las demás áreas se están viendo afectadas por la salida de los que ahora integran la fiscalía de feminicidios.
A eso se suma la entrada de empleados poco capacitados que entorpecen las labores de los que ya tienen años en la dependencia.
Y es que al interior de la procuraduría también se habla de contrataciones de agentes ministeriales sin preparatoria.
Se dice que personajes cercanos al procurador fueron contratados de este modo, solo por ser amigos de Coronado Olmos.
Eso explica el crecimiento del número de registros que aparecen en la página en Internet de la PGJ.
Porque de 2007 a 2012 hay un aumento de casi 50 por ciento de los registros en la nómina de la Procuraduría.
Un incremento que en términos de asignación de presupuesto significó un aumento de 453.5 millones de pesos.
Ahora, de acuerdo a este incremento en la nómina, la procuración de justicia cuesta el doble, aunque no funciona dos veces mejor.
Desorden sin fin
La administración de Tomás Coronado Olmos estuvo marcada por una serie de escándalos de los que hasta la fecha no se ha podido librar.
La revelación sobre las presuntas fiestas con menores en las que intervino el procurador, fue uno de los escándalos más sonados.
Una menor de edad interpuso un denuncia penal contra Coronado Olmos en la que lo acusaba de haber participado en una fiesta en la que se incurrió en actos de prostitución y pornografía infantil.
Las declaraciones de la menor quedaron asentadas en la averiguación previa 010935/2007/039-P24.
Pese a que el gobernador del estado Emilio González Márquez reconoció que el procurador había participado en esa fiesta, no sometió a su colaborador a ningún procedimiento administrativo para sancionarlo.
Por otro lado, durante el periodo de Tomás Coronado, los atentados en contra de los policías ministeriales aumentaron significativamente.
La revista Proceso documentó una veintena de crímenes en contra de ministerios públicos; casualmente aquellos que pugnaban por la depuración de la corporación.
El desorden al interior de la dependencia fue tal que hasta empleadas de la procuraduría fueron sorprendidas mientras realizaban una fiesta de despedida de soltera con strippers, al interior de una de las oficinas del área de delitos sexuales y violencia intrafamiliar. Las empleadas fueron destituidas.
