Periodismo independiente: ‘moneda de cambio’

El conflicto MVS-gobierno federal se puede ver desde distintas ópticas: la de la competencia o la de la disputa entre los monopolios de los grandes capitales, por ejemplo. 

Lo que no está en duda es: el periodismo independiente está siendo usado como “moneda de cambio, a disposición de empresas y gobiernos”.

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"No hay ninguna duda, en el historial de Enrique Peña Nieto como gobernador es clarísima esa tendencia a modular, a domesticar lo que se dice en los medios”
Sergio AguayoAnalista político

El conflicto MVS-gobierno federal se puede ver desde distintas ópticas: la de la competencia o la de la disputa entre los monopolios de los grandes capitales, por ejemplo. 

Lo que no está en duda es: el periodismo independiente está siendo usado como “moneda de cambio, a disposición de empresas y gobiernos”.

Así opina Sergio Aguayo Quezada, quien también asegura que en el México del 2012 este tipo de periodismo está bajo amenaza. Antes lo amenazó el Estado mexicano y ahora, dice, lo hacen gobernantes, empresas e incluso el crimen organizado; lo cual supone “una situación inquietante y preocupante”.

Si bien el catedrático e investigador de El Colegio de México reconoce que la empresa MVS recontrató a la periodista Carmen Aristegui y ha mantenido al aire su programación junto con el equipo que la rodea –incluyéndolo– no duda al afirmar que los actuales “son tiempos inciertos para el periodismo independiente”.

El enfrentamiento entre Joaquín Vargas, presidente del Consejo de Administración de MVS Comunicaciones, y funcionarios gubernamentales, ha polarizado las opiniones en torno a la concesión de la banda 2.5GHz. 

Hay voces que insisten en no politizar el tema. “Es ridículo –dice Aguayo– está politizado desde el principio”. 

Recuerda que ni a Televisa ni a Multivisión les costaron las concesiones un centavo. En cambio a TV Azteca sí; aunque, dice, “nunca estuvo claro si Ricardo Salinas pagó o si parte del dinero era de la familia Salinas o de Raúl, quien le habría hecho un préstamo”.

Sin embargo, insiste, el asunto “está politizado desde el principio porque el ejercicio de esa concesión, de ese bien económico de la nación, está ligado a las relaciones políticas que tengan los empresarios de las telecomunicaciones”.

Eso de que no se politice la afrenta es imposible “cuando uno se da cuenta que se utiliza o se maneja más o menos a su antojo la información o la libertad de expresión”. 

Aguayo dice que no quiere poner al mismo nivel a Televisa, Tv Azteca o a Multivisión –dado que esta última empresa y la familia Vargas se han mostrado respetuosos de la libertad de expresión y el periodismo independiente.

Aun así, “en febrero del año pasado puestos a elegir entre esos intereses y la libertad de expresión pues optaron por sus intereses”, afirma.

Recientemente el subsecretario de la SCT Héctor Olavarría, indicó que la decisión de la actual administración federal de rescatar las concesiones vigentes de la banda 2.5GHz atiende al beneficio social y no busca beneficiar a empresas como Televisa.

Esta declaración, ¿supone un doble discurso?, se le inquiere a Aguayo. 

Más bien, dice, “es un manoseo del lenguaje que no tiene nada que ver con los hechos”.

Y agrega: “Hay evidencias concretas que demuestran que primero Vicente Fox y luego Felipe Calderón han beneficiado a Televisa y Tv Azteca, las dos grandes televisoras”. Así como también hay evidencias de haber perjudicado a Multivisión. 

El analista político considera que la pregunta incómoda que Aristegui lanzó sobre el supuesto alcoholismo de Felipe Calderón fue “un pretexto para desahogar la irritación que les causa a Los Pinos, en general a los que gobiernan, en menor o mayor grado, el periodismo independiente. No les gusta”.

Y en ese sentido suscribe la hipótesis planteada este domingo por el periodista Jorge Zepeda Patterson respecto a que el castigo a Multivisión y la relación con el programa de Aristegui pasa “por el deseo de quedar bien con Enrique Peña Nieto. De resolverle un problema porque para ellos el periodismo independiente y crítico es un problema”. 

Los indicios de censura anticipan para el académico “una oleada que busca reducir los espacios en los que se ejerce la libertad de expresión. No hay ninguna duda y en el historial de Enrique Peña Nieto como gobernador es clarísima esa tendencia a domesticar lo que se dice en los medios”.

En tanto, el poder de los monopolios pareciera no moderarse. No obstante, en este punto el politólogo reconoce el rol que han jugado algunos actores en el país.

“Es una creación colectiva en la que también Reporte Indigo ha participado, es cambiar la agenda nacional y meter dos temas que antes estaban ausentes, hablando sin tapujos: el de los monopolios y el del poder expansivo de las televisoras y de Carlos Slim, por supuesto”.

“Esos temas que hace tiempo estaban fuera del radar nacional ahora lo están gracias a voces y medios minoritarios”, sostiene Aguayo.

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